jueves, octubre 18, 2018

Detrás de la máscara -escribe Zerpa- está el ser humano







Detrás de la máscara -escribe Zerpa- está el ser humano

MARITZA JIMÉNEZ
EL UNIVERSAL
 Fue en la librería Kalathos de Los Galpones, donde luchadores de tres generaciones se dieron cita este sábado para asistir a la presentación del libro El Dragón Chino. Cuando la lucha libre era de verdad verdad, del artista Carlos Zerpa. Una producción editorial de Libros del Fuego en la que este memorioso artista rinde homenaje a uno de sus héroes de infancia, el imbatible enmascarado que simbolizó uno de los espectáculos más populares de los años 60 y 70 en Venezuela.

Pero "la lucha libre lucha por volver", coincidieron estos gladiadores que aquí recordaron sus historias, competencias y premiaciones. Luis Celta, "El Androide", de la generación intermedia, está detrás de eso. 

"Hay un movimiento de recuperación en las nuevas generaciones", afirmó Carrillo, cronista de esta disciplina que es deporte y show a la vez, recordando los orígenes de la lucha en Venezuela en el Palacio de los Deportes, y luego su paso como Catch as Catch Can, a las pantallas del canal 8, hasta que un decisión del presidente Caldera decretó su desaparición. 

Los nombres de El Chiclayano, El Santo, Bassil Batah, El Gran Lotario, El Tigrito del Ring, entre otros, flotaban en el ambiente, mientras los rostros, desenmascarados, de los veteranos José Graterol, "El Gavilán"; William Mujica, "El Gran Mujica"; Francisco Rodríguez, "El Guanche Canario"; "El Rebelde Pérez", ostentando sus 80 años, y Orlando Hernández Zamora, "Mao Mao", daban muestra de su prolongada fortaleza.

A sus 36 años, "El Esbirro" habló del trabajo que realiza su generación para recuperar esta disciplina desde el gimnasio vertical de Quinta Crespo, donde han hecho seis eventos, y de sus maestros, "Chan Lee", quien le enseñó a caer, y "El Gavilán del Apure", a llevar la máscara.   

El libro de Zerpa, edición a dos tintas, rojo para el texto y blanco y negro las fotografías, no es biográfico, sino un recorrido por la historia profesional del Dragón. "Hay que respetarles la máscara y su nombre como enmascarados", recalcó el artista, recordando el caso de "El Santo, el Enmascarado de Plata", en México, quien pidió ser enterrado con su máscara. 

"Detrás de la máscara -escribe Zerpa- está el ser humano, muy privilegiado, ya que él es quien disfruta de los logros del personaje que ha creado". 

"Cuando La Lucha Libre Era De Verdad Verdad"





"Cuando La Lucha Libre Era De Verdad Verdad"... Narraciones Contenidas En Un Libro

Carlos Zerpa presenta con crónicas y ficciones la historia del luchador El Dragón Chino
ESTEBAN YEPES - CONTRAPUNTO

Con un libro anecdotario y testimonial, el artista aborda episodios de vida y combates de este y otros que fueron héroes de la infancia de muchos venezolanos por los años 1960 y 1970. Este sábado 13 lo presenta en la Librería Kalathos, a las 11:00 am
Un aficionado de la lucha libre sostuvo un fructuoso encuentro en Valencia hace nueve años con el artista plástico Carlos Zerpa, a quien mostró y confesó secretos escondidos entre cartones de los protagonistas de la lucha libre Catch as Catch Can de los años sesenta, con máscaras, afiches, folletos de programas de combates y recortes de prensa.
Zerpa hizo un inventario de cuanto atesoró Wladimir Havriluk, amigo incondicional y mano derecha del legendario luchador el Dragón Chino, y comenzó a escribir líneas y páginas, y a reproducir testimonios y materiales gráficos, hasta construir la historia del combatiente del cuadrilátero, en suerte de literatura fantástica sobre la biografía de un héroe encapuchado de la infancia de muchos venezolanos, con el libro que titula El Dragón Chino. Cuando la lucha libre era de verdad verdad.
Para el autor, el libro que presentará este sábado es crónica pero también literatura
“Mi nombre de hombre civil ya no interesa, ¿a quién importa cómo me llamo? Algunos dicen que mi nombre es Jorge, otros dicen que me llamo Carlos y otros Ling. Mi verdadero rostro es el de esta máscara, este es mi verdadero semblante, me llamo el Dragón Chino y todos al verme comienzan a temblar, pues soy malo, rudo y el mejor sobre el entarimado”, es uno de los testimonios que rescató Zerpa y que estampa en un impreso sobre cartón y papel, cocidos entre sí como para aguantar embates sobre un ring de lucha, libro que este sábado presentará en la librería Kalathos en Los Galpones de Los Chorros en Caracas.
El autor explica esta historia: “Es sobre el Dragón Chino, para ponerlo a la altura de un héroe, así como lo es El Santo para los mexicanos… Siempre con su máscara, nunca digo su nombre sin máscara, y verán al Dragón Chino como el gran luchador que fue, con sus luchas con los grandes y de cómo les ganaba. Es una historia con su toque de realismo mágico, para engrandecer al personaje. A la vez hablo del entorno del país, del Catch as Catch Can de la época de oro de la lucha libre entre los años 60 y 70”.
Para el artista Zerpa, el Dragón Chino fue un héroe encapuchado de la infancia de muchos venezolanos
El autor invita a este encuentro único en Los Galpones para compartir relatos anecdotarios sobre el maniqueísmo en el cuadrilátero de lucha, con los buenos y malos-rudos, los sucios y limpios, los enmascarados y encapados de quienes al conocerse sus identidades escondidas –las máscaras quitadas y las cabelleras rapadas– constituyeron deshonores, y sus gritos de guerra fantasmagóricos.
Entre crónicas, imaginaciones, ficciones y literatura, su autor revela que en el libro se reúnen historias de grandes entre los grandes de la lucha libre, como Bassil Battah, El Gran Lotario, El Gorila con la dama de las cadenas, El Gran Jacobo, El Tigrito del Ring, El Dr. Nelson, Henny Awed, Dark Buffalo, El Chiclayano, Bernardino La Marca, El Gladiador Croata, El Guanche Canario, el Médico Asesino y Santo el Enmascarado de Plata, entre muchos otros.
Confiesa que la obra la escribió para sacar al Dragón Chino de lo que califica de un injustificado olvido. “Siempre lo mostraré con su máscara –y nunca diré su nombre sin ella– en sus luchas con sus grandes oponentes, contaré sus emocionantes y las divertidas anécdotas… para ponerlo a la altura de un héroe, así como lo es El Santo para los mexicanos… verán al Dragón Chino como el gran luchador que fue, con sus luchas con los grandes y de cómo les ganaba. Es una historia con su toque de realismo mágico, para engrandecer al personaje. Es crónica, pero también literatura”, expresa.
Añade que a la vez aborda el entorno del país, del Catch as Catch Can de la época de oro de la lucha libre, entre los años 1960 y 1970, y de los luchadores... para sacarlos del olvido. Y hace un alto en esta historia para comentar que a la sazón en su período presidencial, Rafael Caldera fue un inquisidor de la lucha libre. “Cuántas equivocaciones las de este doctor Rafael Caldera, tan soberbio, tan arrogante, tan puritano y a la vez tan altanero y estúpido”, revela al referirse a las consecuencias de sus decisiones en dos períodos de gobierno.
Zerpa, quien es pintor autodidacta, revela que hace nueve años, el 5 de octubre de 2009, por Facebook publicó: “Estoy escribiendo un texto sobre el luchador Dragón Chino y me he entrevistado con el que le hacía las máscaras. El Dragón Chino era arrechísimo y adelantadísimo para su época. He estado viendo recortes, avisos y hablando con luchadores. Nueve años después haré la presentación del libro en la Librería Kalathos, el sábado 13 de octubre a las 11:00 am, corregido por Fedosy Santaella, diseñado por Juan Mercerón e impreso por Gráficas Acea”.

martes, octubre 16, 2018

La lucha libre era de verdad y sigue siendo de verdad.




La lucha libre era de verdad y sigue siendo de verdad. A propósito de: “Y en ésta esquina…el Dragón Chino”
Carlos Zerpa
Joaquín Ortega

CZ: La lucha libre, es como las palabras que estamos usando ahora: vivas, directas, sinuosas o cambiantes de tono…

JO: La lucha libre evoluciona, después de aprenderse…

CZ: La lucha libre se sabe antes de usarse…

JO: La lucha libre es un baile de golpes, giros y manotazos…

CZ: La lucha libre respira y vive en el ring y fuera de él…

JO: Se pelea tantas veces en la mente, que cuando llegan los enemigos sabemos que las trompadas ya ni siquiera duelen…

CZ: La lucha libre habla una lengua, que tal vez cambie de acento, pero el lenguaje de los puños jamás pierde su gramática…sus puntos, sus comas, sus puntos suspensivos…sus mayúsculas…sus signos de admiración…eso sí, nunca punto y  aparte…

JO: Antes de los Watchmen de Alan Moore, antes de las bombas, antes de las distopías y de todos los: “érase una vez”…“antecedentes”, “precedentes” y “previamente” la lucha libre la emprendió contra todos los bocones hostiles…

CZ: Enemigos funestos, de saco y de corbata…enemigos de miopía y estulticia…

JO: Enemigos cubiertos con afeites, pelucas y tules de todo tipo…

CZ: Enemigos que adoptan batas de mujeres mezquinas dentro, batas de facultativos desdichados por dentro…batas con batas, ceros a la izquierda para los dioses…

JO: Batas con pesadas palabrotas y terminologías típicas del cobarde…del que se dice voz de muchos, para ser siempre voz de nadie…

CZ: Enemigos vestidos de uniformes infelices…todos ellos rivales y contrarios… que odian la justicia, el uno a uno, la venganza divina, la imaginación y la retaliación humana, cansada de leyes hediondas a tiempo pasado y escritorios mohosos…

JO: La lucha libre venezolana que se probaba jugando limpio, tuvo que nadar contra  las malas mañas, fue siempre digna, aunque le jugaran sucio…

CZ: Una fantasía triste de poder político, de mezquindad televisiva, de cobardía mediática…de momias de hostia en la lengua y bolsillo rapiñero disparó a quema ropa contra los que liquidaban al mal primordial… a mano limpia…

JO: La ballena blanca hecha de combatientes, que enseñaban el mundo en blanco y negro a los que tenían ojos para ver y llaves para someter…fue acorralada, pero jamás sometida…

CZ: El convoy de héroes de carne y hueso se multiplicó en todos los que los conocieron… en quienes escucharon sus hazañas, en los que heredaron máscaras, capas y trajes…

JO: La lucha libre es la oración del niño que crece y pide hacerse fuerte para poner en su sitio al atropello, al ladrón, al maltratador, al que se esconde dentro y fuera de la ley…

CZ: La lucha libre salva a la madre, al padre, a la mascota, al conocido y al desconocido…te salva a ti y me salva a mi…

JO: La lucha libre es invocación invisible, es el alfabeto de los nudillos, es la historia de un cosmos tras las sogas, de un ruido raro, tras esas cuerdas que hacen música con los hombres, que se vuelven arpegios de golpe y porrazo… vistos a la distancia del infinito…

CZ: La lucha libre es rapidez, nervio y explosión…es una cueva de Altamira, es tapiz del medioevo, es alfombra mágica y patada voladora…

JO: La lucha libre es desplante, aspaviento, acción…héroes de la profunda oscuridad de la noche que destellan en la luz de reflectores, energizados por el afán de diferir toda derrota…

CZ: La lucha libre era de verdad y sigue siendo de verdad

JO: La lucha libre es una lluvia de bloques de color, metal fundido, furia, eco y meteoritos…

CZ: la lucha libre es la vida, porque tú estás en ésta esquina… y yo estoy en la otra esquina…

CZ y JO: Lucha libre: infierno, paraíso y vida contra los malos y contra la muerte

Caracas, 13 octubre 2018.