miércoles, julio 04, 2007

Por una semilla de durazno alojada al final de su esófago.


Por una semilla de durazno alojada al final de su esófago.
Historias contadas por el padre de Silvana.
CZ


Era tan solo un niño de 5 años y aunque su piel era blanca, en los últimos seis días se había tornado de un color negro opaco como el carbón, su lengua estaba blanca caliza, sus ojos de color amarillo y su boca estaba morada.
Ningún doctor daba en el clavo al diagnosticar la enfermedad, le hacían exámenes de sangre y de orina pero no encontraban el mal… ¿Que coño es lo que le pasaba…? hay que tener en cuenta que en 1948, no existían en la baja Calabria, para ser mas precisos, en la ciudad de Reggio di Calabria, en donde había nacido el niño, ni los equipos de rayos X, ni mucho menos soñaban con tener un scanner o una máquina de resonancia magnética…. La ciudad de Reggio di Calabria está situada justo enfrente de Mesina en Sicilia.
Sus padres ya resignados, llevaron a su niño a Pompeya y le mandaron a hacer con un artesano, una urna de madera con sus medidas, considerando que ya era un niño cadáver.
Pero esa tarde en las ruinas de Pompeya algo mágico sucedió que cambiaría completamente su historia y la de sus padres… Pues al cruzar una esquina un gitano vidente, de uñas largas y sucias le susurró al padre al oído que ese infante no sufría ningún mal mortal y que él podía ayudarlo.
La realidad que nadie sospechaba, era que el crío, jugando en el patio de la casa de su tía, se había encontrado una semilla de durazno y al intentar chupársela se la había tragado y dicha pepita le produciría un bloqueo estomacal al alojarse justo el final del esófago, impidiendo que la comida y el aliento llegaran al estomago... De hecho todo lo que el niño comía, de inmediato lo vomitaba.
Ese hombre mitad medico y mitad curandero le pidió al padre que comprara un racimo de uvas verdes en el mercado, y una vez teniéndolas, las exprimió con sus manos sucias en la boca del niño cadáver, haciéndole tragar dicho zumo.
Hablaba y hablaba con el progenitor y nuevamente le hacía tragar el jugo al chaval…. Luego le pidió al papá que comprara una mozarela fresca y así lo hizo el progenitor… Esa mozarela fue exprimida también en la garganta del chiquillo.
El ataúd de madera que le habían hecho, hoy en día está exhibiéndose en la capilla de la divina virgen en la iglesia de Calabria.
Él ya hecho hombre, fue a ver su sarcófago hace unos cuantos años cuando visitó dicha ciudad, adentro de la urna hay una fotografía de él, cuando era niño. Entonces recordó que durante el mes de noviembre, en ese año en que recobró la vida, la ciudad de Regio, se conmocionaba al vivir un momento culminante de su intensa religiosidad popular, pues se llevaba en procesión por toda la calle principal a la imagen de la Virgen… él recordaba haber caminado en esa procesión cuando era un niño carbón, junto a sus padres y una multitud de personas, como penitencia, para pedirle a la Virgen que le hiciera el milagro. Que lo salvara, mientras iba siguiendo con ese río humano a su protectora, unidos en su invocación.
Bueno... Bueno, la caminata lo que hizo fue debilitarlo mucho más, al punto de desmayarse en un par de oportunidades y fue cuando después se fueron a Pompeya y se encontraron con el gitano.
Lo que pasó luego fue algo maravilloso… A fuerza del jugo de uvas verdes y de la leche de mozarella, la nuez del durazno bajó y terminó siendo defecada.
Repentinamente, justo después de hacer pupù, el niño gozoso se puso en pie.
Cuenta su madre que repentinamente recuperó el color rosado apio y dejó de ser negro, la lengua se le tornó otra vez rosada y su boca mustia recuperó su color… Cuenta ella, que repentinamente el niño se incorporó y fue directo a comerse una olla entera de frijoles que estaban en el fogón y que se curó en un santiamén… milagrosamente.
La semilla del durazno la conserva el niño, ya hecho hombre, ya hecho abuelo… dentro de un frasquito de vidrio, de esos de compota y cada vez que la ve, se da cuenta que por un pelo no está aquí.

3 comentarios:

  1. Mi pana... en la familia de mi viejo que era guanareño había un mito que todos juraban cierto: mi tía isabel cuando joven se había tragado una semilla de níspero que se le fue por el camino viejo. Dicen que cuando la operaron, meses después, salió la culpable de quirófano en una frasquito de cristal, había retoñado y era tan verdecita que provocaba sembrarla en el jardín.

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  2. Yo, cuando chiquita, me tragué un repollo entero. Y nunca me lo sacaron!!!
    Voy a empezar a tomar vino VERDE y burda de ensalada capressa a ver si se me sale.
    :-)
    Dicen los médicos que es por eso que me gustan los discos de Alejandro Sanz. Por puro repollo en los sesos.

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  3. Tienes una tarea en mi blog. Pasa y contesta!

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