¿Pero que hace una estrella del Rock como tú en un pueblito
como éste?
Uno de los integrantes de la banda T Rex, vivió en
Valencia.
Carlos Zerpa.
Eran como las siete de la noche y doce los hombres que
estaban en esa sala, la mayoría de ellos con pantalones de cuero negro, con
cadenas plateadas colgando de sus bolsillos, con botas altas de motociclistas,
todos con el cabello largo, con melenas que bajaban por sus espaldas y una
actitud de “metaleros”; ellos fumaban, hablaban y tomaban cervezas mientras
escuchaban la garganta del cantante “Cavalera” de la banda de Rock “Sepultura”.
Llegué a ese lugar de carambola, en verdad andaba con mi
cuñado en busca de Rodrigo, un amigo suyo tatuador, para que me dibujara con
sus agujas, en color negro unos “tribales” en mi brazo derecho, íbamos al
encuentro del “Ross Tattoo” estudio que quedaba en el segundo piso de este
edificio, al cual había que llegar atravesando una peluquería de señoras
llamada “Caramelo”, comenzaba el viaje dadaísta, caminando entre mujeres que se
pintaban las uñas, secadores de pelo y ese característico olor a laca.
Había una nube de humo de cigarrillos, música roquera y
olor a cerveza.
Al llegar saludamos al Rodrigo y acordamos una cita en
privado para el próximo lunes en la tarde, para lo del tatuaje que me quería
hacer, aceptamos una cerveza fría y nos quedamos un rato entre los “Heavy
Metals” que hablaban sobre Rock de los años 60s, ese rock que a mi tanto me
gustaba.
Uno de ellos vestido completamente de cuero negro y con
anillos de calaveras en sus dedos, aseguraba con voz ronca, que la mejor
canción realizada por el grupo “Pink Floyd” era “Kashmir” y otro melenudo en
jeans desteñidos le discutía que la mejor de todas era “Money”… En ese momento
me atreví a interrumpirlos rompiendo el hielo y le dije al primero de ellos, que,
aunque en verdad “Kashmir” era una magnifica pieza, esta no era de los de los
chicos del fluido rosado si no de otro maravilloso grupo, que “Kashmir” era de
“Led Zeppelín”. Al instante y tal cual como te miran todo el rebaño de ganado
vacuno cuando uno pisa un potrero, todos los de la sala guardaron un completo
silencio y me miraron fijamente con ojos inquisitorios, pensé que me iban a
coñaciar, cuando de entre el grupo surgió una voz autorizada y cual maestro, cual
gurú, les dijo, que yo tenía razón, que esa pieza era de “Jimmy Page y Robert
Plant”, cosa que todos aceptaron como una gran verdad y sin problemas
continuaron hablando como si nada hubiese pasado.
Este hombre mucho mayor en edad que los del resto de la reunión
se aproximó a mí, obsequiándome una segunda cerveza, y con una sonrisa en los
labios se presentó brindándome su mano y diciendo llamarse Alan, me preguntó si
yo era músico, que si tocaba algún instrumento, que si pertenecía a una banda
de Rock…. Le dije que me llamaba Carlos y que era un artista No convencional,
que hacía instalaciones y performances, que obviamente no era músico, que yo
era de los que estaban en primera fila escuchando a las bandas de Rock y
aplaudiendo, que de verdad era un apasionado del Rock and Roll de finales de
los 60s y comienzos de los 70s y ambos sonreímos.
Bueno y de eso fue de lo que hablamos, de Led Zeppelín,
Grand Funk, Stevie Ray Vaughan, Pink Floyd, Frank Zappa, Rolling Stones, King
Crimson, Deep Purple, Jimmy Hendrix, Eric Clapton, The Beatles, The Yardbirds;
conversación que se mezclaba un tanto con David Bowie, Andy Warhol, el film Easy
Rider, Woodstock 69 y la ciudad de Nueva York.
De pronto “Allan” me preguntó si conocía o había escuchado
algo en ese entonces de un grupo llamado “T Rex”, a lo cual le dije que sí, que
no era uno de mis grupos favoritos, pero que recordaba con muchísimo placer
cuatro canciones de esa estupenda banda británica, piezas que para mí fueron
importantes como: Bang a Gong (Get It On), Metal Guru y la estupenda Children
Of The Revolution, hablamos de cómo “Mac Bolan” el líder y cantante de ese
grupo murió al estrellarse su auto contra un arbol, como ellos crearon lo que
luego se llamaría “Gipsy Rock”, mucho antes que el duque blanco Bowie, Lou Reed
o Iggie Pop lo hicieran, imponiendo los “T Rex”, la estética de los trajes de
leopardo y las boas de plumas, los trajes futuristas brillantes, las botas con
plataforma, los peinados imposibles y los kilos de maquillaje y purpurina que
utilizaban… y luego hablamos de cómo uno de los miembros de la banda, había
abandonado de pronto la grupo, un poco antes de la muerte de “Marc” y
prácticamente había desaparecido del universo Rockero, hasta el sol de hoy,
pues nunca más se supo de él.
En ese instante los ojos de “Allan” se pusieron brillantes,
pasó su brazo por mi espalda, me llevó a un rincón de la sala y me contó parte
de la historia que yo desconocía, de cómo ese estupendo musico, se había metido
en una clínica a desintoxicarse de la heroína, los años de metadona, de sentir
en carne propia lo que llaman el “Cold Turkey”, de cómo había sufrido con la
muerte de su esposa y luego el saber lo de la muerte a su gran amigo “Marc”, el
líder del grupo, de cómo la banda de los “T Rex”, se terminaría abruptamente, de la necesidad
que sintió de un cambio de aire, de cómo surgió un nuevo amor en su vida, una
bella brasileña con la que se iría a vivir a Sao Paulo por varios años y de
cómo un día al tomar un avión hacia Curazao, para desde allí partir hacia Suiza,
su país natal para visitar a sus padres, de pronto se equivocó de vuelo y
terminó en Venezuela en vez de Curazao, de cómo en el aeropuerto de Maiquetía,
un joven roquero que viajaba con su guitarra, como un ángel de la guarda le
dijo, que antes de irse de este país tenía que conocer a la ciudad de Valencia,
capital nacional del Rock venezolano y visitar la plaza de Los Sauces.
Y así fue como llegó aquí a Valencia en Venezuela y cambió
su nombre por el de “Alan Kurt Neville”, que se tiño el largo cabello para
ocultar sus canas, que aunque ilegal ya tenía viviendo aquí 8 años, que tiene
una mujer a quien ama que se llama “María del Carmen” y que toca primera
guitarra en la misma banda en que nuestro amigo Rodrigo, que ya no lo asusta ni
le inquita más el fantasma de los “T Rex”, que lo acompaña un aquí y ahora y no
un ayer, que forma parte de esa banda roquera llamada “Bandidos“ en donde tocan
puro Rock and Roll de los años 60s y 70s.
Me conto también como conoció a los hermanos Shenker
(Rudolf y Maichel) en Alemania y entro a formar parte de la Banda “Lords” y
después “Cry” (Actualmente conocida como Scorpions). Como
en “Hyde Park” conoce a “John Lennon” quien lo invita a escuchar una y otra vez
al grupo “Procol Harum” en su Rolls Royce pintado a mano al estilo “hippie” de
la época, junto “George Harrison” y “Eric Clapton” los cuales lo tomaban como
un amigo, tocando, fumando, y contando experiencias vividas por cada uno de
ellos, a veces en presencia de sustancias que aumentaban el feeling general
“Young and Crazy” londinense. Me dijo que había nacido en Roggwil
(Suiza) de Madre Suiza-Alemana y Padre Británico.}, que se graduó en Psicología
en “The Hill Coventry Institute” En la ciudad de origen de la Familia Neville y
de cómo Marc
Bolan, lo Invito a colaborar con el dúo en formación “TYRANNOSAURUS REX”,
editando exitosos “Hits” de los años 71,72 y 73.
Yo boquiabierto sin terminar de asimilar toda la
información que me daba, sin probar aún un sorbo de la cerveza, le pregunté:
¿Pero que hace una estrella del Rock como tú en un pueblito
como éste?
Y “Allan” me respondió, Viviendo mi momento muy feliz con la
mujer que amo, formando una banda de la nada, sintiéndome vivo, dijo… y de
nuevo ambos sonreímos en completa complicidad, chocamos al brindar las botellas
de cerveza y le deseamos “Larga vida al Rock and Roll”.
Hasta hace poco, esta historia, era parte de su secreto, el
cual yo compartía, pero hoy lo he develado. Allan falleció hace poco en Italia,
este es un sencillo homenaje… nobleza obliga.