martes, marzo 09, 2021

Axel Stein entrevista a Carlos Zerpa para el catálogo de la exposición Three Venezuelans in Two Dimensions


 

Axel Stein entrevista a Carlos Zerpa para el catálogo de la exposición Three Venezuelans in Two Dimensions. Miguel Von Dangel. Ernesto León. Carlos Zerpa Nueva York: Americas Society Art Gallery.
Publicado Tambien en. International Center for The Arts of The Americas at The Museum of Fine Arts, Huston Texas. Documents of Latin American and Latino Art.
año 1988

Axel Stein Para finales de los setentas, te desenvolviste en el diseño gráfico e industrial junto con Bruno Munari en Milán. ¿Qué representó para ti esa experiencia?

Carlos Zerpa. Viajé a Italia buscando adiestramiento profesional en un área no estrictamente vinculada a las artes, para así aprender una disciplina y ganarme la vida. Comencé estudiando en la Scuola Politécnica di Design en Milán. Conocía los libros de Munari y me interesaban sus principios sobre el anti-diseño, nunca pensé que él iba a ser mi profesor y luego mi tutor, ni que yo iba a diseñar o que el diseño me iba a proveer de información, técnicas y recursos para solucionar problemas de la plástica que beneficiarían mi trabajo artístico.

Axel Stein. Así que luego de tu experiencia en Milán, que te llevaría hacia una carrera creativa sin ser exactamente artística, te diste a conocer en Venezuela gracias a tus habilidades como artista, no como diseñador.

Carlos Zerpa. Es correcto, pero nunca me detuve. Incluso en Italia seguí usando temas latinoamericanos tanto en mis “Vitrinas” y en mis obras con santos. Munari vio muchas de esas piezas en mi taller y siempre me alentó a seguir con esos temas, aún cuando el lema de la escuela era, El arte está muerto, Viva el diseño, y ese pensamiento estaba por todos lados. En Valencia (Venezuela), me encargué del área de Diseño de la Universidad de Carabobo. Luego me dediqué exclusivamente al arte y después de una corta estadía, decidí mudarme a Nueva York.

Axel Stein. Antes de hablar de Nueva York, me gustaría que resumieras tu experiencia en México (1981) durante la época de tu exposición Caliente Caliente en el Museo de Arte Moderno.

Carlos Zerpa. La invitación me la hizo Juan Acha, crítico que había visto mi trabajo en la Bienal de Medellín (Colombia). En México hice una performance en el contexto de la exposición. La titulé apuntes sobre un Doctor. Se hizo en simultáneo con No Grupo y el artista mexicano-cubano Félix Beltrán, en un mano a mano artístico. El título Caliente Caliente venía de una canción muy erótica de Rafaela Carrá que estaba muy de moda en ese momento. Caliente es la palabra que mejor resume al Caribe. De igual manera, fue una exposición muy compleja, muy larga para describirla acá.

Axel Stein. Ahora, hablemos de Nueva York. Asumiste un nuevo tema, una nueva actitud hacia el dibujo y la pintura, y aparentemente mostraste menos interés en los objetos.

Carlos Zerpa. Tenía miedo de quedarme estancado. Quería trabajar con el color y encontrar un tema nuevo para mi creatividad. Descubrí entonces un fenómeno que llamó mi atención y que utilicé para una parte importante de mi trabajo en los Estados Unidos: el Sadomasoquismo. Este comportamiento enfermizo, característico de las grandes ciudades, tiene mucha fuerza en Nueva York. No solo es evidente en el estereotipo de hombres musculosos que usan trajes de cuero y que andan con látigos y cuchillos en los muelles de la ciudad, sino que también puede verse en la vida cotidiana de los neoyorkinos quienes se enfrentan a diario a todo tipo de agresiones citadinas. En todo caso, una de las obras que resume mis ideas sobre ese tema es “Solo espero un fuerte viento” (Only Wait for a Strong Wind), desde la cual desarrollé una serie de obras con armas blancas.

Axel Stein. También fue el tema de “Personaje inolvidable” y “Zeee Zeee Zeee”.

Carlos Zerpa. Como muchas de mis obras, fueron concebidas allá, pero hechas en Venezuela. Cuando les di rienda suelta a estos ensamblajes se despertó mi interés por el color, que casi había olvidado, pero que siempre estuvo presente en mis pequeñas vitrinas, en el arte popular y en los trajes de los santos católicos. Al principio, no sabía cómo comenzar, pero el diseño me dio la pauta. Tenía que hacer bocetos y dibujar. Quizás debido a mi megalomanía, cada boceto se convirtió en una obra en gran formato. En ese tiempo se había dado el boom de la Transavanguardia italiana y el Neo expresionismo alemán. Por supuesto, me vi influenciado por sus formas de reivindicar un “nuevo” color en la pintura. Y allí decidir usar el mismo tipo de color que usaba cuando tenía dieciocho años, cuando pintaba afiches psicodélicos.

Axel Stein. Hay dos cosas que llamaron mi atención en tú exposicion Grrr en el Museo de Bellas Artes de Caracas, me refiero a tu homenaje a Duchamp y la incorporación del arte pop americano.

Carlos Zerpa. Hago homenaje a Duchamp porque, junto a Picasso, son unos de los pilares fundamentales del arte del siglo XX. Su influencia es muy importante para mi vida artística. Por otro lado, he incorporado, al Pato Donald, a Lorenzo Parachoques y a Popeye en mi trabajo, porque, en realidad, son los mejores.

Hago un paréntesis aquí. Hubo un tiempo en que me reprochaban por ser un artista transculturalizado. En esa época los artistas más grandes defendían el dibujo académico y el regreso a las raíces vinculadas al realismo social. Nos hacían sentir culpables por nuestra deuda hacia Warhol y Rauschemberg. Como lo dijo José Martí, América es un cruce, una Transculturalización, que cuando se hace evidente de manera apropiada, es rentable. Desde niño disfruté de El Fantasma, Mandrake, Batman y Superman. Soy Felipe Pirela, pero también soy,  los Rolling Stones, los Beatles, Frank Zappa y Klaus Nomi.

Axel Stein. Para terminar, tu exposición reciente India Nova fue muy importante. Fue una reflexión histórica realizada con imágenes, no con palabras. Imágenes que provenían de grabados antiguos impresos en libros de historiadores y aventureros del Nuevo Mundo. ¿Cómo surge ese tema sobre América?

Carlos Zerpa. El tema se originó en 1985 cuando me invitaste a participar en la primera edición de la muestra Amazonia, en La sala Mendoza de Caracas. La invitación me permitió descubrir un aspecto fantástico que no conocía: las sagas y mitos que se entretejieron luego del descubrimiento del Nuevo Mundo. Mi fuente principal fue Diego Rísquez quien acababa de terminar su filme Orinoko Nuevo Mundo, en donde América estaba personificada como una Amazona, flanqueada por cocodrilos y frutas tropicales. Para hacer mi obra, comencé con la imagen de Rísquez, él se había apropiado de la misma desde las alegorías de Dumont y de Giovanni Battista Tiepolo. Luego, con la ayuda de Luis Ángel Duque,  estudié y descubrí una diversidad de animales fabulosos, personajes extraños y monstruos elegantes a los cuales dediqué mi exposición.

Axel Stein. Esa fue, estrictamente, tu primera exposición de pintura.

Carlos Zerpa. En este momento, soy pintor y disfruto pintar. Creo que la pintura, como la arcilla, es la expresión a la cual estamos atraídos de manera más espontánea, como le sucede a los niños… Pero sigo haciendo ensamblajes e instalaciones.

Axel Stein. Y ahora ¿qué?

Carlos Zerpa. Ahora, es tiempo de reflexión.

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