SOBRE UN TEXTO.
Una señora que no recuerdo como se llama, presentaba un libro a bautizar, pero no hablaba de ese libro si no de otro de un autor diferente.
Hablaba por el micrófono y recordaba un pedazo de texto leído en un libro que no escuché como se titulaba ni quién era el autor del mismo.
Esto sucedió en el bautizo de un libro de Fedosy Santaella.
Ella decía que había leído en un libro que no era el de Fedosy, como una mujer había decapitado a sus seis hijos con un cuchillo de cocina.
La señora que hablaba por el micrófono recuerda que cuando el autor del libro lo presentaba a la gente la noche del bautizo de ese libro, un hombre del público se le acercó a preguntarle si esa historia de la mujer que había asesinado a sus hijos era verdad o era fruto de la imaginación del escritor.
El escritor le dijo que esa historia era real y que había sucedido en un pueblo no se sabe dónde, ni cuando, ni como.
Entonces el hombre que le preguntaba dijo: “Gracias a Dios que es verdad lo del asesinato de esos seis niños por su madre y no una historia imaginada inventada por usted, porque no puedo creer que exista un pensamiento tan terrible y tan lleno de maldad en la mente de un escritor.”
Una señora que no recuerdo como se llama, presentaba un libro a bautizar, pero no hablaba de ese libro si no de otro de un autor diferente.
Hablaba por el micrófono y recordaba un pedazo de texto leído en un libro que no escuché como se titulaba ni quién era el autor del mismo.
Esto sucedió en el bautizo de un libro de Fedosy Santaella.
Ella decía que había leído en un libro que no era el de Fedosy, como una mujer había decapitado a sus seis hijos con un cuchillo de cocina.
La señora que hablaba por el micrófono recuerda que cuando el autor del libro lo presentaba a la gente la noche del bautizo de ese libro, un hombre del público se le acercó a preguntarle si esa historia de la mujer que había asesinado a sus hijos era verdad o era fruto de la imaginación del escritor.
El escritor le dijo que esa historia era real y que había sucedido en un pueblo no se sabe dónde, ni cuando, ni como.
Entonces el hombre que le preguntaba dijo: “Gracias a Dios que es verdad lo del asesinato de esos seis niños por su madre y no una historia imaginada inventada por usted, porque no puedo creer que exista un pensamiento tan terrible y tan lleno de maldad en la mente de un escritor.”
3 comentarios:
Pero que "Bizard" todo esta historia.
Jejejejejejejejejejeje. Lo loco es que hay gente que piensa cosas peores.
ese señor Fedosy como que es medio loco porque pone a esa señora a hablar de otro libro
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