Las mujeres son recolectoras,
los hombres son cazadores
Desde la prehistoria, desde que la especie humana vivía en las cavernas, las mujeres han sido recolectoras y los hombres cazadores… Eran ellas quienes salían a escoger una a una las frutas, las verduras, las legumbres, los granos, sabían ver las que estaban maduras, las mas bellas, las que estaban en su punto, ellas eran las que entendían cual era el tiempo justo para desprenderlas y llevárselas a casa, se tomaban su tiempo, tenían paciencia… sabían ver, ver una y otra vez y después escoger.
Los hombres eran cazadores, perseguían al animal, iban tras su presa, ponían el ojo en un ser viviente y lo convertían en su victima, en su alimento, eran certeros, apuntaban solo a uno, disparaban sus armas (flechas, piedras, cerbatanas o lanzas) y daban en el blanco… eran certeros, iban al grano.
Esto se ha trasmitido con la genética, digamos que se trae en los genes y perdura hasta el día de hoy, se ha pasado de uno a otro “Homo Sapiens” a través de los siglos y de generación en generación, “el macho caza y la hembra recolecta”, NO por esto digo que uno sea mejor o mas importante que el otro, en verdad no se trata de esto, solo lo traigo a colación, para que reflexionemos sobre las “fuerzas intrínsecas” que nos mueven, sobre esas “energías primigenias” que nos hacen ser como somos, para que pensemos un poco y entendamos los roles de cada uno y para que no sigamos repitiéndonos el viejo estribillo aprendido de nuestros abuelos y abuelas: “todos los hombres son iguales” o aquel que dice: “quien entiende a las mujeres”.
Veamos el comportamiento de una mujer en el supermercado o cuando va de tiendas a comprarse zapatos o ropa, ¿Qué hace ella? Pues sale a escoger una a una las mercancías, las verduras, las legumbres, los congelados, las carnes, los enlatados, los zapatos, las faldas, las prendas, la ropa para los niños… Ve las que están maduras, las mas bellas, las que están en su punto, las mas adecuadas, las que están a la moda, las marcas, las de mejor calidad, ellas son las que saben cual es el objeto ideal para llevárselo a casa, se toman su tiempo… saben ver y escoger el mejor, ESTA ES SU NATURALEZA.
Veamos ahora el comportamiento de un hombre que va de compras o a hacer un negocio, o también por que no, cuando va de tiendas a comprarse zapatos o ropa, ¿Qué hace él? Pues los hombres siguen siendo cazadores, persiguen al objetivo, van tras su presa, ponen el ojo en algo y lo convierten en su razón de ser (y muchas veces también en su victima), son certeros, apuntan solo a un objeto o cosa, disparan sus armas, alargan su mano y lo toman, escogen rápido entre muchas cosas, objetos o individuos, seleccionan un par y de ellos toman solo uno, decididos dan en el blanco… son certeros, van al grano, ESTA ES SU NATURALEZA.
Claro está que en algunos momentos tanto los hombres como las mujeres pueden intercambiar sus roles debido a las circunstancias, a factores culturales o a la problemática individual del momento en que se vive. Tanto el YING como el YANG son dos energías que conforman un todo, los hombres tenemos que descubrir y aceptar nuestro lado femenino así como las mujeres tienen que hacer lo mismo con su lado masculino, hay momentos en que el hombre tiene que ser suave, cariñoso, tierno y la mujer tendrá sus momentos de furia, de ser guerrera, de ser drástica. Un hombre cuando va al mercado recolecta, pero con espíritu de cazador, (ve los melones, descubre el maduro y certero toma uno) y una mujer cuando tiene que ir de caza, pues se comporta como cazadora pero sin olvidar su condición de recolectora, tal cual como lo hacen las hembras de otras especies, así como lo hacen las leonas persiguiendo a su presa con mucha estrategia o ponerse como una fiera como cualquiera madre que protege a su cachorro.
Hablo aquí de los hombres y las mujeres, de esos dos sexos, de las mujeres en su femineidad y los hombres en su masculinidad… Se que hay mujeres atrapadas en cuerpos de hombres y hombres atrapados en cuerpos de mujeres, pero esa es una historia mucho mas compleja, aunque en esencia siempre prevalecerá lo que cada uno es en verdad en si.
Los artistas marciales no se escapan de esta historia, bien se tenga el espíritu y se siga el camino de MARTE o de MINERVA, al momento de hacer los katas o de enfrentarse en un combate, prevalecerá su esencia y aunque el equilibrio nos haga tomar una parte o la otra para el mejor desenvolvimiento de nuestro trabajo en el Budo, el hombre seguirá siendo cazador, fijará la vista y será artífice del “Kime” y la mujer seguirá siendo recolectora, estudiará paso a paso los movimientos a hacer y al final escogerá y hará lo mejor, ambos machos y hembras en su estrategia actuarán fieles a su naturaleza.
El maestro “Osho” opina que el hombre y la mujer siendo fuerzas biológicas y bioenergéticas opuestas cuando se encuentran se revitalizan y se ponen radiantes de una nueva energía, basta encontrarse con el polo opuesto para que la energía se renueve… Pienso que es una maravilla que el cazador y la recolectora se encuentren en “el camino”, en el “DO”, que transiten juntos ese sendero, que se respeten, formen parte de un mismo equipo y que sean UNO con el TODO.
Desde la prehistoria, desde que la especie humana vivía en las cavernas, las mujeres han sido recolectoras y los hombres cazadores… Eran ellas quienes salían a escoger una a una las frutas, las verduras, las legumbres, los granos, sabían ver las que estaban maduras, las mas bellas, las que estaban en su punto, ellas eran las que entendían cual era el tiempo justo para desprenderlas y llevárselas a casa, se tomaban su tiempo, tenían paciencia… sabían ver, ver una y otra vez y después escoger.
Los hombres eran cazadores, perseguían al animal, iban tras su presa, ponían el ojo en un ser viviente y lo convertían en su victima, en su alimento, eran certeros, apuntaban solo a uno, disparaban sus armas (flechas, piedras, cerbatanas o lanzas) y daban en el blanco… eran certeros, iban al grano.
Esto se ha trasmitido con la genética, digamos que se trae en los genes y perdura hasta el día de hoy, se ha pasado de uno a otro “Homo Sapiens” a través de los siglos y de generación en generación, “el macho caza y la hembra recolecta”, NO por esto digo que uno sea mejor o mas importante que el otro, en verdad no se trata de esto, solo lo traigo a colación, para que reflexionemos sobre las “fuerzas intrínsecas” que nos mueven, sobre esas “energías primigenias” que nos hacen ser como somos, para que pensemos un poco y entendamos los roles de cada uno y para que no sigamos repitiéndonos el viejo estribillo aprendido de nuestros abuelos y abuelas: “todos los hombres son iguales” o aquel que dice: “quien entiende a las mujeres”.
Veamos el comportamiento de una mujer en el supermercado o cuando va de tiendas a comprarse zapatos o ropa, ¿Qué hace ella? Pues sale a escoger una a una las mercancías, las verduras, las legumbres, los congelados, las carnes, los enlatados, los zapatos, las faldas, las prendas, la ropa para los niños… Ve las que están maduras, las mas bellas, las que están en su punto, las mas adecuadas, las que están a la moda, las marcas, las de mejor calidad, ellas son las que saben cual es el objeto ideal para llevárselo a casa, se toman su tiempo… saben ver y escoger el mejor, ESTA ES SU NATURALEZA.
Veamos ahora el comportamiento de un hombre que va de compras o a hacer un negocio, o también por que no, cuando va de tiendas a comprarse zapatos o ropa, ¿Qué hace él? Pues los hombres siguen siendo cazadores, persiguen al objetivo, van tras su presa, ponen el ojo en algo y lo convierten en su razón de ser (y muchas veces también en su victima), son certeros, apuntan solo a un objeto o cosa, disparan sus armas, alargan su mano y lo toman, escogen rápido entre muchas cosas, objetos o individuos, seleccionan un par y de ellos toman solo uno, decididos dan en el blanco… son certeros, van al grano, ESTA ES SU NATURALEZA.
Claro está que en algunos momentos tanto los hombres como las mujeres pueden intercambiar sus roles debido a las circunstancias, a factores culturales o a la problemática individual del momento en que se vive. Tanto el YING como el YANG son dos energías que conforman un todo, los hombres tenemos que descubrir y aceptar nuestro lado femenino así como las mujeres tienen que hacer lo mismo con su lado masculino, hay momentos en que el hombre tiene que ser suave, cariñoso, tierno y la mujer tendrá sus momentos de furia, de ser guerrera, de ser drástica. Un hombre cuando va al mercado recolecta, pero con espíritu de cazador, (ve los melones, descubre el maduro y certero toma uno) y una mujer cuando tiene que ir de caza, pues se comporta como cazadora pero sin olvidar su condición de recolectora, tal cual como lo hacen las hembras de otras especies, así como lo hacen las leonas persiguiendo a su presa con mucha estrategia o ponerse como una fiera como cualquiera madre que protege a su cachorro.
Hablo aquí de los hombres y las mujeres, de esos dos sexos, de las mujeres en su femineidad y los hombres en su masculinidad… Se que hay mujeres atrapadas en cuerpos de hombres y hombres atrapados en cuerpos de mujeres, pero esa es una historia mucho mas compleja, aunque en esencia siempre prevalecerá lo que cada uno es en verdad en si.
Los artistas marciales no se escapan de esta historia, bien se tenga el espíritu y se siga el camino de MARTE o de MINERVA, al momento de hacer los katas o de enfrentarse en un combate, prevalecerá su esencia y aunque el equilibrio nos haga tomar una parte o la otra para el mejor desenvolvimiento de nuestro trabajo en el Budo, el hombre seguirá siendo cazador, fijará la vista y será artífice del “Kime” y la mujer seguirá siendo recolectora, estudiará paso a paso los movimientos a hacer y al final escogerá y hará lo mejor, ambos machos y hembras en su estrategia actuarán fieles a su naturaleza.
El maestro “Osho” opina que el hombre y la mujer siendo fuerzas biológicas y bioenergéticas opuestas cuando se encuentran se revitalizan y se ponen radiantes de una nueva energía, basta encontrarse con el polo opuesto para que la energía se renueve… Pienso que es una maravilla que el cazador y la recolectora se encuentren en “el camino”, en el “DO”, que transiten juntos ese sendero, que se respeten, formen parte de un mismo equipo y que sean UNO con el TODO.
por eso la mayoria de los hombres quieren tener muchas mujeres y están a al caza...
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