¿Qué vamos a hacer después de navidad?
Tal vez en este momento usted esté contemplando alguna de las siguientes alternativas.
1. La salida es por Maiquetía.
El asunto es tan abierto que, la semana pasada, nos asombramos, cuando en el colegio de mis príncipes el tema de conversación de los niños era precisamente ese. "Nosotros nos vamos a España" o "no, mi papá dice que en Costa Rica se está viviendo muy bien". Ustedes nos se imaginan lo duro que es escuchar cómo en voz de niños un "aquí no hay futuro".
2. El autoexilio.
Vivir en una burbuja de cristal y más nunca interesarse en la política. Inútil, porque tarde o temprano la revolución tocará la puerta de tu casa.
3. Si no puedes vencerlos, úneteles.
Opción a la que se han sumado un número importante de otrora disidentes y que, ahora, disfrutan de "las mieles" de una revolución de la que muchos se están lucrando.
Si no, pregúntense cómo el chavismo creció en la clase media o cómo aumentó la abstención en ese sector. Y es que hablábamos del "voto oculto". La gran sorpresa es que este no era a favor de la oposición, sino del oficialismo. ¿Qué tal? El saltar la talanquera siempre es una posibilidad. Pero el costo es claudicar a tus principios.
4. Quedarse aquí, en nuestro país y luchar porque sea de todos.
Los que apoyan al régimen y los que no lo hacemos.
Hacer músculo. Ser muro de contención. Esta última opción quizás sea la más dura, la más difícil, la más consciente. Nadie garantiza el triunfo, pero sí la tranquilidad de haber intentado todo para lograr el futuro que nuestros hijos se merecen. En caso de no lograrlo, al menos les quedará el ejemplo. Que no es poco decir.
María Isabel Párraga B
1 comentario:
El punto 3 es el más curioso de todos.
¿claudicar tus principios?
Jolines...¿pero qué principios? ¿Serán los principios del reggaetón o del vallenato, himnos oficiales de la gente?
Mejor quedarse con la filosofía de Frank Zappa, pero habría que instruir a los lectores primero, al respecto.
Gran saludo.
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