¿Cómo sobrevivir sin higiene y no morir en el intento?
¡¡Estamos vivos de milagro!!
¡¡Estamos vivos de milagro!!
En ese entonces, amábamos tanto el peligro que la muerte estaba a la vuelta de la esquina echándonos un ojo, y aun así los accidentes eran muy pocos, en verdad eran contados, aunque crecimos bajo la idea de lo que no nos mataba nos alimentaba o nos hacia mas fuertes, nada terrible nos aconteció… Cuando niños y jóvenes, teníamos tanta libertad, para hacer en verdad lo que quisiéramos, lo que nos viniera en ganas, que en verdad No mediamos el peligro, nuestras acciones nos pertenecían, nuestras decisiones también eran nuestras y las asumíamos con una total desenfado, con la mayor responsabilidad o con una gran irresponsabilidad, por eso las consecuencias de nuestros actos, también eran nuestras y nuestros queridos padres nos dejaban actuar libremente, por nuestra cuenta y riesgo, aunque ellos siempre al final, estaban del lado de la ley, del orden y de la policía, de parte de nuestros profesores y maestros, de hecho ellos siempre tenían la razón y esto no se discutía… la razón siempre era de ellos.
Nuestras cunas, camas, armarios y juguetes estaban pintadas de colores brillantes, con altísimo contenido de plomo… y de plomo eran también nuestros soldaditos cuando niños, los cuales manoseábamos y manoseábamos, sin que nadie se contaminara, no tenían tapas de seguridad (a prueba de niños) las medicinas y remedios y además siempre estaban a nuestro alcance, pero nunca abríamos esos frascos, nos íbamos solos, a nadar al mar, a las piscinas, a las lagunas, ríos y pozos, a jugar y luchar dentro del agua hasta tragar y tragar de esa agua y a gozar un imperio.
Nuestras cunas, camas, armarios y juguetes estaban pintadas de colores brillantes, con altísimo contenido de plomo… y de plomo eran también nuestros soldaditos cuando niños, los cuales manoseábamos y manoseábamos, sin que nadie se contaminara, no tenían tapas de seguridad (a prueba de niños) las medicinas y remedios y además siempre estaban a nuestro alcance, pero nunca abríamos esos frascos, nos íbamos solos, a nadar al mar, a las piscinas, a las lagunas, ríos y pozos, a jugar y luchar dentro del agua hasta tragar y tragar de esa agua y a gozar un imperio.
Montábamos nuestras bicicletas a toda velocidad, así como en nuestros patines de cuatro ruedas sin utilizar: coderas, rodilleras ni cascos protectores… salíamos en la época navideña, en la madrugada a patinar y de traviesos a robar pan y leche de las puertas de los vecinos… en ese entonces “era licito y parte de una tradición”, además el hampa aun no estaba desatada.
También nos peleábamos, buscábamos peleas con los jóvenes de otro barrio o urbanización y nos dábamos puños y nos quedaban los ojos morados, de hecho todos nos metimos a estudiar karate y lo utilizábamos para andar envalentonados y nos sentíamos invulnerables, luego con el tiempo, entendimos que este no era el camino correcto… en ese entonces nadie cargaba navajas, manoplas, pistolas ni drogas en los bolsillos.
Tomábamos agua del grifo o de la manguera del jardín, comíamos, pan con muchísima mantequilla, salchichas y bebidas chocolateadas, sobre todo a media noche, comíamos cientos de caramelos, litros de gaseosas y comida chatarra, todo con muchos colorantes, comíamos carne asada, empanadas, arepas rellenas, sándwiches, hot dogs y hamburguesas en puestos y ventorrillos de la calle sin pensar en la palabra higiene, de hecho no sabíamos a ciencia cierta lo que era “la higiene”… y no sufríamos ninguno de nosotros de indigestión ni teníamos sobrepeso, (en verdad solo uno de nosotros era gordito y aun hoy en día continua siéndolo), pero lo que pasaba, era que siempre estábamos fuera de casa jugando, corriendo, riéndonos, jugando base ball o basket ball, en verdad NO estábamos todo el día sentados hipnotizados frente al televisor, en ves de esto nos subíamos a los árboles, nos caíamos y nos divertíamos, jugábamos con hormigas y con gusanos, leíamos libros y revistas, escuchábamos música, no teníamos cuando niños nintendos, playstations, gamecubes, video juegos, solo teníamos dos canales de televisión en blanco y negro y no los cientos de canales de la televisión por cable, no teníamos CD, ni DVD, ni teléfonos celulares, ni computadores, ni Internet, ni chateábamos… pero teníamos muchos amigos, tan solo salíamos de las casas y nos encontrábamos.
Por la mañana salíamos de casa y nos íbamos solos a nuestros colegios, en las tardes y los fines de semana pasábamos el día con nuestros amigos en el cine, en la plaza, en el río o en el parque y nuestros padres no nos podían localizar porque no existían los teléfonos celulares, ja, ja, ja, cuando salíamos en el carro de nuestros padres o con nuestros padres, nos llevaban sin cinturones de seguridad ni bolsas de aire, ni con aire acondicionado, nosotros manejábamos también motocicletas de alta cilindrada y corríamos en ellas o hacíamos moto cross.
Se nos dio toda la libertad del mundo para desarrollar nuestras vidas y se nos dieron también muchas responsabilidades y con ellas la posibilidad de triunfar o de fracasar… así estudiamos y nos graduamos, así nos formamos, así crecimos y así maduramos, era otra época, otra era, otro mundo sin dudas, el planeta no estaba contaminado, no habían tantos automóviles, no estaba tan lleno de maldad, de enfermedades, ni había tanta violencia en el mundo.
Aquellos de nosotros que fuimos niños en los años 50's y 60's y jóvenes en los 70's no podríamos haber sobrevivido a esos tiempos, no es “lógico” con tantas locuras, sin tanta seguridad y sin tanta higiene… así opinan hoy en día los estudiosos, de eso están convencidos los antropólogos y lo afirman los psicólogos.
En verdad nosotros ¡¡estamos vivos de milagro!! Vivos y sanos, sonriéndole a la vida y dándole las gracias a Dios , que ha contribuido en gran parte para que este milagro sea hoy en día una realidad…
Aun sabiendo que la muerte, continua estando a la vuelta de la esquina y sigue echándonos un ojo.
Molto bello anche l'articolo di Carlos Zerpa...bravo Carlos, mi ha riportato bambino, oltre un trentennio indietro nel tempo, in mezzo alle strade a giocare, davvero a giocare...cadevi e ti rialzavi con un ginocchio sbucciato, un pò di sangue che vuoi che sia...andavi sui ciliegi, sugli alberi di pesco, sui meli a prenderti la frutta...per forza era di stagione... ci si tuffava nei rovi a raccogliere more e ti rovinavi le braccia... i bagni nell'Adige il grande fiume buono...quanti ricordi sulla pelle, sulla lingua ho ancora il sapore della potona una specie di torta contadina fatta con le vinacce, della suca amara una radice di fosso che appena la mordevi era amara e più la masticavi diventava dolce...che magnifica metafora gustativa della vita...della codega, la pelle del maiale cotta a vapore quando se fasea su el mascio...gli occhi azzurri e profondi di mio nonno materno, aveva fatto la guerra, era stato in Russia, era un uomo forte e buono, è tutto nel mio cuore. Non erano ignoranti, erano saggi, ci dicevano che fuori ci potevano essere i pericoli, ma anche che fuori c'era la vita e la libertà di correre e saltare, ci lasciavano andare e ci osservavano da lontano con un pò di apprensione nel cuore...ma ci spingevano a crescere in strada, la fuori dove c'è vita. Non ci nascondevano il dolore, ma ci mostravano anche la forza della gioia, una grande gioia, fatta di pelle, no virtual combat. Ci siamo fatti qualche segno la fuori, ma abbiamo imparato a rialzarci quando cadevamo.
ResponderBorrarBravo Carlos, forse è questo che possiamo dare ai bambini ai ragazzi, agli uomini del futuro...il nostro esempio tutto congruente di persone impegnate a coltivare e coltivarsi come bellissimi fiori, senza la paura di sciuparsi, consapevoli come recita un detto turco "l'uomo è forte come il ferro e delicato come una rosa". Devono sapere i giovanissimi ed i giovani che anche la bellissima orchidea cresce nelle giungle umide. La fuori ad aspettarli c'è la vita, dura e morbida, dolorosa a volte, ma bellissima, divertente, giocosa quanto loro vorranno...e non c'è bisogno che del proprio cuore per far si che si avverino le speranze. Ma devono saperlo e devono vederlo, altrimenti avranno sempre più paura e il male li ghermirà con i suoi artigli. Se li lasciamo soli con le loro paure dovranno inebetirsi con ogni sorta di polvere, pasticca e liquido...vivranno la paura di vivere ogni momento e si aggrapperanno a ogni droga per non sentire più nulla...prima di questo, meglio un sacro ceffone zen che gli faccia bruciare la guancia...per farli svegliare, per stupirli della vita...
Noi possiamo essere un esempio la fuori. Le Arti Marziali sono una porta, sono un messaggio antico mai spento, di invito ad agire ed essere.
Bravo Alfredo, bravo Carlos .
Ciao
Graziano.
Hola, siempre vengo a ver las cosas nuevas que tienes, que bellos tus hijos, FELIZ AÑO!!!! Besos Totales!!
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