Avioneta bimotor se precipita sobre el mar el primero de Enero.

Avioneta bimotor se precipita sobre el mar el primero de Enero.
Carlos Zerpa

Esa avioneta, una Beechcraft 200, con turistas italianos calló en aguas profundas del mar Caribe mientras ellos hacían turismo ecológico.
Aparte del susto, los tripulantes no sufrieron lesiones graves, solo la sobredosis de adrenalina, de rezos y de gritos que se produjeron al caer en picada dicha avioneta, casi en vertical, dejando una estela de humo y zambulléndose en el mar.
Una gran mancha de aceite y gasolina bordeó al bimotor e impidió que un tiburón carite que alcanzaba los 2,60 metros de largo y que pesaba unos 160 kilos… (Esta especie cuyo nombre científico responde a “isurus oxyrhinchus”), se acercara al piloto, a la niña, al hombre y a su esposa… Este aceite derramado del motor sin dudas sirvió de repelente contra escualos.
Con la misma suerte no corrió la abuela, la querida “Nona”, pues ella con el impacto se alejó flotando con su salvavidas de la nave…
Su hija, su nuero, su nieta y el piloto fueron testigos de cómo se la comía un gran tiburón carite, dentellada a dentellada, de como ella gritaba mientras era desmembrada, de como desaparecía poco a poco y como se teñía de rojo el agua… tal cuál como en las películas.
A la media hora caía la tarde y un helicóptero de la fuerza aérea rescataba a los náufragos.
En el aeropuerto Arturo Michelena de la ciudad de Valencia en Venezuela los esperaban sus familiares quiénes no los veían desde hacía años, Los niños preguntaban por su abuelita, la historia parecía increíble de contar y de seguro estas vacaciones en el trópico jamás serían olvidadas.