HOMBRE SUMERGIDO
Para mi hijo Sebastián
Carlos Zerpa
El calor lo tenía sofocado y casi no podía respirar esa tarde tan calurosa de ese verano infernal que se acentuaba en una ciudad cubierta de hormigón y de asfalto.
Llegó a su casa encontrándola vacía, ya que su mujer había salido a secarse el cabello en la peluquería y su hijo pequeño estaba con su hermano mayor en el cine viendo una película de enanos y dragones.
Un ardor en el cuello debajo de sus dos orejas lo inquietaba y al quitarse la corbata y la camisa cuello duro, descubrió que tenía un par de profundas cortadas debajo de sus orejas. Que aunque no le sangraban eran de verdad inquietantes.
Se lavó la cara y se miró las heridas en el espejo del baño no pudiendo creer lo que veía, luego se dio cuenta que poseía además en sus manos, membranas interdigitales como las que tienen las ranas… entonces muy sudado y nervioso se dispuso a darse un buen baño de tina y para ello llenó de agua muy fría la bañera.
Al sumergirse se dio cuenta de lo bien que se sentía al estar dentro del agua, se refrescó, relajó, suspiró y casi se durmió.
Entonces presenció cómo sus brazos se reducían a tal punto que ahora solo tenía sus manos pegadas al tronco, que sus piernas se les habían pegado en una sola y que sus pies se movían solos abajo por su propia cuenta… Un ojo se le trasladó hacia un costado de su cara, hacia su cien y el otro hacia la otra, poniéndoselos a los lados de su cabeza, el cuello le había desaparecido y todo su cuerpo tomaba rápidamente una coloración azul verdosa… estaba baboso y lleno de escamas.
Se había transformado en un pez verdiazul como metálico.
Al llegar su mujer a la casa lo descubrió nadando apretadamente en la bañera, al llegar los hijos y ver ese regalo que les había dejado su padre decidieron sacarlo de la tina y ponerlo en el estanque del patio, suerte de piscina llena de piedras, arenillas, algas tortuguitas y peces rojos para que estuviese mucho más a sus anchas. Lo subieron desde la tina a la superficie con unas toallas y lo llevaron a duras penas hasta el estanque debajo del sauce.
El pez comenzó a nadar intentando comunicarse con su esposa e hijos pero no lo podía conseguir.
Llegó la noche y todos se fueron a sus habitaciones un tanto preocupados pues su padre aún no llegaba de la calle y no contestaba el teléfono celular.
A eso de las 11 de la noche se revirtió el proceso y el pez comenzó a volver a ser hombre, se cerraron sus branquias y tuvo que sacar la cabeza fuera del agua para respirar, sus aletas se transformaron en brazos y sus piernas volvieron a aparecer, regresaron sus orejas, su cabello y su ombligo.
Salió del estanque desnudo, mojado y tiritando del frio, entró al baño a darse una ducha para sacarse con jabón el agua del estanque y el fuerte olor a pescado que tenía en su piel.
Cuando su mujer lo vio empapado no pudiendo dar crédito a sus ojos, él se encogió de hombros sabiendo que le iba a ser difícil explicarle y que ella le creyera lo que le había acontecido.
Con los labios morados por el frio tan solo le dijo: “He estado sumergido”.
miércoles, septiembre 30, 2009
lunes, septiembre 28, 2009
El arte viste de frailejón al cine
El arte viste de frailejón al cine
Partí de la imagen de un frailejón de los Andes y desarrollé libremente la imagen del afiche. Me gustó que creciera tan alto como un hombre y que arriba se abriera al sol. En su centro como corazón puse un OJO. Ese ojo que es el ojo que mira en el cine.
El polifacético artista Carlos Zerpa creó la imagen del Festival del Cine Venezolano Mérida 2009, inspirado en un frailejón coronado por un ojo en pintura acrílica como alegoría al encuentro cinematográfico. Digamos que la relación con el Festival está dada al utilizar una imagen merideña, andina, de los páramos… y nada mejor que el frailejón…
¿Quizás a muchos le hubiese gustado la de un perro Mucuchies? Hummm!!!!
el OJO en el medio de la planta la relaciona directamente con EL OJO QUE VE.
Aclaró Zerpa sobre la propuesta plástica a exhibirse en adelante como figura central en todo lo relacionado al certamen, además de la estatuilla por crear para entregarse como premio en el certamen.
El Festival de Cine Venezolano de Mérida vuelve a celebrarse en la Ciudad de los Caballeros, por quinto año consecutivo. Ya es un festival consolidado y el máximo encuentro de discusión e intercambio de nuestro cine. Bajo la organización del Centro Nacional Autónomo de Cinematografía (CNAC), la Universidad de Los Andes (ULA) y muy especialmente de la Fundación para el Desarrollo de las Artes y la Cultura (Fundearc), su más tenaz promotora, el festival reunirá en su competencia oficial una cifra récord: 15 largometrajes de ficción de lo más reciente de la producción nacional. El cine venezolano vive un momento de crecimiento significativo.
El Festival de Cine Venezolano de Mérida vuelve a celebrarse en la Ciudad de los Caballeros, por quinto año consecutivo. Ya es un festival consolidado y el máximo encuentro de discusión e intercambio de nuestro cine. Bajo la organización del Centro Nacional Autónomo de Cinematografía (CNAC), la Universidad de Los Andes (ULA) y muy especialmente de la Fundación para el Desarrollo de las Artes y la Cultura (Fundearc), su más tenaz promotora, el festival reunirá en su competencia oficial una cifra récord: 15 largometrajes de ficción de lo más reciente de la producción nacional. El cine venezolano vive un momento de crecimiento significativo.
miércoles, septiembre 16, 2009
PERSONAJES CON TOQUE.
PERSONAJES CON TOQUE.
Kid Calavera fue un buen boxeador en su tiempo y en todo el Estado Carabobo lo respetaban por haber ganado todas sus peleas por Nock Out, dicen que de tantos coñazos que le dieron enloqueció. De hecho el Kid estaba loco de bola, hablaba solo, lanzaba sus puños en una pelea imaginaria contra el aire, contra unos enemigos invisibles… Y la gente se asustaba.
Kid Calavera siempre pedía dinero y la gente se impresionaba con él y lo rechazaban pues era sucio y maloliente.
Si le dabas una moneda de 0,25 lo que nosotros llamábamos “un medio”, El Kid decía en argot beisbolero que había bateado un hit, si le dabas una de 0,50 “un real”, entonces decía que había bateado un tubéy (Two Base) y si le dabas un Bolívar se alegraba y gritaba “bateé un Jonróooooon… coñooooo” (Home Run).
Al Kid de vez en vez lo agarraban los bomberos y le daban un buen baño, le afeitaban la larga y negra barba y lo dejaban de nuevo en la calle para que mendigara, que pidiera limosna pero limpio. Kid Calavera bañado y afeitado ya no era el mismo.
El heladero de la “marchantica efe” era muy agresivo, vendía helados pero vivía de mal humor y amargado, uno podía saber cuando llegaba pues escuchaba a lo lejos la canción que hiciera popular esa marca de helados… “Helados efe, efe es, niños y grandes saben lo que es….” si uno le preguntaba ¿Cómo están los helados? Y él respondía arrecho: “helados”, si uno le preguntaba de que sabores los tenía, él respondía buscando peo: “De guevo y leche” y si uno le preguntaba si estaban buenos los helados, él nos decía abriéndose la camisa: “Bueno estoy yo pa´echá coñazos”. De hecho él no vendía sus helados en nuestra plaza ni nosotros se los comprábamos.
Ese hombre que llamábamos Nueva York era tranquilo pero daba como miedo, sus ojos se le iban para atrás y se le quedaba la vista en blanco, siempre estaba pidiendo dinero para irse a la población de Guacara, pero como pedía y seguía pidiendo para ese viaje, nosotros decíamos que ya de seguro tenía dinero suficiente para irse a Nueva York y lo bautizamos con ese nombre.
Nueva York tenía una manía y era irse a la fuente de soda Chipi – Chipi, a la fuente de soda “Haway” o al supermercado “Dony” a agarrar los pitillos de plástico y sacarlos escondido mirando a todos lados, los cuales se iba masticando y tragando, uno a uno durante horas… La última vez que supimos de él fue que lo habían operado de emergencia y le habían sacado del estómago una bola enorme de pitillos de plástico.
Kid Calavera fue un buen boxeador en su tiempo y en todo el Estado Carabobo lo respetaban por haber ganado todas sus peleas por Nock Out, dicen que de tantos coñazos que le dieron enloqueció. De hecho el Kid estaba loco de bola, hablaba solo, lanzaba sus puños en una pelea imaginaria contra el aire, contra unos enemigos invisibles… Y la gente se asustaba.
Kid Calavera siempre pedía dinero y la gente se impresionaba con él y lo rechazaban pues era sucio y maloliente.
Si le dabas una moneda de 0,25 lo que nosotros llamábamos “un medio”, El Kid decía en argot beisbolero que había bateado un hit, si le dabas una de 0,50 “un real”, entonces decía que había bateado un tubéy (Two Base) y si le dabas un Bolívar se alegraba y gritaba “bateé un Jonróooooon… coñooooo” (Home Run).
Al Kid de vez en vez lo agarraban los bomberos y le daban un buen baño, le afeitaban la larga y negra barba y lo dejaban de nuevo en la calle para que mendigara, que pidiera limosna pero limpio. Kid Calavera bañado y afeitado ya no era el mismo.
El heladero de la “marchantica efe” era muy agresivo, vendía helados pero vivía de mal humor y amargado, uno podía saber cuando llegaba pues escuchaba a lo lejos la canción que hiciera popular esa marca de helados… “Helados efe, efe es, niños y grandes saben lo que es….” si uno le preguntaba ¿Cómo están los helados? Y él respondía arrecho: “helados”, si uno le preguntaba de que sabores los tenía, él respondía buscando peo: “De guevo y leche” y si uno le preguntaba si estaban buenos los helados, él nos decía abriéndose la camisa: “Bueno estoy yo pa´echá coñazos”. De hecho él no vendía sus helados en nuestra plaza ni nosotros se los comprábamos.
Ese hombre que llamábamos Nueva York era tranquilo pero daba como miedo, sus ojos se le iban para atrás y se le quedaba la vista en blanco, siempre estaba pidiendo dinero para irse a la población de Guacara, pero como pedía y seguía pidiendo para ese viaje, nosotros decíamos que ya de seguro tenía dinero suficiente para irse a Nueva York y lo bautizamos con ese nombre.
Nueva York tenía una manía y era irse a la fuente de soda Chipi – Chipi, a la fuente de soda “Haway” o al supermercado “Dony” a agarrar los pitillos de plástico y sacarlos escondido mirando a todos lados, los cuales se iba masticando y tragando, uno a uno durante horas… La última vez que supimos de él fue que lo habían operado de emergencia y le habían sacado del estómago una bola enorme de pitillos de plástico.
La S y la Z
La S y la Z
Las letras “S” y “Z” parten de un mismo principio, son la misma cosa, hermanas gemelas.
Son letras de una sola línea continua.
Una es curva y la otra es recta.
La “S” parte de la esquina superior derecha, se desliza hacia la izquierda toma una curva serrada y desciende hacia la derecha, de nuevo toma una curva muy cerrada descendente en “U” y va recta hacia la izquierda… Serpenteando, jugando a las curvas en su carrera.
La “Z” parte de la esquina superior izquierda, se desliza hacia la derecha cual bala, frena en seco y como una “V” acostada desciende en diagonal hacia la izquierda, de nuevo frena abruptamente y se regresa abierta en línea recta hacia su meta en el ala derecha… En zigzag, cual rayo.
La “S” es una “Z” que se mira al espejo, pero en un espejo del mundo “Bizarro”.
Las letras “S” y “Z” parten de un mismo principio, son la misma cosa, hermanas gemelas.
Son letras de una sola línea continua.
Una es curva y la otra es recta.
La “S” parte de la esquina superior derecha, se desliza hacia la izquierda toma una curva serrada y desciende hacia la derecha, de nuevo toma una curva muy cerrada descendente en “U” y va recta hacia la izquierda… Serpenteando, jugando a las curvas en su carrera.
La “Z” parte de la esquina superior izquierda, se desliza hacia la derecha cual bala, frena en seco y como una “V” acostada desciende en diagonal hacia la izquierda, de nuevo frena abruptamente y se regresa abierta en línea recta hacia su meta en el ala derecha… En zigzag, cual rayo.
La “S” es una “Z” que se mira al espejo, pero en un espejo del mundo “Bizarro”.
viernes, septiembre 11, 2009
¿CONOCES LA CANCION PIPIPIRIGUÁ?
¿CONOCES LA CANCION PIPIPIRIGUÁ?
Una bicicleta casi me atropella, casi me lleva por delante, venía en contra via, comiéndose la flecha, no la vi, no la esperaba y me frenó a pocos centímetros, frenó en seco… justo cuando en voz alta yo dije “Pipipiriguá”. ¿Coincidencia? ¿Usted cree?, venía yo atravesando la calle de la bodega que quedaba en frente de mi casa en la avenida Díaz Moreno de comprarle no se qué vaina a mi mamá, era otra época y con diez años ya andaba haciendo mandados y diligencias, de hecho iba y venía solo de mi colegio “Julio Castro”, caminando, bueno, bueno el colegio quedaba en la esquina de la cuadra pasando la calle, justo en frente del taller en donde reparaban bicicletas y al lado de mi casa pasando la calle estaba el circo de toros “Arenas de Valencia”.
Comenzaba la década, teníamos a Rómulo Betancourt de presidente aquí en Venezuela y Kennedy triunfaba en las elecciones en los estados Unidos, ni soñaba Betancourt que le iban a quemar las manos en un atentado ni JFK que le iban a volar los sesos de un disparo en Texas. Coño parecía que fue ayer cuando nos visitara el mismísimo Fidel Castro, aquí en Venezuela, bueno fue en el 59, el año pasado, Hummm!!! y pensar que Castro se convertiría luego en dictador… las pavas de Valencia y Caracas andaban con un muñeco inflable de goma, un muñeco negro, una caricaturización de un africano que guiñaba un ojo, abrazado a sus brazos y al que todos llamaban “Lumumba”.
En la bodega del frente de la casa me encontré con mi amigo de cuadra Otonielito, quien vivía a tres casas de la mía, justo en frente de donde residía un hombre que tenía todo el rostro lleno de grandes protuberancias, de bolas de carne que le daban un aspecto de cara de guanábana, decían que fue un sapo que le echó su leche en el rostro cuando era niño, eso decían… Otoniel estaba en la bodega, en esa tienda comprando azúcar, él la compraba en bolsas de a medio kilo y se la comía con una cuchara sopera, el azúcar lo sacaban de un saco grande y lo ponían en bolsas de color beige y te lo pesaban delante de tus ojos, recuerdo que una muchacha que trabajaba en la casa fue mandada a comprar azúcar y regresó a casa con la bolsa vacía, pues se le había botado de la calle, ella decía que le habían dado la bolsa cerrada por arriba y abierta por debajo, pero la realidad era que había tomado el empaque al revés y al transportarla la bolsa cabeza para abajo se había abierto botando todo su contenido para perdida de mi señora madre y ganancia para las cucarachas que saldrían sin dudas en la madrugada a recorrer las calles si no llovía.
Otro vecino presumía de saberse todos las letras de las canciones de moda y llegaba a la bodega a cantar a capela una a una cada canción, no porque tuviese buena voz ni para demostrar que era buen cantante, si no para que todos nos enteráramos que se sabía, que memorizaba todas las letras… Esa mañana llegó cantando el éxito del momento, “El Pájaro Chogüí” con aquello de: “Cuenta la leyenda que en un árbol se encontraba encaramado un indiecito Guaraní, que sobresaltado por el grito de su madre perdió apoyo y cayendo se murió y que entre los brazos maternales por extraños sortilegios en Chogüí se convirtió… Chogüí, Chogüí, Chogüí, que lindo es que lindo va perdiéndose en el cielo azul turquí…”
Entonces el señor Jesús vendía kerosene sacándolo de un gran barril metálico y llenando los envases de los clientes que necesitaban ese combustible para las cocinas, Otoniel andaba con una “Locha” para comprar azúcar, su vicio, el hijo del administrador de la plaza de toros estaba comprando mortadela, la cual rebanaban a cuchillo, era roja casi vino tinto, muy roja y decían que estaba hecha de carne de burro, yo esperando para comprar velas de cebo para poder amansar el cuero de los guantes nuevos de beisbol y ese amigo que he olvidado su nombre cantaba esa canción del “misterioso cantante enmascarado” que salía en “Televisa” cantando con una máscara puesta y que después se supo que era Néstor Zavarce, cuando apareció en el “Show de las 12” de Víctor Saume, ese cantante Zavarce que se hizo famoso, por quien en ese momento hubo desmayos, tumultos, gritos histéricos y hasta heridos por esas grandes manifestaciones de popularidad de este magnífico cantante venezolano quien también aparte del pájaro naranjero, también pegó en ese momento “La tarde gris” y “Novia”.
El vecino cantaba a voz en cuello: “Y desde aquel día se recuerda al indiecito cuando se oye como un eco a los Chogüí, es el canto alegre y bullanguero del precioso naranjero que repite en su cantar, salta y picotea las naranjas que es su fruta preferida repitiendo sin cesar… Chogüí, Chogüí, Chogüí, Chogüí, Chogüí, Chogüí, Chogüí….” Y todos se quedaban con la boca abierta envidiándole que se supiera la letra de la canción de moda, y yo también.
En el patio de su casa él aprendía a manejar un automóvil sentado sobre una vieja poltrona y haciendo los cambios de velocidad con un tubo clavado en la tierra, él nos enseñaba como se ponía la primera, el cambio a segunda y a tercera… y como se metía el retroceso… Otras veces hacía explotar balas calibre 38 golpeándolas con un clavo y un martillo, disparándolas hacia destinos desconocidos, ahora pensándolo a distancia veo cuanto peligro envolvía este juego.
En ese entonces yo le pedía permiso a mi mamá para irle a poner aire a la rueda de mi bicicleta azul, en el taller de la esquina, mi madre me lo permitía mientras fuese por la acera sin montarme en ella y que regresara apenas le pusieran aire, entonces yo le hacía caso pero una vez inflada la rueda, me iba a darle un par de vueltas a las cuadras, pedaleaba por la Avenida Bolívar, subía por la Navas Espínola, frente a la casa de una prima que me gustaba y que vivía por la caja de agua, pasaba por la iglesia gótica de las Siervas, por la plaza de toros, me iba a los helados “Crema Polar” los mejores helados de vainilla que he comido en mi vidaaaaaaa!!!!, por mi colegio a ver si me veían mis compañeritos... je, je, je y de regreso a casa como si nada, a menos que una vecina metiche me acusara. Claro que era otra época pero para un niño de 10 años andar en bicicleta por esas calles en 1960, con automóviles era en verdad un gran riesgo y un acto de completa valentía y rebeldía… Bueno y de inconsciencia.
Mi madre conocía a mis amigos de la cuadra y los llamaba por sus apodos, estaba el papá de un amigo que tenía una barbita pequeñita a quién nombraba el “Chiva e`Coco”, un compañero de clases que comía mucho al que le decía el “Tragaldaba”, uno muy alto que llamaba el “Vara e`Coco”, a mi por gordito me decía “El Gordito del Táchira” como el personaje en caricatura de la lotería… Cuando algo la sorprendía o asustaba ella en voz alta decía “Pedro Estrada y su Madre” o “Cristo en la columna”… Mi mamá era una excelente y reconocida cocinera y aún hoy en día a sus 85 años y su poca vista, cocina.
Recuerdo como en casa una y otra vez me pasaba por la cabeza la fulana canción en la que todavía se recuerda al indiecito cuando se oye el canto del pajarito ese…. Así que como andaba picao por lo de la canción de Zavarce y por ese amigo de estupenda memoria que nos restregaba en las caras sus conocimientos, comencé a escuchar en la radio los últimos éxitos a ver cual él no nos había cantado, pasaba de la “Onda de la Alegría” a “Radio América” a “Radio Rumbos” a “Radio 810”, pero que buena vaina, todas las canciones se las habíamos escuchado al vecino, desde “Moliendo café” ese ritmo orquídea de Hugo Blanco y su arpa viajera a “La bola” del Conjunto Ingeniería, desde “Teresa dónde vas” de Juan Vicente Torrealba a “El Borracho” de Adilia Castillo… ese coño se las sabía todas, es que lo único que hacía en su vida era aprenderse las canciones.
Justo en ese momento pasando el dial de una emisora a la otra, escucho al cantante Alfredo Sadel, que canta por primera vez “Pipipiriguá”, el locutor anuncia la primicia de que solo la podían escuchar en su “Radio 810”… y claramente veo como un destello de luz que corona mis planes, al oírla salgo como un rayo a la tienda del frente, cruzo la calle a donde el señor Jesús, a la bodega que está como siempre llena de gente esperando para hacer sus compras; yo hecho el pendejo me aproximo como quien no quiere la cosa al amigo cantante quién termina de cantar “que se pare la bola, que se pare otra vez, que se pare tres veces…” y le digo a él, sin que nadie escuche para no avergonzarlo: ¿Has escuchado de Alfredo Sadel su última canción que dice: “Pipipiriguá, Pipipiriguá, Pipipiriguá,…..?????” y lo dejo frio limón, pálido como un muerto, rosado apio, haciendo cuí cuí, mirando al vacío sin poder creer lo que acababa de escuchar. y Yo me voy de la bodega despacio a mi casa, satisfecho, con una sonrisa de oreja a oreja, feliz por mi travesura y es cuando casi me lleva por delante esa puta bicicleta que venía comiéndose la flecha y que me frenó a pocos centímetros, poniéndome las bolas como nudo de corbata … justo cuando en voz alta yo cantaba muy sonreído “Pipipiriguá, Pipipiriguá, Pipipiriguá”.
Una bicicleta casi me atropella, casi me lleva por delante, venía en contra via, comiéndose la flecha, no la vi, no la esperaba y me frenó a pocos centímetros, frenó en seco… justo cuando en voz alta yo dije “Pipipiriguá”. ¿Coincidencia? ¿Usted cree?, venía yo atravesando la calle de la bodega que quedaba en frente de mi casa en la avenida Díaz Moreno de comprarle no se qué vaina a mi mamá, era otra época y con diez años ya andaba haciendo mandados y diligencias, de hecho iba y venía solo de mi colegio “Julio Castro”, caminando, bueno, bueno el colegio quedaba en la esquina de la cuadra pasando la calle, justo en frente del taller en donde reparaban bicicletas y al lado de mi casa pasando la calle estaba el circo de toros “Arenas de Valencia”.
Comenzaba la década, teníamos a Rómulo Betancourt de presidente aquí en Venezuela y Kennedy triunfaba en las elecciones en los estados Unidos, ni soñaba Betancourt que le iban a quemar las manos en un atentado ni JFK que le iban a volar los sesos de un disparo en Texas. Coño parecía que fue ayer cuando nos visitara el mismísimo Fidel Castro, aquí en Venezuela, bueno fue en el 59, el año pasado, Hummm!!! y pensar que Castro se convertiría luego en dictador… las pavas de Valencia y Caracas andaban con un muñeco inflable de goma, un muñeco negro, una caricaturización de un africano que guiñaba un ojo, abrazado a sus brazos y al que todos llamaban “Lumumba”.
En la bodega del frente de la casa me encontré con mi amigo de cuadra Otonielito, quien vivía a tres casas de la mía, justo en frente de donde residía un hombre que tenía todo el rostro lleno de grandes protuberancias, de bolas de carne que le daban un aspecto de cara de guanábana, decían que fue un sapo que le echó su leche en el rostro cuando era niño, eso decían… Otoniel estaba en la bodega, en esa tienda comprando azúcar, él la compraba en bolsas de a medio kilo y se la comía con una cuchara sopera, el azúcar lo sacaban de un saco grande y lo ponían en bolsas de color beige y te lo pesaban delante de tus ojos, recuerdo que una muchacha que trabajaba en la casa fue mandada a comprar azúcar y regresó a casa con la bolsa vacía, pues se le había botado de la calle, ella decía que le habían dado la bolsa cerrada por arriba y abierta por debajo, pero la realidad era que había tomado el empaque al revés y al transportarla la bolsa cabeza para abajo se había abierto botando todo su contenido para perdida de mi señora madre y ganancia para las cucarachas que saldrían sin dudas en la madrugada a recorrer las calles si no llovía.
Otro vecino presumía de saberse todos las letras de las canciones de moda y llegaba a la bodega a cantar a capela una a una cada canción, no porque tuviese buena voz ni para demostrar que era buen cantante, si no para que todos nos enteráramos que se sabía, que memorizaba todas las letras… Esa mañana llegó cantando el éxito del momento, “El Pájaro Chogüí” con aquello de: “Cuenta la leyenda que en un árbol se encontraba encaramado un indiecito Guaraní, que sobresaltado por el grito de su madre perdió apoyo y cayendo se murió y que entre los brazos maternales por extraños sortilegios en Chogüí se convirtió… Chogüí, Chogüí, Chogüí, que lindo es que lindo va perdiéndose en el cielo azul turquí…”
Entonces el señor Jesús vendía kerosene sacándolo de un gran barril metálico y llenando los envases de los clientes que necesitaban ese combustible para las cocinas, Otoniel andaba con una “Locha” para comprar azúcar, su vicio, el hijo del administrador de la plaza de toros estaba comprando mortadela, la cual rebanaban a cuchillo, era roja casi vino tinto, muy roja y decían que estaba hecha de carne de burro, yo esperando para comprar velas de cebo para poder amansar el cuero de los guantes nuevos de beisbol y ese amigo que he olvidado su nombre cantaba esa canción del “misterioso cantante enmascarado” que salía en “Televisa” cantando con una máscara puesta y que después se supo que era Néstor Zavarce, cuando apareció en el “Show de las 12” de Víctor Saume, ese cantante Zavarce que se hizo famoso, por quien en ese momento hubo desmayos, tumultos, gritos histéricos y hasta heridos por esas grandes manifestaciones de popularidad de este magnífico cantante venezolano quien también aparte del pájaro naranjero, también pegó en ese momento “La tarde gris” y “Novia”.
El vecino cantaba a voz en cuello: “Y desde aquel día se recuerda al indiecito cuando se oye como un eco a los Chogüí, es el canto alegre y bullanguero del precioso naranjero que repite en su cantar, salta y picotea las naranjas que es su fruta preferida repitiendo sin cesar… Chogüí, Chogüí, Chogüí, Chogüí, Chogüí, Chogüí, Chogüí….” Y todos se quedaban con la boca abierta envidiándole que se supiera la letra de la canción de moda, y yo también.
En el patio de su casa él aprendía a manejar un automóvil sentado sobre una vieja poltrona y haciendo los cambios de velocidad con un tubo clavado en la tierra, él nos enseñaba como se ponía la primera, el cambio a segunda y a tercera… y como se metía el retroceso… Otras veces hacía explotar balas calibre 38 golpeándolas con un clavo y un martillo, disparándolas hacia destinos desconocidos, ahora pensándolo a distancia veo cuanto peligro envolvía este juego.
En ese entonces yo le pedía permiso a mi mamá para irle a poner aire a la rueda de mi bicicleta azul, en el taller de la esquina, mi madre me lo permitía mientras fuese por la acera sin montarme en ella y que regresara apenas le pusieran aire, entonces yo le hacía caso pero una vez inflada la rueda, me iba a darle un par de vueltas a las cuadras, pedaleaba por la Avenida Bolívar, subía por la Navas Espínola, frente a la casa de una prima que me gustaba y que vivía por la caja de agua, pasaba por la iglesia gótica de las Siervas, por la plaza de toros, me iba a los helados “Crema Polar” los mejores helados de vainilla que he comido en mi vidaaaaaaa!!!!, por mi colegio a ver si me veían mis compañeritos... je, je, je y de regreso a casa como si nada, a menos que una vecina metiche me acusara. Claro que era otra época pero para un niño de 10 años andar en bicicleta por esas calles en 1960, con automóviles era en verdad un gran riesgo y un acto de completa valentía y rebeldía… Bueno y de inconsciencia.
Mi madre conocía a mis amigos de la cuadra y los llamaba por sus apodos, estaba el papá de un amigo que tenía una barbita pequeñita a quién nombraba el “Chiva e`Coco”, un compañero de clases que comía mucho al que le decía el “Tragaldaba”, uno muy alto que llamaba el “Vara e`Coco”, a mi por gordito me decía “El Gordito del Táchira” como el personaje en caricatura de la lotería… Cuando algo la sorprendía o asustaba ella en voz alta decía “Pedro Estrada y su Madre” o “Cristo en la columna”… Mi mamá era una excelente y reconocida cocinera y aún hoy en día a sus 85 años y su poca vista, cocina.
Recuerdo como en casa una y otra vez me pasaba por la cabeza la fulana canción en la que todavía se recuerda al indiecito cuando se oye el canto del pajarito ese…. Así que como andaba picao por lo de la canción de Zavarce y por ese amigo de estupenda memoria que nos restregaba en las caras sus conocimientos, comencé a escuchar en la radio los últimos éxitos a ver cual él no nos había cantado, pasaba de la “Onda de la Alegría” a “Radio América” a “Radio Rumbos” a “Radio 810”, pero que buena vaina, todas las canciones se las habíamos escuchado al vecino, desde “Moliendo café” ese ritmo orquídea de Hugo Blanco y su arpa viajera a “La bola” del Conjunto Ingeniería, desde “Teresa dónde vas” de Juan Vicente Torrealba a “El Borracho” de Adilia Castillo… ese coño se las sabía todas, es que lo único que hacía en su vida era aprenderse las canciones.
Justo en ese momento pasando el dial de una emisora a la otra, escucho al cantante Alfredo Sadel, que canta por primera vez “Pipipiriguá”, el locutor anuncia la primicia de que solo la podían escuchar en su “Radio 810”… y claramente veo como un destello de luz que corona mis planes, al oírla salgo como un rayo a la tienda del frente, cruzo la calle a donde el señor Jesús, a la bodega que está como siempre llena de gente esperando para hacer sus compras; yo hecho el pendejo me aproximo como quien no quiere la cosa al amigo cantante quién termina de cantar “que se pare la bola, que se pare otra vez, que se pare tres veces…” y le digo a él, sin que nadie escuche para no avergonzarlo: ¿Has escuchado de Alfredo Sadel su última canción que dice: “Pipipiriguá, Pipipiriguá, Pipipiriguá,…..?????” y lo dejo frio limón, pálido como un muerto, rosado apio, haciendo cuí cuí, mirando al vacío sin poder creer lo que acababa de escuchar. y Yo me voy de la bodega despacio a mi casa, satisfecho, con una sonrisa de oreja a oreja, feliz por mi travesura y es cuando casi me lleva por delante esa puta bicicleta que venía comiéndose la flecha y que me frenó a pocos centímetros, poniéndome las bolas como nudo de corbata … justo cuando en voz alta yo cantaba muy sonreído “Pipipiriguá, Pipipiriguá, Pipipiriguá”.
EN MARACAIBO A 40 GRADOS A LA SOMBRA
EN MARACAIBO A 40 GRADOS A LA SOMBRA
Un hombre con los dedos de las manos y de los pies deformados por la artritis, cuida los carros en el estacionamiento de una panadería en Maracaibo a pleno sol y en voz alta habla sobre un dirigente político venezolano ya desaparecido...
Que vaina Jovito Villalba se murió y a nadie le importó un carajo, es que a la gente de este país no le importa nada su propia gente, pero lloran por la muerte de Lady Di... y lloran por la muerte de la madre Teresa de Calcuta…
Si yo tuviera familia jugara al KINO para ganármelo, pero ando solo en la vida y no me sirve para nada tener tanto dinero... yo lo que soy es artista, un cantante y cantaría en televisión así la malandra Elizabeth me echara vaina, porque esa mujer lo que es, pues es una vagabunda, que va a ser esa una malandra nada, ja, ja, ja. Lo que esa bicha es, es una vagabunda.
Arriba allá en el cielo lo que hay es una gran computadora que únicamente se puede ver de noche... miles de lucecitas…
Por eso canto: tabaquera, tabaquera ¿tabaquera dónde están los tabacos...? ¿Dónde están, donde están los tabacos? ¿tabaquera dónde están los tabacos...?
Un hombre con los dedos de las manos y de los pies deformados por la artritis, cuida los carros en el estacionamiento de una panadería en Maracaibo a pleno sol y en voz alta habla sobre un dirigente político venezolano ya desaparecido...
Que vaina Jovito Villalba se murió y a nadie le importó un carajo, es que a la gente de este país no le importa nada su propia gente, pero lloran por la muerte de Lady Di... y lloran por la muerte de la madre Teresa de Calcuta…
Si yo tuviera familia jugara al KINO para ganármelo, pero ando solo en la vida y no me sirve para nada tener tanto dinero... yo lo que soy es artista, un cantante y cantaría en televisión así la malandra Elizabeth me echara vaina, porque esa mujer lo que es, pues es una vagabunda, que va a ser esa una malandra nada, ja, ja, ja. Lo que esa bicha es, es una vagabunda.
Arriba allá en el cielo lo que hay es una gran computadora que únicamente se puede ver de noche... miles de lucecitas…
Por eso canto: tabaquera, tabaquera ¿tabaquera dónde están los tabacos...? ¿Dónde están, donde están los tabacos? ¿tabaquera dónde están los tabacos...?
martes, septiembre 08, 2009
¿LE TIENES MIEDO A LOURDES?
¿LE TIENES MIEDO A LOURDES?
A Lourdes le dio fiebre y todo, es que había demonios rondando, esas sombras tenebrosas que de pronto están dentro de uno y de repente se manifiestan, ajá, no pongas esa cara de incrédulo porque todos tenemos demonios adentro y de un momento al otro toman posesión de uno y zass!!!...
Por eso ella no puede estar teniendo relaciones con hombres, ella no puede meterse en la cama con hombres… y con mujeres menos.
Hmmmmm!!!!!
Bueno cuando Lourdes está en una relación sexual con un hombre, los dos se convierten en una sola carne y ella lo incorpora a él a su cuerpo es decir que ya no son dos sino uno… Déjame explicártelo, a su espíritu le son transferidas todas las cargas espirituales de todas las mujeres con las que ese hombre ha estado.
Imagínate las cargas espirituales que una prostituta puede tener, estás con una ramera y ella te transfiere los cientos de demonios de todos los hombres con los que ha estado ¿te imaginas las cargas que una puta puede tener? ¿Las que un hombre mujeriego, un Casanova, un play boy pueden tener? …are you looking for Mr. Goodbar?
Entonces como te decía, todas las cargas espirituales de todas las mujeres con las que ese hombre ha estado, son como demonios que entran a su cuerpo, espíritus de temor, de depresión, de fornicación, de suicidio, etc. Se le meten a ella causándole problemas e induciéndole estados alterados de conciencia.
Son cargas espirituales que todos tenemos, que todos arrastramos, las cuales quedan como tatuadas dentro de uno, por eso la biblia habla de no fornicar, porque es el único pecado que atenta contra tu espíritu.
Ella ya tenía algunos demonios metidos dentro de sí que le fueron trasmitidos por su marido y otros que se le metieron por el otro tipo hippie, con el que estuvo de novia cuando vivía en Mérida.
La primera experiencia extrasensorial que tuvo Lourdes fue en su cuarto, estaba viendo un programa cristiano en la televisión y de pronto se desmayó y entró en unción. Bueno lo que llaman en su iglesia unción que es una especie de transe supongo, ella sentía calor en el cuerpo y no podía hablar luego vio imágenes que la rodeaban y escuchó muy claro el nombre de la hija de un amigo, una voz le decía que estaba enferma de las piernas y Lourdes oró por ella, por su sanidad, pasó allí creo como 30 minutos tirada, sudando frio y no podía levantarse.
¿Te da susto? ¿Si quieres te lo cuento luego cuando tengas time?
Ah bueno, luego se fue a su cama y siguió orando porque fue muy raro todo, en la cama sintió que le entró algo por los genitales, que algo grande y desagradable se le metía por la vagina y le agarraba y le levantaba y hundía en la cama y orando le dejó, luego oró por la niña y sanó sus piernas.
Eso fue en abril.
Luego en mayo Lourdes fue a un campamento cristiano en Naguanagua y entró otra vez en la unción, ella sintió al espíritu santo tocando su ser, fue durante una representación simbólica de cuando Jesús lavó los pies de sus apóstoles, estaban los hermanos haciendo un teatro, actuando como Jesús y sus discípulos.
En medio de esa representación fue ungida, comenzó a temblar y se desmayó nuevamente, solo que esta vez lloraba mucho y no podía controlarse, unas viejas del templo que estaban en el campamento recibieron al espíritu santo y le hablaron en lenguas como en Pentecostés y entonces Lourdes vomitó… bueno vomitó babas…
De allí se levantó como pudo y la llevaron aparte, hablaron con ella, el pastor puso su mano en la frente de ella, oraron todos y le hicieron la liberación. Durante la liberación Lourdes se vio debajo de la cruz de Cristo siendo cubierta por la sangre de Jesús en la cruz, ella se veía debajo de Jesús y la sangre de sus manos, pies y de su costado caían sobre ella como lluvia, cubriéndola completamente del rojo liquido, lloró, vomitó, tembló... Luego veía como unos jeroglíficos rojos sobre ella y como se iban uno a uno muy lejos como huyendo, eran demonios. Eran cuatro las señoras más el pastor orando por ella, pero Lourdes sentía como si fuesen millones de voces presentes, sentía sangre caliente cubriéndole todo el cuerpo y también saliéndole de sus genitales, fue horrible y bello a la vez, luego despertó y le dio fiebre cuarenta, temblaba mucho, se fue a acostar y ya eso fue todo...
A Lourdes no le ha dado nada nuevamente porque no ha estado con hombres ni tampoco ha participado en rituales pentecostales.
Solo que hoy se siente similar a esos días....
Ella asume que es espiritual lo que tiene y siente en estos momentos, se siente mal, le duele le pecho, está temblando pero no sabe que sea... Quizás el virus ese que le está dando a todos.
Son presunciones, está asumiendo cosas, es todo... No hay razones para que se le estén metiendo demonios ni para estar en unción porque no ha tenido sexo con ningún hombre.
Me llamó por teléfono a eso de las seis y me dijo que si ella no lo hubiese vivido lo que ha vivido no lo creería de boca de otra persona, que si no lo hubiese vivido no sabría lo que piensa le está pasando en estos momentos.
Por eso no puede estar teniendo relaciones con hombres, por eso se refugia con sus hermanos evangélicos. Porque ella no puede llegar al acto sexual, ella insiste en hacer notar que por algo la biblia habla de no fornicar, porque es uno de los diez mandamientos que trajo Moisés de la montaña, porque fornicar es el único pecado que atenta contra tu espíritu. ¿Entiendes?
Espero que ahora por lo que te haya contado de Lourdes, esas cosas que ella me ha confesado a mí y que yo te he trasmitido a ti, no le tengas miedo.
¿Tú le tienes miedo a Lourdes?
A Lourdes le dio fiebre y todo, es que había demonios rondando, esas sombras tenebrosas que de pronto están dentro de uno y de repente se manifiestan, ajá, no pongas esa cara de incrédulo porque todos tenemos demonios adentro y de un momento al otro toman posesión de uno y zass!!!...
Por eso ella no puede estar teniendo relaciones con hombres, ella no puede meterse en la cama con hombres… y con mujeres menos.
Hmmmmm!!!!!
Bueno cuando Lourdes está en una relación sexual con un hombre, los dos se convierten en una sola carne y ella lo incorpora a él a su cuerpo es decir que ya no son dos sino uno… Déjame explicártelo, a su espíritu le son transferidas todas las cargas espirituales de todas las mujeres con las que ese hombre ha estado.
Imagínate las cargas espirituales que una prostituta puede tener, estás con una ramera y ella te transfiere los cientos de demonios de todos los hombres con los que ha estado ¿te imaginas las cargas que una puta puede tener? ¿Las que un hombre mujeriego, un Casanova, un play boy pueden tener? …are you looking for Mr. Goodbar?
Entonces como te decía, todas las cargas espirituales de todas las mujeres con las que ese hombre ha estado, son como demonios que entran a su cuerpo, espíritus de temor, de depresión, de fornicación, de suicidio, etc. Se le meten a ella causándole problemas e induciéndole estados alterados de conciencia.
Son cargas espirituales que todos tenemos, que todos arrastramos, las cuales quedan como tatuadas dentro de uno, por eso la biblia habla de no fornicar, porque es el único pecado que atenta contra tu espíritu.
Ella ya tenía algunos demonios metidos dentro de sí que le fueron trasmitidos por su marido y otros que se le metieron por el otro tipo hippie, con el que estuvo de novia cuando vivía en Mérida.
La primera experiencia extrasensorial que tuvo Lourdes fue en su cuarto, estaba viendo un programa cristiano en la televisión y de pronto se desmayó y entró en unción. Bueno lo que llaman en su iglesia unción que es una especie de transe supongo, ella sentía calor en el cuerpo y no podía hablar luego vio imágenes que la rodeaban y escuchó muy claro el nombre de la hija de un amigo, una voz le decía que estaba enferma de las piernas y Lourdes oró por ella, por su sanidad, pasó allí creo como 30 minutos tirada, sudando frio y no podía levantarse.
¿Te da susto? ¿Si quieres te lo cuento luego cuando tengas time?
Ah bueno, luego se fue a su cama y siguió orando porque fue muy raro todo, en la cama sintió que le entró algo por los genitales, que algo grande y desagradable se le metía por la vagina y le agarraba y le levantaba y hundía en la cama y orando le dejó, luego oró por la niña y sanó sus piernas.
Eso fue en abril.
Luego en mayo Lourdes fue a un campamento cristiano en Naguanagua y entró otra vez en la unción, ella sintió al espíritu santo tocando su ser, fue durante una representación simbólica de cuando Jesús lavó los pies de sus apóstoles, estaban los hermanos haciendo un teatro, actuando como Jesús y sus discípulos.
En medio de esa representación fue ungida, comenzó a temblar y se desmayó nuevamente, solo que esta vez lloraba mucho y no podía controlarse, unas viejas del templo que estaban en el campamento recibieron al espíritu santo y le hablaron en lenguas como en Pentecostés y entonces Lourdes vomitó… bueno vomitó babas…
De allí se levantó como pudo y la llevaron aparte, hablaron con ella, el pastor puso su mano en la frente de ella, oraron todos y le hicieron la liberación. Durante la liberación Lourdes se vio debajo de la cruz de Cristo siendo cubierta por la sangre de Jesús en la cruz, ella se veía debajo de Jesús y la sangre de sus manos, pies y de su costado caían sobre ella como lluvia, cubriéndola completamente del rojo liquido, lloró, vomitó, tembló... Luego veía como unos jeroglíficos rojos sobre ella y como se iban uno a uno muy lejos como huyendo, eran demonios. Eran cuatro las señoras más el pastor orando por ella, pero Lourdes sentía como si fuesen millones de voces presentes, sentía sangre caliente cubriéndole todo el cuerpo y también saliéndole de sus genitales, fue horrible y bello a la vez, luego despertó y le dio fiebre cuarenta, temblaba mucho, se fue a acostar y ya eso fue todo...
A Lourdes no le ha dado nada nuevamente porque no ha estado con hombres ni tampoco ha participado en rituales pentecostales.
Solo que hoy se siente similar a esos días....
Ella asume que es espiritual lo que tiene y siente en estos momentos, se siente mal, le duele le pecho, está temblando pero no sabe que sea... Quizás el virus ese que le está dando a todos.
Son presunciones, está asumiendo cosas, es todo... No hay razones para que se le estén metiendo demonios ni para estar en unción porque no ha tenido sexo con ningún hombre.
Me llamó por teléfono a eso de las seis y me dijo que si ella no lo hubiese vivido lo que ha vivido no lo creería de boca de otra persona, que si no lo hubiese vivido no sabría lo que piensa le está pasando en estos momentos.
Por eso no puede estar teniendo relaciones con hombres, por eso se refugia con sus hermanos evangélicos. Porque ella no puede llegar al acto sexual, ella insiste en hacer notar que por algo la biblia habla de no fornicar, porque es uno de los diez mandamientos que trajo Moisés de la montaña, porque fornicar es el único pecado que atenta contra tu espíritu. ¿Entiendes?
Espero que ahora por lo que te haya contado de Lourdes, esas cosas que ella me ha confesado a mí y que yo te he trasmitido a ti, no le tengas miedo.
¿Tú le tienes miedo a Lourdes?
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