El Dibujo como extensión de mi YO interno.
Mi verdad puede no ser tu verdad.
Bruce Lee
Hay una conexión directa entre “La idea” y la punta del lápiz… Digamos que el lápiz es tan solo la extensión de la mano, la extensión de la intención o el otro extremo de la cuerda, cuerda que nos une con lo que en verdad somos en esencia… El dibujo es la manifestación mas directa del lado izquierdo del cerebro, por medio de él podemos hacer visible ese otro mundo, un mundo quizás mas real que este en el que nos desenvolvemos día a día… traemos por su medio, imágenes del mundo invisible y las hacemos visibles… el dibujo es tan solo un instrumento, una ventana, una puerta o mas bien “un portal”, Jamás un resultado o un final.
Pero uno puede, además de dibujar de una manera ortodoxa, con carboncillo o lápiz HB sobre papel Fabrianno 100% algodón, puede hacerlo utilizando un bolígrafo, o con el dedo lleno de aceite para motores, o con un palito sobre la arena en la playa, o dibujar con pintura, o con crema de afeitar, o con pelos y cabellos, o con luz, o con humo… o con hilos cosidos en la tela.
Se puede dibujar con lápices, pinceles, brochas o rodillos, con las manos o los dedos, sobre la arena, en bajo relieve en mármol, con cortes sobre el hierro, con la punta del cuchillo en la madera, con el cautín al rojo vivo, con jabón en el espejo o con el mouse en la computadora… Claro está que tomando conciencia que un petroglifo, no es otra cosa que un dibujo sobre una piedra… Un bajo relieve mágico.
Tatuarse es dibujarse en la piel con agujas y tinta… y eso también hago, mis brazos son testigos de ello.
Por otra parte, tengo ya un tiempo dibujando solo con mi mano izquierda en vez de con mi mano derecha… Con la mano izquierda también puedo escribir, pero mi letra entonces sale sin soltura nerviosa y temblorosa.
Con ella dibujo, y el dibujo es torpe; lo que aprovecho entonces para hacerlo despacio, calmadamente, con sumo cuidado para no perder el dominio en el trazo… Por eso mis dibujos “de mano izquierda’’ son de trazo nervioso, torpes desde sus inicios, pero meticulosos en cuanto al mínimo detalle.
Con la mano izquierda hago que se estimule la parte derecha de mi cerebro y esto de por sí es importante, ya que se piensa que esa parte corresponde a la CREATIVIDAD y a mi particularmente me interesa ser muy creativo.
Con el acto de utilizar mi mano izquierda puedo entonces despertar ciertas zonas dormidas, que están en estado latentes cual semillas esperando despertar = vivir.
Por eso tengo la idea que dibujaré directamente en el muro, en la pared del fondo, a gran escala, como hicieron nuestros ancestros en las cuevas de Vigirima, dibujaré in situ, con un pedazo de carbón vegetal, dibujaré burdamente, tatuaré el muro con grafittis, así directamente… haré un arte efímero, claro está… Con mi mano izquierda.
Mi verdad puede no ser tu verdad.
Bruce Lee
Hay una conexión directa entre “La idea” y la punta del lápiz… Digamos que el lápiz es tan solo la extensión de la mano, la extensión de la intención o el otro extremo de la cuerda, cuerda que nos une con lo que en verdad somos en esencia… El dibujo es la manifestación mas directa del lado izquierdo del cerebro, por medio de él podemos hacer visible ese otro mundo, un mundo quizás mas real que este en el que nos desenvolvemos día a día… traemos por su medio, imágenes del mundo invisible y las hacemos visibles… el dibujo es tan solo un instrumento, una ventana, una puerta o mas bien “un portal”, Jamás un resultado o un final.
Pero uno puede, además de dibujar de una manera ortodoxa, con carboncillo o lápiz HB sobre papel Fabrianno 100% algodón, puede hacerlo utilizando un bolígrafo, o con el dedo lleno de aceite para motores, o con un palito sobre la arena en la playa, o dibujar con pintura, o con crema de afeitar, o con pelos y cabellos, o con luz, o con humo… o con hilos cosidos en la tela.
Se puede dibujar con lápices, pinceles, brochas o rodillos, con las manos o los dedos, sobre la arena, en bajo relieve en mármol, con cortes sobre el hierro, con la punta del cuchillo en la madera, con el cautín al rojo vivo, con jabón en el espejo o con el mouse en la computadora… Claro está que tomando conciencia que un petroglifo, no es otra cosa que un dibujo sobre una piedra… Un bajo relieve mágico.
Tatuarse es dibujarse en la piel con agujas y tinta… y eso también hago, mis brazos son testigos de ello.
Por otra parte, tengo ya un tiempo dibujando solo con mi mano izquierda en vez de con mi mano derecha… Con la mano izquierda también puedo escribir, pero mi letra entonces sale sin soltura nerviosa y temblorosa.
Con ella dibujo, y el dibujo es torpe; lo que aprovecho entonces para hacerlo despacio, calmadamente, con sumo cuidado para no perder el dominio en el trazo… Por eso mis dibujos “de mano izquierda’’ son de trazo nervioso, torpes desde sus inicios, pero meticulosos en cuanto al mínimo detalle.
Con la mano izquierda hago que se estimule la parte derecha de mi cerebro y esto de por sí es importante, ya que se piensa que esa parte corresponde a la CREATIVIDAD y a mi particularmente me interesa ser muy creativo.
Con el acto de utilizar mi mano izquierda puedo entonces despertar ciertas zonas dormidas, que están en estado latentes cual semillas esperando despertar = vivir.
Por eso tengo la idea que dibujaré directamente en el muro, en la pared del fondo, a gran escala, como hicieron nuestros ancestros en las cuevas de Vigirima, dibujaré in situ, con un pedazo de carbón vegetal, dibujaré burdamente, tatuaré el muro con grafittis, así directamente… haré un arte efímero, claro está… Con mi mano izquierda.
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