CARLOS MI TOCAYO TAMBIÉN DIBUJA
Carlos Zerpa
Los tiempos no se han vuelto más violentos,
Solo han sido más televisados.
Marilyn Manson
Hace ya muchos años le tomé una fotografía al Carlos Rojas y al Alexis Mujica sentados en los escalones de la escalera que conducía al segundo piso en su taller de escultura de Naguanagua, eran jóvenes en ese entonces, pero a la vez ya eran maestros y los tres lo sabíamos, de hecho éramos cómplices en ese entonces… En ese tiempo Carlos ayudaba y aprendía de Alexis, pero a la vez era su gran amigo, su partner, su compañero de locuras, rumbas y arte.
Carlos aprendió el oficio y todos los trucos para hacer sortilegios, magia y eso que llamaban esculturas en resina poliéster y fibra de vidrio.
Pero lo que pasa es que este artista además de ser escultor era y continúa siendo un buen dibujante, que dibuja a la manera más ortodoxa que podemos imaginar, pero con temas tan ácidos que hacen que a mucha gente se le ponga la piel de gallina… ¿a quien se le ocurre mezclar a Velazquez con Goya, Durero, el Bosco y Francis Bacon?, pues a Carlos Rojas se le ocurre y de hecho lo hace muy bien.
Él tiene dragones tatuados en su piel, su misma dermis le sirve de lienzo para un dibujo no tradicional… El Karate le da un cierto orden a su vida, el ARTE en sí es como su religión, su razón de existencia y le procura el eje central.
Hay una pieza escultórica que ha hecho Carlos Rojas y que quiero para mí, para ponerla justo a la entrada de mi casa, es un pez martillo, suerte de tiburón de tamaño natural que cuelga del techo… Hay otra aún más vieja, maravillosa… Un payaso que tiene una pelota mordida entre sus dientes. Pero de eso no se trata este texto, aquí tenemos que hablar es de dibujos, de dibujos sobre papel porque de eso se trata la exposición de este artista valenciano en el gabinete de dibujo (¿del Doctor Caligari?) y que no se nos ocurra decir en esta exhibición que también se puede dibujar con chocolate o con pasta de dientes porque comenzaríamos a provócale mucho miedo a las doñas valencianas.
Nuestro querido hermano traza, hace los gestos, dibuja y se desdibuja a sí mismo, porque estoy convencido que lo que hace nuestro amigo son “Autorretratos”… ¿Será entonces un espejo su dibujo? ¿Estaremos jugando al otro lado de ese espejo al estilo de Lewis Carroll? ¿Será este artista el Sombrerero Loco celebrando su NO cumpleaños mientras toma su té con la Liebre de marzo?
Y ya, basta de apuntar tantas cosas... Vamos a ver sus dibujos y a leer la poesía que escribe como complemento de sus trazos sobre el papel al borde del mismo… Dice Carlos: “escupo mi realidad con gestos insaciables lejos del gesto de la espada.” “Culpa, privilegio implacable de un ser responsable.” “Romper el cronómetro es un asunto de olvidarnos.” “En un estricto desorden me obligo a continuar.” “Creo que una sola noche basta para vivir.”
De hecho las palabras mías sobran.
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