Una tarde con Diego Risquez y Luis Villamizar

 

Una tarde con Diego Risquez y Luis Villamizar

Carlos Zerpa

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Una tarde en la Universidad Central, cuando estábamos haciendo las instalaciones para el evento de vídeo performances del Festival de Caracas, con Margarita D'Amico.

Diego Risquez y yo salimos montados en su motocicleta, a comprar algo para comer.

Nos montamos en la motocicleta sin cascos y yo iba de parrillero. De pronto al cruzar por una calle, unos policías nos mandan a parar por no tener cascos, Diego de inmediato acelera y no se para, la patrulla nos persigue, Diego andaba paranoico con la policía, pues ya le habían matado a su novia, una modelo, unos policías que les dispararon por la espada en esa misma motocicleta, Diego se come las flechas y se sube por encima de las aceras, va en contravía, la patrulla no pudo alcanzarnos, nos metimos en el jardín de su casa en el Country Club, la adrenalina a millón, Diego deja la moto ahí, entre las matas de cayena, nos montamos en su Jeep y volvemos a salir a comernos unas arepas. Del máximo susto, pasamos a reírnos a carcajadas, comimos unas reinas pepiadas, nos regresamos al montaje en la UC y al llegar, Margarita nos preguntó, ¿y a ustedes que les pasó que salieron tan rápido? Y nosotros riendonos no le contamos nada, guardamos el secreto, estábamos vivos y coleando, éramos sobrevivientes de los policías.

Hablaba con Luis Villamizar

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Hablaba con Luis Villamizar, en la Universidad Central, cuando estábamos haciendo las instalaciones para el evento de vídeo performances del Festival de Caracas, con Margarita D'Amico, y de pronto me dice que tiene la idea de meter un tanque de guerra en la sala, que iba a hablar con un coronel del ejército para que se lo prestara por unas horas, la idea era que una vez que el ejercicio metiera un tanque de guerra a la universidad, de inmediato los grupos de izquierda seguro le iban a lanzar bombas molotov y lo iban a quemar, esa sería la propuesta de arte.

Lógicamente Margarita D'Amico,se opuso, pues eso prácticamente acabaría con el festival ya que una acción así no tenía el espíritu del evento.

Nunca supe si Luis Villamizar me hablaba en serio o era solo para provocarme. Ja, ja, ja.