ZZ…Continúo aun hoy en día, escuchando buen Rock and Roll y con la misma idea de cambiar el mundo…ZZ

miércoles, julio 22, 2009

POR ESO LO LLAMAN EL MALA SUERTE

POR ESO LO LLAMAN EL MALA SUERTE
CZ


Ya de regreso del hospital con 7 puntos de sutura en su frente y con quemaduras de tercer grado controladas con antibióticos y cremas regeneradoras, nuestro amigo regresa a su casa.
Va manejando pues su esposa no sabe hacerlo, va lento pues la incomodidad y el dolor es de tal magnitud en su entrepierna, que el conducir el auto se le hace de una gran dificultad.
Pero va tranquilo, sabe que no contraerá rabia por la mordedura que la rata le hizo en su frente y que a pesar de lo doloroso de las quemaduras en su entrepierna, se recuperará con descanso y cremitas en cuestión de unos cuatro meses.
A medio camino casi al llegar a la urbanización comienza a llover muy fuerte de un segundo al otro, como dicen, “Llueven perros y gatos”,
La señora Mendoza va en su automóvil hacia la panadería, va a comprar pan, queso, leche y una botella familiar de coca cola, la lluvia la sorprende en el camino, va como lerda, como apendejada pues las pastillas de “Lexotanil” que le recetó su médico para la angustia le dan mucho sueño.
Un tanto dopada intenta pintarse los labios utilizando el espejo retrovisor, pues no quiere llegar a ningún lado sin gota de maquillaje, todo se puede perder menos el glamur.
Al comenzar a pintarse los labios, el lápiz labial se le cae de la mano y rueda hacia el piso entre el acelerador y el freno, ella se agacha un poco a buscarlo sin perder la visibilidad del manejo e intentando descubrirlo a tientas con la punta de sus dedos.
La lluvia, la poca visibilidad, el lápiz labial en el piso, el descontrol, el “Lexotaníl” y quien sabe que otras cosas hacen que el auto se salga de su carril e ingrese al canal de regreso en esta estrecha calle de doble vía.
El impacto fue de pronóstico, del lado del conductor frente a frente contra el auto que venía en sentido contrario.
Nuestro amigo tocó fuertemente la bocina del auto, gritó se orilló, se salió hacia la derecha lo máximo que pudo para evitar el eminente encuentro entre los dos autos, pues vio con terror como un carro en sentido contrario se metía en su canal y lo embestía.
El impacto fue de pronóstico, del lado del conductor frente a frente contra el auto que venía en sentido contrario.
La señora Mendoza salió de su carro y solo dijo “Me quedé como dormida…Perdón… ¿les pasó algo?”
La esposa de nuestro amigo como una fiera le gritó cosas horribles y la insultó bajo la lluvia…. Nuestro amigo estaba desmayado sobre el volante de su carro.
Al poco rato llegó la ambulancia con los paramédicos, la policía de tránsito terrestre, la policía, las grúas, los amigos, los familiares, todo era un caos bajo la lluvia, las dos mujeres lloraban y los enfermeros se llevaban en una camilla a nuestro amigo, empapados con el torrencial aguacero.
Una entrada a emergencia a la unidad de terapia intensiva y como saldo, dos costillas rotas, el fémur izquierdo quebrado, heridas fuertes en su nariz, otros puntos de sutura de nuevo en la frente, un resfriado por la lluvia y un desconcierto total de nuevo en su vida.
El automóvil quedo inservible, ya es chatarra, no se pueden imaginar como no hay muertos en este brutal choque, como dicen los mecánicos “Fue pérdida total”
Ni su auto ni el de la señora estaban asegurados, así que nadie paga los choques, aunque ella dice que va a intentar pagarle los daños y la clínica.
Al día siguiente en otra ambulancia llegó él a su casa. Sin dudas este choque será otro gran misterio que sumará a la mordida de la rata y que también lo perseguirá por el resto de su vida, quizás cosas de brujería o del destino, otro suceso que lo seguiría marcando para siempre como un espécimen de esos que atraen la mala suerte, porque de esto comentan todas sus amistades y familiares.
Ahora a él lo llaman “El mala suerte”.

lunes, julio 20, 2009

EL MALA SUERTE

EL MALA SUERTE
CZ


La rata subió la escalera hacia el segundo piso, era grande y parecía un conejo gris… casi una zarigüeya.
La suegra la vio subir y se quedó sorprendida con la agilidad que tenía al trepar los peldaños de uno en uno y de dos en dos.
La señora fue a buscar un machete o un haragán a la cocina para matarla y lo que encontró fue una escoba y una escardilla de metal, un rastrillo de esos que sirven para recoger las hojas. Ya con la escardilla en la mano, también ella subió las escaleras rápidamente.
La rata se metió al cuarto matrimonial justo al mediodía, se montó en la mesita de noche y le propinó una dentellada en la frente al hombre que dormía en la cama después de disfrutar de un suculento almuerzo.
Ella lo mordió en la frente y el hombre gritó horrorizado, la rata saltó de la mesa de noche al suelo e intentó bajar por las escaleras pero se encontró con la señora que le lanzaba un escardillaso.
El roedor entonces corrió hacia otra puerta entreabierta y se metió en el baño zambulléndose en el WC.
Ellos entraron al baño y entreabrieron un poco la tapa del inodoro y le vaciaron adentro un pote entero de spray mata cucarachas, un recipiente entero de “Baygon verde”, una nube gris y espesa que daba tos.
La rata quería salir desesperada, se zambulló y luego salió de nuevo a darse una bocanada de aire o más bien de insecticida, entonces murió asfixiada ese animalote que era de este tamaño intento con fuerza levantar la tapa pero no pudo pues el hombre herido en la frente se había sentado sobre ella.
El hombre con la sangre que le bajaba desde la frente en dos líneas hacia el pecho para mancharle de rojo la blanca franela, con un hueco profundo y sin carne en el entrecejo, en donde se le veía el hueso frontal, lloraba, sangraba. Metió la mano con un guante amarillo de esos que usa para fregar la mamá de Dexter y sacó por la cola el pesado cadáver del animal y lo puso en una bolsa de basura de esas grandes y negras… Muy sorprendido no podía dar crédito a lo que le estaba pasando.
Su esposa, su suegra y el mismo se hacían la misma pregunta en el automóvil, cuando iba rumbo hacia la clínica para que le aplicaran unos puntos quirúrgicos y le inyectaran una antitetánica y una antirábica.
¿Qué hace que una rata suba las escaleras, se trepe a la mesa de noche y muerda en la frente a un hombre que descansa al mediodía?
Sin dudas es un gran misterio que lo perseguirá por toda su vida, quizás cosas de brujería o del destino, Un suceso que lo marcaría como un espécimen de mala suerte para siempre.


He añadido una parte es de la historia que me contaron...
Elessar

Su mujer se llevó la bolsa para tirarla a la calle, mientras el hombre, aún sentado en el wáter, no podía quitarse lo sucedido de la cabeza. Intentó relajarse y se encendió un cigarrillo, mientras oía a su mujer que le apremiaba desde la calle para ir al hospital a que le miraran esa fea herida en la frente. El hombre aún atontado por lo que había pasado decidió hacer caso a su mujer y levantarse, no sin antes lanzar con furia el cigarrillo al interior del wáter.
El "Baygón verde" aún remanente bajo sus huevos y la tapa del retrete hizo que la segunda saltara con violencia hacia arriba machacando a los primeros, ya chamuscados por la inesperada bomba casera. Además de sus huevos, centro capital ya claudicado y arrasado, todo apéndice, orificio, vello y tiras de piel cercanas a la zona meridional del perineo quedaron a su vez prácticamente descartadas para futuro uso, a menos hasta el muy largo plazo.

CARLOS MI TOCAYO TAMBIÉN DIBUJA

CARLOS MI TOCAYO TAMBIÉN DIBUJA
Carlos Zerpa


Los tiempos no se han vuelto más violentos,
Solo han sido más televisados.
Marilyn Manson

Hace ya muchos años le tomé una fotografía al Carlos Rojas y al Alexis Mujica sentados en los escalones de la escalera que conducía al segundo piso en su taller de escultura de Naguanagua, eran jóvenes en ese entonces, pero a la vez ya eran maestros y los tres lo sabíamos, de hecho éramos cómplices en ese entonces… En ese tiempo Carlos ayudaba y aprendía de Alexis, pero a la vez era su gran amigo, su partner, su compañero de locuras, rumbas y arte.
Carlos aprendió el oficio y todos los trucos para hacer sortilegios, magia y eso que llamaban esculturas en resina poliéster y fibra de vidrio.
Pero lo que pasa es que este artista además de ser escultor era y continúa siendo un buen dibujante, que dibuja a la manera más ortodoxa que podemos imaginar, pero con temas tan ácidos que hacen que a mucha gente se le ponga la piel de gallina… ¿a quien se le ocurre mezclar a Velazquez con Goya, Durero, el Bosco y Francis Bacon?, pues a Carlos Rojas se le ocurre y de hecho lo hace muy bien.
Él tiene dragones tatuados en su piel, su misma dermis le sirve de lienzo para un dibujo no tradicional… El Karate le da un cierto orden a su vida, el ARTE en sí es como su religión, su razón de existencia y le procura el eje central.
Hay una pieza escultórica que ha hecho Carlos Rojas y que quiero para mí, para ponerla justo a la entrada de mi casa, es un pez martillo, suerte de tiburón de tamaño natural que cuelga del techo… Hay otra aún más vieja, maravillosa… Un payaso que tiene una pelota mordida entre sus dientes. Pero de eso no se trata este texto, aquí tenemos que hablar es de dibujos, de dibujos sobre papel porque de eso se trata la exposición de este artista valenciano en el gabinete de dibujo (¿del Doctor Caligari?) y que no se nos ocurra decir en esta exhibición que también se puede dibujar con chocolate o con pasta de dientes porque comenzaríamos a provócale mucho miedo a las doñas valencianas.
Nuestro querido hermano traza, hace los gestos, dibuja y se desdibuja a sí mismo, porque estoy convencido que lo que hace nuestro amigo son “Autorretratos”… ¿Será entonces un espejo su dibujo? ¿Estaremos jugando al otro lado de ese espejo al estilo de Lewis Carroll? ¿Será este artista el Sombrerero Loco celebrando su NO cumpleaños mientras toma su té con la Liebre de marzo?
Y ya, basta de apuntar tantas cosas... Vamos a ver sus dibujos y a leer la poesía que escribe como complemento de sus trazos sobre el papel al borde del mismo… Dice Carlos: “escupo mi realidad con gestos insaciables lejos del gesto de la espada.” “Culpa, privilegio implacable de un ser responsable.” “Romper el cronómetro es un asunto de olvidarnos.” “En un estricto desorden me obligo a continuar.” “Creo que una sola noche basta para vivir.”
De hecho las palabras mías sobran.




jueves, julio 16, 2009

COMO SI FUESE WINNIE POO

COMO SI FUESE WINNIE POO
Para Sebastián con todo mi amor
Carlos Zerpa

Vio en el patio de su casa arriba de un árbol de guayaba un panal enorme, redondo, gris lleno de abejas
Al instante pensó en su niñez y en Winnie Poo.
Así que corrió a su closet a buscar un disfraz de ese osito que se había puesto hace un año para una fiesta de carnaval.
Buscó y buscó entre sus cosas hasta que lo encontró, claro que le quedaba estrecho, así que se desnudó y se lo puso y seguidamente se miró en el espejo. Era sin dudas el osito del cuento.
Seguidamente fue al baño y tomó en sus manos el paquete grande de algodón y comenzó pegarse borlas y tachones sobre todo el cuerpo, con “pega ega” en el disfraz.
Ahora una vez terminado, era una Winnie Poo disfrazado de nube.
Entonces el muchacho se trepó al árbol y se aproximó a donde estaba la colmena, cosa que inquietó de tal manera a esos insectos que comenzaron a zumbar nerviosos para proteger su hábitat.
El joven al ver la cantidad exagerada de estos animales sobrevolando furiosos sobre su cabeza, decidió cantarles a ellas como lo hacía el oso en el cuento:
Tan sólo soy nubecita
Que pasa hoy por aquí
El colmenar visitando,
Por favor no se fijen en mí.

Pero de nada le sirvió, pues no se trataban de abejas si no de avispas, grandes, enardecidas, de color marrón brillante, de este tamañote. Esa especie de Avispa conocida como Matacaballo de unos 5 cm de largo que comenzaron a picarlo y a picarlo sin darle ttregua clavándole los aguijones.
Ese muchacho se salvó de vaina le dijo el doctor a su mamá, y eso porque muchos de los aguijones se quedaron clavados en el disfraz y el algodón y no le penetraron la carne.
Pero tiene más de 60 picadas en el cuerpo, sobre todo en el cuello, los ojos, las manos y los tobillos, en donde la piel estaba al descubierto… No lo mataron de vaina.
Cinco días en la unidad de “terapia Intensiva” del hospital tenía y al quinto día ya casi dado por muerto o a punto de un “coma” el carajito abrió los ojos hinchados.
Entonces el muchacho al volver a la vida dijo: “coño mamá me monté en la mata de guayaba del patio y, cuando estaba subiendo bastante alto entre las ramas para buscar miel del panal, fui atacado por esas abejas marrones que me picaron y me picaron sin respetar que iba de oso y nube, mientras me bajaba como loco desesperado y aún corría hacia la casa me picaron y picaron como mil veces con rabia.
Cuando llegué a la cocina dónde estabas tú, ya no podía ver porque los párpados hinchados me cerraban los ojos, me vi por última vez en el espejo del baño y no me reconocí, parecía que yo no era Winnie Poo si no El hombre elefante.
Recuerdo que me untaste todo el cuerpo con cuatro hojas diferentes y me trajiste al hospital. Solo recuerdo que tenía mucha fiebre y que me dormí sin poder comerme la miel.

miércoles, julio 08, 2009

LA PRIMA COME CHICLE


LA PRIMA COME CHICLE
Carlos Zerpa

La prima del mecánico de carros, del taller “Don Giovanni” detrás de mi casa, solo se alimenta de chicles.
Esos primos de por sí son bastante extraños, ya que el mecánico de noche escucha discos del trompetista “Miles Davis” y de día se llena de grasa acomodando motores. La prima por su parte vino de visita por una semana y se quedó en el taller, ayudó cambiando empacaduras y ajustando pistones, por la noche charlaba con su primo y acuchaba jazz hasta altas horas de la noche.
A la semana se regresó a Barquisimeto a seguir su vida, pero en toda la semana que vivió aquí en Caracas solo comió chicles y no es joda, no probó la sopa de pollo de la tía, así como tampoco las chuletas ahumadas de los almuerzos… Lo de ella era solo chicle y chicle.
Bueno ese era su “toste”, la prima Luisa estaba “frita”…. y en verdad el mecánico no se metía en eso, lo único que le arrechaba era que después de masticar la goma por horas, ella se la sacaba de la boca y las pegaba en el techo.
Así la sala y el dormitorio adquirieron una decoración especial. Manchas gomosas rosadas, verdes y moradas, dificilísimas de quitar hasta con la espátula.
La prima tenía su dieta de sabores; en la mañana masticaba chicles de cambur, fresa o mango; al mediodía eran sabor a yerbabuena, tutti frutti y canela; y ya por la noche solamente de menta.
Vivió por años en México y es una de las autoras e implicadas en tapizar todo el techo del túnel de la estación del Metro de Jamaica, con chicles masticados. Se calcula que en ese lugar hay 270 chicles pegados por metro cuadrado
Sin dudas, más a la vanguardia aún que el arte moderno en las galerías de Nueva York, en muros y techos de este pasillo, tapizado de chicles mascados, plastas que están pegadas en el plafón a lo largo de 20 metros, como si se tratara de los colores en la paleta de un pintor. Son sólo para los ojos. Son el chicle-arte y Luisa la prima del mecánico formó parte de esa creación.
Quería hacer lo mismo con la casa y taller de su primo en Caracas, pero no pudo, el primo por muy capitalino que era, no entendió el meollo del asunto y le despegó todos los chicles del techo… y así no se puede convivir con alguien, así este sea buenmozo y escuche "Flamenco Sketches" de “Miles Devis”.

martes, julio 07, 2009

CASI UN ÁNGEL EXTERMINADOR


CASI UN ÁNGEL EXTERMINADOR
Carlos Zerpa

Al entrar a la habitación vi al grandulón que estaba de pie mirando por la ventana, con la mirada perdida en el espacio.
Era alto, muy alto y fornido, un teutón, una masa de músculos recubierta por un holgado “over all” azul, de mecánico.
En su mano derecha empuñaba una gran “Llave inglesa roja” la llave inglesa más grande que había visto en mi vida…. De hecho él la utilizaba como si fuese un mazo, como martillo. Se me pareció a Thor.
Yo estaba en ese lugar contratado para buscar y eliminar a cuatro sujetos, cuatro terribles criminales que mantenían en jaque a la ciudad y que se encontraban en ese momento refugiados en un viejo edificio justo al frente de donde estábamos nosotros.
Yo tenía la venia de la policía, me dejarían actuar, me dejarían hacer el trabajo de sacar de este mundo a estos cuatro sujetos de una manera rápida y limpia.
En mis manos estaba esa responsabilidad, la policía no quería involucrarse para evitar el tener que apresarlos y llevarlos detenidos. Todos querían que ellos fuesen eliminados… extirpados de raíz.
Al instante saqué una caja de madera de ébano, en donde traía mi afilado cuchillo de acero inoxidable que de verdad cortaba un pelo en el aire… Era un “Randall Attack" un arma blanca de combate hecho a mano, un verdadero desafío a la geometría, amolado en los biseles y en donde se combinaban las líneas ligeramente curvas de filo y lomo, con las graciosas ondas de los planos laterales de la hoja. Como pueden darse cuenta, yo amaba y sigo amando a ese cuchillo que me ha acompañado en tantas aventuras y que me ha ayudado a enviar al otro mundo a tantos asesinos.
Con el cuchillo en mano salgo de la habitación y veo que el hombre musculoso con la llave inglesa ya no se encuentra mirando por la ventana ni en ningún lugar del cuarto… Pregunto por él y nadie sabe a dónde se ha ido, solo saben que trabaja como conserje y plomero en la escuela “Cristo Rey”, que nunca pronuncia palabras, que había venido a acomodar una fuga de agua en el baño, que era un buen hombre, más bien tímido, ensimismado y que se siente como un vengador anónimo a causa de tantos suplementos y tebeos de superhéroes que lee. Todos a él lo llaman “El Oso Otto”.
Ya me dispongo a penetrar sigilosamente en el edificio del frente y muy despacio subo por las escaleras de incendio. Al llegar a la primera habitación me encuentro en el medio de la recámara a un hombre muerto, boca abajo en el piso, casi flotando en un inmenso charco de sangre… su cabeza está literalmente aplastada, se ve que no tuvo tiempo de desenfundar su pistola.
Subo por las escaleras centrales poco a poco y en completo silencio, escucho un sonido en el baño de la habitación principal y entro empuñando mi “Randall”, sé que el primer encuentro de combate está cerca, abro la puerta del baño y me encuentro el cuerpo de un hombre desnudo dentro de la bañera, en la tina llena de agua y espuma, con media cabeza destrozada… Los sesos, los pelos y la sangre pintaban las blancas baldosas del baño como si se tratara de una pintura de “Pollock”. Estoy consternado.
He estudiado los planos que me suministró el departamento científico de la policía secreta, sé exactamente donde queda el cuarto en donde se aposta el francotirador y vigilante, sé dónde queda el cuarto que funge de oficina en donde está el jefe, en donde hace y recibe sus llamadas por el “Blackberry”.
Voy primero por el tercer hombre, ya que los otros dos ya están bien muertos con sus respectivas cabezas aplastadas, voy a encontrarme con el francotirador intentando sorprenderlo mientras vigila desde su ventana con su rifle de mira telescópica. Salgo por la ventana de un cuarto, camino por la cornisa y cuidadosamente entro por la ventana del baño como un “Beatle” cualquiera, entro cautelosamente a la habitación y me dirijo hacia la ventana, en donde efectivamente se encuentra el malhechor con su rifle… Pero lo encuentro ya muerto con la cara completamente desfigurada, de hecho era un ser sin rostro, sin nariz, boca ni ojos, toda la cara se le había convertido en una misma masa fruto de un fuerte impacto; No había nada que hacer, ya era un fiambre.
Corro a toda velocidad hacia la oficina, ya no me importa que sepan que voy al encuentro con el jefe, trataré de evitar sus balas, tratare de cortarle el cuello con mi afilado cuchillo, intentaré por todas las maneras posibles de enfrentarme a ese energúmeno cara a cara y de mandarlo a los mismísimos infiernos.
Abro de un golpe la puerta principal, de una fuerte patada casi la derrumbo, pero veo que he llegado tarde, en el piso hay tres hombres muertos con el cráneo destrozado, comprendo de inmediato que no eran cuatro si no que eran seis los individuos que como cucarachas se alojaban en este lugar, deduzco quien era el jefe al ver su celular aún sostenido en su mano izquierda, todos ellos no tuvieron tiempo de desenfundar sus nueve milímetros, fueron sorprendidos por un torbellino, por una gran ballena, por una tromba marina, por un “Coloso de Rodas”, por “La Mole”…. Todo es un amasijo de sangre y masa encefálica, el fuerte olor es repugnante.
Me retiro, envaino mi cuchillo y me lo coloco en el cinturón, en la parte atrás de mi espalda y debajo de la camisa, salgo a la calle por la puerta de atrás como si nada hubiese sucedido.
Al rato la policía y los reporteros entraban al lugar y no daban crédito a sus ojos, no podían creer como toda la célula delictiva había sido aniquilada, como el peligro había pasado, como estos individuos ya no molestarían más a los ciudadanos honestos.
Al entrar en el edificio del frente a buscar mis cosas, me recibieron con un gran aplauso y unas palmaditas en el hombro, muchas caras de agradecimiento, mucho respeto, un tanto de distancia y un abultado sobre de manila lleno de billetes de alta denominación. Son tres de ellos con lentes oscuros quienes me escoltan al aeropuerto.
En estos momentos voy en mi asiento de avión rumbo a casa, muy afligido pues nunca había tenido una experiencia como esta, voy a casa dándole y dándole vueltas a la cabeza como la mujer del “exorcista”, pensando en “El Oso Otto” y su roja “Llave Inglesa”.

lunes, julio 06, 2009

EN LA ARENA DE MORELOS


EN LA ARENA DE MORELOS
CZ

La otra noche a la una de la madrugada llegué a mi apartamento en Nueva York, había cenado y me disponía entonces a ver un poco de televisión antes de dormir.
No hay nada más entretenido que jugar desde la cama a cambiar rápidamente los canales con un control remoto.
De repente, un personaje con una joroba exagerada apareció en la pantalla cubierto con una capucha negra, con un báculo en su mano derecha, la cara pintada de blanco y llevando con una cadena por el cuello a un hombre cubierto de un largo y rojizo pelaje, garras y dientes fieros, que se contorsionaba salvajemente cual hombre lobo.
Seis monjes encapuchados y con antorchas en sus manos transportaban un ataúd.
Otros seis hombres cual verdugos con capuchas negras y antorchas cargaban otro ataúd.
Al colocar los ataúdes sobre el piso, estos se abrieron repentinamente y de ellos salieron una momia y un monstruo verde.
Todos estábamos boquiabiertos, paralizados.
El presentador en smoking anunciaba:
A “Cuasimodo” de la tierra de Toulouse Lautrec
A “Aullido”, mitad hombre, mitad bestia
A “La Momia Azteca”, ruda y cruel
Y a “El Espectro” desde el fondo de las tinieblas

Aquí en la Arena de Morelos…
¿No es esto una maravilla?

Queridos amigos,


Queridos amigos,

Los hermanos Chang le han dedicado un número especial al minicuento.

Este número está formado de tres partes.

La primera, contiene los cuentos cortos y algunas teorías de nuestros siempre fieles colaboradores.

La segunda, es la presentación de los minicuentos de los publicistas del primer taller de escritura creativa para publicistas del ICREA para el Círculo Creativos de Venezuela.

La tercera, un dossier de lo que consideramos son grandes minicuentos, junto con unos links de teoría.

Esperamos que disfruteny gracias a todos

jueves, julio 02, 2009

ÑAU

ÑAU

Ñau… Ñau…
Ese es el lenguaje de los gatos.
Dice Miguel Ángel que en su casa quien mejor lo habla y escribe es su hija Sara, la niña Hindú.
Dice él que ayer al sur de Valencia la temperatura a eso de las once y media del mediodía, era de 40 grados centígrados y que los gatos no ronroneaban, si no que hacían Ñau, Ñau.
Mi sobrino Rodrigo insiste en que los gatos no hacen Ñau, si no que arruñan.
Sara la niña Hindú, divinidad sofisticada y adolescente escucha a los gatos y se sonríe, ella sabe perfectamente lo que están diciendo.
Esa niña se niega a ponerse anillos en los dedos de sus pies y no se pinta el punto rojo entre ceja y ceja.
Los gatos no lo hacen y ella tampoco.
Así de sencillo.

BRUUUUUUMMMM!!!!


BRUUUUUUMMMM!!!!
Enero 1991


Sentí ese horrible sonido, como una especie de quejido ronco que salía de las entrañas de la tierra.
Al instante se produjo el temblor, la tierra tembló y se sacudió con fuerza.
Escuche muy cerca una explosión
Fue en verdad horrible y solo de recordarlo la carne se me pone como piel de gallina.
El mundo se abrió debajo de mis pies.
El agua era negra y aceitosa, no por esto olía mal, en verdad olía a petróleo.
Un remolino me arrastraba con fuerza hacia el fondo
Nadé y nadé con todas mis fuerzas para no hundirme.
Y logré mantenerme a flote. Pude salvarme.
La corriente me llevó a mitad de la noche como un turbulento río hacia el mar.
Logré abrazarme a un pedazo grueso de madera, era como una especie de durmiente de las vías del tren.
Mis piernas estaban entumecidas por el frío
Mis brazos estaban entumecidos por el frío
De día el sol era abrazante y por eso mi cara está quemada
El agua casi hervía.
Fueron varios días sin comer nada y sin tomar agua
Ya me habían dicho que no tomara nunca agua de mar y no lo hice.
Me bebía mi propio sudor, lo lamia de mis brazos.
Ayer fuerte oleaje me aproximo a la orilla y las olas me trajeron hasta aquí
Por favor ya no me golpeen más
No me sigan pegando… Lo que digo es la verdad
Ya no puedo caminar, me duelen horrores mis extremidades
Tengo las piernas mordisqueadas por los peces… adviertan que se ven mis huesos.
La sal ha evitado que me desangrara.
Rogaba a Dios que no apareciera ningún tiburón y creo que fui escuchado.
ZZ…En el arte definitivamente hay que atreverse, hay que participar de una subversión por la libertad total como dijo el querido maestro Frank Zappa…ZZ