sábado, noviembre 26, 2011

Un lunar extraño en mi costado izquierdo

Un lunar extraño en mi costado izquierdo
Por Carlos Zerpa


Creemos lo que queremos creer.
Demóstenes.



Sucedió cuando tenía 18 años de edad, justo el día de mi cumpleaños, a la misma hora de mi nacimiento; fue el 31 de Julio de 1968 a las 10 de la mañana.

Tengo un lunar extraño en mi costado izquierdo, es un lunar de mancha en forma de pez, pero lo más curioso es que dicho lunar tiene, a su vez, otro lunar dentro. Es un lunar de punto, que está situado justo en lo que vendría a ser la cabeza del pez a manera de ojo. Pues ese día, el de mi cumpleaños, dicho lunar-pez me comenzó a doler desde tempranas horas de la mañana, pero en verdad no le hice caso, ya que me encontraba pasándome unas agradables vacaciones en la ciudad de las montañas nevadas de Mérida, en Venezuela. Aunque no se lo había dicho a nadie, me disponía a pasar mi cumpleaños numero 18, tomando ron «Santa Teresa» con una pandilla de viejos amigos y con una muchacha de ojos grandes, la que me quería llevar a la cama; hacer el amor el día de mi cumpleaños sería un verdadero auto regalo.

Al levantarme, y de inmediato, tal como hacía (y aún hoy en día continúo haciéndolo), puse en ayunas «Birthday», la maravillosa pieza de los Beatles compuesta por el Lennon y el McCartney con aquello de: You say it's your birthday, It's my birthday too, yeah... They say it's you birthday, We're gonna have a good time, I'm glad it's your birthday... Happy birthday to you... De inmediato me preparé un batido en la licuadora de tomates verdes con zumo de limón y me fui a la calle, dichoso y contento. Mis 18 no eran otra cosa que el tomar la determinante decisión de dedicarme a ser artista plástico a costa de lo fuera; de montarme en mi motocicleta BSA de 500 cc, color naranja; de tener mi cabellera cada vez mas larga bajando por mi espalda; de usar mi uniforme diario, mis bluejeans desteñidos; el practicar Karate Do; el ser partícipe de la revolución de John Lennon; y ser cada vez más como mis ídolos: Bruce Lee, Tristan Tzara, Federico Fellini, el Conde de Lautréamont, Los Beatles, Jimi Hendrix, Los Rolling Stones e indudablemente ser como mi gurú, el gran Frank Zappa y las Madres de la Invención. ¿Qué mas podía pedir? Salud, dinero, amor, suerte… paz, sexo y rock and roll.

Salí entonces a la calle y mientras caminaba por el parque de los Chorros de Milla algo aconteció; el dolor del lunar empezó a cubrir todo mi cuerpo y me sentí con fiebre de 40 grados. Entonces me tiré sobre el pasto verde al lado de la cascada de aguas heladas y cristalinas, y sucedió algo en verdad mágico: alcé los ojos al cielo y las nubes se separaron para hacerme ver otra de ellas, una nube blanca en forma de pez, en forma de mi lunar. Fue entonces cuando el misterio me fue revelado y vi un pedazo del futuro, tal cual como le sucedió a Juan el del Apocalipsis.

1. Ya los discos no serían de vinilo negro, sino plateados, pequeños y se escucharían no en un tocadiscos de aguja, sino en uno con lectura de rayo láser. Los casetes dejarían de existir… Esto era una locura.

2. Unos discos iguales se pondrían en aparatos llamados «computadoras» y podíamos grabar y poner en ellas fotografías, películas, textos y música… La música la tomaríamos y la bajaríamos de la misma computadora.

3. Con esa computadora podríamos comunicarnos, escribirnos, hablarnos, ver películas, intercambiar imágenes, música y tener toda la información como si de una biblioteca internacional se tratara.

4. Ya no nos escribiríamos cartas por correo, sino que lo haríamos a través del mismo sistema de computadoras, del correo electrónico.


5. Podríamos ver en la televisión las películas poniendo uno de estos discos plateados. Los televisores serían completamente planos.

6. La fotografía se haría con cámaras sin rollos fotográficos, ni cuartos oscuros, ni ácidos para revelar.

7. Las películas y videos se harían también con el mismo método.

8. Los teléfonos, cual Dick Tracy, cabrían en nuestro bolsillo, y podríamos utilizarlos por medio de satélites y se llamarían celulares. Con ellos, como si fuesen computadoras, podríamos escribir y mandar textos, escuchar música, tener acceso a todo el mundo. Con estos teléfonos podríamos tomar fotos y hasta videos.

9. Se inventaría un rayo llamado Láser, el cual serviría para la fotografía, la medicina y la música, pero también como arma de guerra.

10. Se harían clonaciones de animales y de seres humanos… Jajaja, vi una oveja clonada idéntica a la otra.

11. Todos los jóvenes estarían tatuados y con aros en sus orejas, cejas, ombligos y hasta en la lengua.

12. El rock and roll no moriría. Sólo se transformaría, y en vez de hippies surgirían punks, yuppies, darks, grunges, heavymetaleros y una cantidad de nombres que no entendía.

13. Los anteojos serían intraoculares o de contacto.

14. Las tarjetas de plástico substituirían al dinero, se llamarían tarjetas de crédito o de débito, pero al final de cuentas era el dios dinero quien mandaba.
15. La música estaría comprimida en algo llamado MP3 y podríamos almacenar en un dispositivo del tamaño de una cajetilla de fósforos más de mil canciones las cuales podríamos también escuchar.

16. El Fantasma de la Guerra seguiría, más y más guerras, y los poderosos continuarían oprimiendo a sus hermanos. La Guerra seguiría vigente.

17. «Armagedón» estaba a las puertas, las armas serían muy sofisticadas, unas tóxicas, otras atómicas y otras bacteriológicas, «Maranata», saludaban los Cristianos. El Apocalipsis era una realidad… Tsunamis, volcanes haciendo erupción, terremotos… Yo estaba aterrado.

Un gran resplandor iluminó entonces el espacio y la visión desapareció. Yo temblaba de miedo, quedé como drogado, no entendía lo que había visto y por muchísimos años pensé que todo era fruto de mi imaginación, de tanta ciencia ficción leída o vista en películas, quizás estos eran atisbos de vidas en otros planetas… yo que sé.

Nunca le conté a nadie esta experiencia, la guardé para mí. Pero hoy me topé con un cuaderno doble línea marca Caribe de esa misma época, y al revisarlo y releer sus paginas, me encontré con ese listado del futuro y rescribí esta historia para ustedes.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario