POR UNA NOCHE
La mañana nos sorprenderá en el desvelo a menos que nos intoxiquemos con vino y dejemos que lo que tiene que pasar pase.
La anfitriona nos trajo té pero el temor no nos dejó ni acercar las tazas a las bocas.
Sabíamos que sería una noche en vela
En el techo letras mayúsculas pintadas con tiza y una bombilla de bajo octanaje de luz amarillenta y titilante
En el armario ni un gancho para colgar la ropa solo trenzas marrones de zapatos amarradas al tubo con muchos nudos
Debajo de la cama si había un monstruo.
Era como un enano sin cuello y con una gran joroba.
Era como una bola de carne peluda y con ojos
Y nos quedámos a dormir en el cuarto de huéspedes y a media noche una vaina babosa se deslizó entre las sábanas era como una anguila gorda
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