miércoles, noviembre 11, 2020

Rolando J. Carmona entrevista a Carlos Zerpa


 

Rolando J. Carmona entrevista a Carlos Zerpa

Programa de entrevistas #CRASINGTHEWHITECUBE, para soportar el encierro y para revisar los detonantes de contemporaneidad en el arte venezolano. 22 entrevistas que generaron un ensayo que será apadrinado por Luis Enrique Perez Oramas y se convertirá en la publicación: CUELPA REBELDE.

Rolando J. Carmona- ¿Artista Karateka o Karateca artista?

Carlos Zerpa- Artista Marcial y Artista NO convencional.

RJC- ¿A qué te sientes más cercano; ¿al punk, al dada o al Rock? ¿o ninguno de los tres?

CZ- Alos 3, el Punk lo amo y respeto, a los Ramones, Sex Pistols, Dead Boys, Dead Kennedys y NY Dolls… los vi en vivo y aún escucho su música. Pero estuve más próximo como movimiento al New Wave, cundo viví en New York. El DA-DA, es uno de los pilares de mi obra, sobre todo en la figura de Tristan Tzara. El Rock forma parte de mi vida, sigo siendo rockero, sobre todo de ese rock de finales de los 60s y principios de los 70s.

RJC- ¿Cómo podríamos clasificar tus investigaciones de los 80s?

CZ- Muy New Wave, muy Pos Punk, muy de un latinoamericano que vivió en Italia, Caracas y en Nueva York. Plena libertad siempre tuve.

RJC- ¿Fuiste alumno de bruno Munari? ¿Qué aprendiste de él? ¿como fue el paso del diseño industrial al arte?

CZ- Estudié Diseño Visual en Italia y Bruno Munari, pasó de ser el escritor de los libros que me apasionaban de joven, a ser mi profesor de aula, mi tutor de tesis, mi amigo y maestro. En verdad le debo mucho a Munari.

RJC- ¿Eres un maestro del ensamblaje, podrías hablarme de tus procesos de acumulación de objetos? ¿En tu obra los objetos ingresan a tu obra con relaciones aleatorias, o podemos decir que tu escribes cierta forma de narrativa desde el objeto?

CZ- Me apasionan los objetos, amo entrar a un mercado popular, a una juguetería, una ferretería, a una tienda de piñatas, a un mercado de pulgas. Los objetos me llaman y cuando me gustan los compro por docenas y luego veo en que los voy a utilizar. También recojo en la calle las metras, monedas y juguetes que me encuentro. En la mayoría de los casos los objetos en sí, me dan la pista de que voy a hacer con ellos.

RJC- Para los que no te conocen ¿podremos ubicarte en la segunda generación de artistas contemporáneos en Venezuela? Tu generación no está muy documentada, tampoco están muy representados en las colecciones institucionales fuera de Venezuela. ¿Puedes nombrarme cinco personajes que marcaron el inicio de la contemporaneidad en el arte venezolano y por que? (solo en una frase).

CZ- Pertenecemos a una generación sándwich, entre los maestros consagrados y los jóvenes talentosos. Nunca tuvimos el completo apoyo que necesitábamos, siempre subimos a pulso con nuestro propio esfuerzo. Pero en mi caso si fui premiado y me dieron becas para estudiar, no decirlo sería de un ser mal agradecido. Pero un apoyo fuerte jamás lo he tenido.  Me pides que te nombre a cinco personajes que marcaron el inicio de la contemporaneidad en el arte venezolano. Para mi ellos son. 1- Mario Abreu 2-Armando Reverón 3- Jesús Soto 4-Margarita DÁmico 5- José Antonio Ramos Sucre.

RJC- En 1991, Boris Izaguirre describió muy bien las “vanguardias” venezolanas y cómo nos ubicamos en la cartografía latinoamericana: “tú no puedes pertenecer a una ideología, luchar por ella, defender una ideología que devenga en vanguardia sin dejar cosas tuyas , sin dejar un brazo, sin perder una pierna, sin dejar de ser bello; yo pienso que nosotros preferimos ser bellos y estar intactos, lamentablemente por eso nunca podremos ser una vanguardia” Documental Zoológico (1992) Fernando Venturini. https://www.youtube.com/watch?v=kTnWlmDJkM4

CZ- Jajajaja en mucho. Boris, tiene razón, pero soy de los que opinan, que, si hay que dejar cosas nuestras, dejar un brazo, perder una pierna y a final de cuentas, dejar de ser bellos, si es necesario.

RJC- En arte conceptual y la performance venezolana, existe un cuidado estético que nos diferencia a la producción convulsiva y contestataria de los artistas latinos enfrentados a las dictaduras. ¿Qué nos diferencia y que nos une frente a la escena latinoamericana de los 80s Quizás sea existir sin confrontar, colarse en la bonanza petrolera o simplemente reclamar espacios, reivindicar nunca fue una preocupación?

CZ- Hay cosas que nos emparentan y cosas que nos diferencian. Quizás lo más definitivo sea la incorporación de elementos y acciones estrechamente ligadas a la idiosincrasia del venezolano. Cada performancista venezolano tenía su propio discurso muy diferente al del resto de los compañeros, esto era estupendo. Arte panfletario nunca hicimos. Una posición política firme, siempre estuvo presente.

RJC- Hablemos del tiempo en tus performances, según entiendo ellos no funcionan con un orden claro de principio y fin ¿Es que tus acciones se organizan de la misma manera que tus esculturas, como un ensamblaje de distintos tiempos?

CZ- Siempre hay una estructura y un guion a seguir y lógicamente la improvisación que se da sobre la marcha, parto del principio de que el performance no es teatro. Involucro el vestuario, la instalación y la música.

RJC- Háblame de GRRR. ¿Qué mostrabas allí, era un proyecto sobre la violencia?

CZ- Sí, sobre la violencia y sobre todo en los objetos que se vuelven armas como prolongación de la extensión de la mano, como prolongación de la intención de quien los manipula. Había dibujos de un metro y de 7 metros, instalaciones, ensamblajes, esculturas, pinturas y un video/performance llamado “Uber Carlos”. Fue una exposicion enorme que ocupaba todo el cuarto piso del museo. La Obra que abría dicha exposición era un ala, que se llamabaSolo espero un fuerte viento” que, en vez de plumas, tenía 186 afilados cuchillos de acero inoxidable de 7 pulgadas cada uno.

RJC- Hablemos de violencia contenida. Siento que existen evocaciones sado-maso en tu obra, ¿qué rol prefieres, el conejo o el luchador? ¿puedes hablarme de esos personajes en tu obra?

CZ- Me gusta ponerme mascaras de los luchadores de la Lucha Libre y del Catch a Catch Can, la máscara produce temor y respeto en quien te mira, al ponérmelas de inmediato me transfiguro en “Santo el enmascarado de plata” o en “Huracán Ramírez” o en “Rayo de Jalisco”. Siempre hay cuchillos y navajas automáticas en mi trabajo. El Sr. Conejo tiene vida propia, no soy yo. Él me acompaña y me cuida.

RJC- ¿Qué mostraste en acciones frente a la plaza?

CZ- un performance titulado “Ceremonia con Armas Blancas” (con los músicos, Enrique Lara y Francisco Palma) en Acciones Frente a la Plaza – Sala de la Gobernación – Caracas/Venezuela. Luego lo llevé a México al Foro de Arte Contemporáneo y luego lo presenté en Acciones en Margarita, Museo de Arte Contemporáneo Francisco Narváez de Porlamar.

RJC- AL inicio de tu carrera experimentaste con videos, ¿puedes hablarme de esas obras?

CZ- Hacía cine Super 8 en Italia, esas películas eran apoyadas y presentadas por Diego Risquez, Carlos Castillo y Julio Neri, junto al movimiento de cine super 8 de Venezuela y luego cuando regresé a Venezuela en 1979, comencé a trabajar con video con Margarita D´Amico, en el formato U-Matic y a hacer también video instalaciones y video performances.

RJC-Fuiste profesor en la Reverón, y modelaste a las primeras generaciones de la escuela. ¿Qué le enseñabas a tus alumnos? ¿Existe algún método particular para identificar la pedagogía de Zerpa?

CZ- En ese entonces estaba de directora Sandra Pinardi y junto a Consuelo Mendez, me propusieron y encargaron que elaborara el programa de estudios para el área de Arte No Convencional, que ellos llamaban “Medios Mixtos”. Entonces hice un programa que incluía el performance, las instalaciones, el ensamblaje y hasta arte sonoro, ampliando lo que ya manejaba cuando dictaba mis talleres y seminarios en el extranjero. Al presentarlo ellas me pidieron que fuese yo quien lo dictara y así lo hice, me convertí en profesor en esas áreas para la Reverón. Tuve excelentes alumnos que hoy en día son artistas importantes con una obra sólida. Me alegra mucho el haber estado con ellos, en sus inicios.

RJC- Eres parte de los artistas que viven una migración forzada. ¿En qué anda Carlos ahora? ¿Cómo afecta esta dinámica tu proceso artístico?

CZ- La Pandemia ha congelado y paralizado los proyectos en los que andaba. Una muestra en un museo y en cuatro galerías están esperando para mostrarse. Sigo haciendo arte, pues eso forma parte de mi existencia y no puedo ni quiero parar. Las exposiciones están ahí la espera, así como la publicación de un par de libros. Me he mudado a una ciudad más tranquila, aquí en México, hago un par de esculturas, pinto un par de cuadros y desde mi terraza puedo ver al volcán Popocatepetl activo y como de su cráter sale humo.