lunes, agosto 28, 2023
Frank Zappa y Bruce Lee contra las Mujeres Vampiros
miércoles, agosto 16, 2023
Dos ilustraciones de Carlos Zerpa
Dos ilustraciones de Carlos Zerpa:
La silueta de Alicia, el personaje de Lewis Carroll, de espaldas, con un cuchillo entre las manos, el cual, además, vemos en otra página convertido en el espacio-silueta de un poema caligramático, translingüe de Santos López.
miércoles, agosto 09, 2023
La Señora Rosa
Carlos Zerpa
jueves, agosto 03, 2023
Carlos Zerpa y los grupos de arte en México, en los años 70s y 80s.
Carlos Zerpa y los grupos de arte en México,
años 70s y 80s.
lunes, julio 10, 2023
LA VENGANZA DEL CISNE NEGRO - Carlos Zerpa y Antonieta Sosa
LA VENGANZA DEL CISNE NEGRO
Carlos Zerpa y Antonieta Sosa
Sala multiple del Museo de Bella Artes
Galeria de Arte Nacional
Caracas Venezuela 2001
La Galería de Arte Nacional nos había invitado a varios
artistas vinculados al Arte Conceptual y a La Performance Art, a que le
habláramos de nuestro trabajo a un nutridísimo auditórium de mas de 300
personas que invadían toda el área de la sala experimental, de la sala múltiple
del Museo de Bellas Artes… esto con motivo de rendirle un merecido homenaje a nuestro
compañero de grupo Diego Barboza, quien en esos momentos exhibía una
retrospectiva de toda su obra en los espacios de la GAN.
La noche anterior Antonieta Sosa, (quien es de por si
también uno de los pilares claves dentro del mundo del arte conceptual) invitó
al Barboza a que rompiera un cisne de color negro que Antonieta había llevado
para este fin, Diego golpeó varias veces el cisne con un martillo y lo partió
en pedazos, luego se recogerían los trozos para que con ellos la Sosa, pudiese
hacer un ensamblaje con los restos recogidos.
LA ACCIÓN
Una vez terminada mi charla en donde mostré imágenes de mi
trabajo dentro de las instalaciones, intervenciones, ensamblajes y
performances… le pedí a Antonieta Sosa que se acercara al podium para que me
acompañara a realizar un Performance que había titulado “La Venganza del Cisne
Negro” continuando a mi manera el Performance realizado por ella y Barboza la
noche anterior.
Puse un CD con esa extraña conversación telefónica de Frank
Zappa
Rrrrrrrrrrrrrrrrrrr Rrrrrrrrrrrrrrrrrrrr
Suena el teléfono…
Ja, ja, ja Coño es el disco de Frank Zappa: “We're Only In It For The Money”
Telephone
Conversation
...operator?
phone for a
minute, please...
Hello?
...yes
sir...
Ah, can you
call six seven eight nine eight six six
Yes
Right
Is that
Vickie?
He's gonna
bump you off the ass
He's got a
gun, you know
If he can
get ya in Laurel Canyon, he won't get you here
Hello?
Vickie?
Yeah
What's
happening?
Listen:
Your father
has called me up this...
Now look,
just don't panic but just tell me
I'm not
panicking
OK
I think my
phone's captured too
Well don't
worry about it, it's quite alright
Fine...
Your father called me up this afternoon
Just a second...
Mientras esto suena, el Performer que esta vestido todo de
negro, con una camisa de “Kung Fu”
también negra, se pone una máscara de cuero atravesada por un rayo
plateado… es la máscara del luchador Mexicano “Rayo de Jalisco” y con ella
puesta se para, al lado de Antonieta Sosa que está muy nerviosa… a la espalda
de ellos se muestra una diapositiva que se hace gigante, en donde se ve una
calavera en close up, sus ojos saltones de vidrio nos miran con rabia y
violencia, ella está cubierta por balas de pistola 9 Mm.… ella es “Kalabala”
(Must we
become a people who love guns, bullets, war, violence and chaos, a
"Kalabala"? Every day the masses of mentally-ill folk go to their
offices, factories and jobs in the hope that they will keep their jobs until
they are over forty and then wait for retirement as if it were a liberating
event... "LIFE" is more than working to eat, life is more than
this... WAKE UP!)
El Performer le da a la Sosa una calavera de cerámica la
cual ella sostiene en su regazo… permanecemos los dos así… un rato cual
“Esculturas Vivientes” uno al lado del otro… súbitamente cambia la música,
también del Zappa pero esta vez se trata de “Concentration Moon” con aquello
de:
Concentration
moon, over the camp in the valley, concentration moon wish I was back in the
alley, with all of my friends still running free, hair growing out very hole in
me... American way, how did it
Start? Thousands of creeps killed in the park, American way, try and explain
scab of a nation driven insane, do`nt cry... gotta go bye bye, suddenly die
die, cop kill a creep! Pow pow pow…
Rápida y violentamente le quitó a Antonieta la calavera que
tiene en sus manos Y gritó: “Esta es
la Venganza del Cisne Negro”.
Antonieta huye del lugar y el Performer lanza con toda su
fuerza y energía la calavera contra el muro, contra la imagen proyectada de la
calavera de balas.
La calavera se vuelve
añicos… casi polvo.
Antonieta y el público recogen los fragmentos de la calavera
cual souvenir.
El Performer se quita la máscara
de cuero.
El Performer abraza a Antonieta Sosa, le da un beso… ríen
juntos.
El Performance ha terminado.
sábado, julio 08, 2023
cinco décadas de trabajo creativo y visionario
Con una masiva presencia de espectadores, el domingo 5 de marzo abrió sus puertas en la Sala de Exposiciones del Centro Cultural Eladio Alemán Sucre de El Carabobeño, la muestra “Desde los 60’ con furia” del artista valenciano Carlos Zerpa.
Como era de esperarse, el artista valenciano Carlos Zerpa llenó la amplia sala de exposiciones del Centro Cultural Eladio Alemán Sucre para la inauguración de su muestra “Desde los 60 con Furia”. El artista, ganador del prestigioso premio Arturo Michelena en 1987, reúne trabajos desde sus inicios como creador hasta la actualidad, lo que permite una visión del proceso de una de las obras más sólidas del arte contemporáneo venezolano, siempre con un sentido irónico y desmitificador de lo popular “para glorificar lo inglorificable” como observó el pintor Wladimir Zabaleta. Ante una de sus corrosivas instalaciones, una última cena a su manera -en la que el comensal es un esqueleto- se aprecia a Carlos Zerpa, trajeado de negro, acompañado por José Napoleón Oropeza, presidente del Ateneo de Valencia; Aldemaro Romero, Iván Hurtado, Alejandra y Esteban Simonetti.
En esta interesante propuesta se hacen presentes obras de todos los períodos de Zerpa, trabajos tempranos de 1968 a 1972 y su obra reciente de 2004 a 2006, haciendo énfasis en su punto de partida, la década de los años sesenta, momento en el que este creador se acerca a su vocación, con la convicción plena de que sería artista toda su vida y, cual decreto, desde ese momento, comenzó a trabajar incesantemente.
El aspecto museográfico de la exposición estuvo a cargo de la arquitecta Alejandra Simonetti, quien con acertados criterios de espacio y también el concepto de cada una de las obras, logró un equilibrio entre las mismas.
Uno de los aspectos que llama poderosamente la atención a quienes conocen su obra de cerca y a los que la aprecian desde otro punto de vista, es la capacidad que posee Zerpa de utilizar elementos tan variados y de uso cotidiano para crear con ello verdaderas obras de arte. También ha sido considerado un artista visionario, quien ha logrado imponer nuevas tendencias, pues antes de que existiera el concepto como tal de instalaciones, ya lo había logrado al incorporar a sus dibujos objetos de varias dimensiones.
Hablan los espectadores
Aldemaro Romero, reconocido compositor venezolano, ofreció su punto de vista acerca del trabajo de Carlos Zerpa y al respecto destacó que “lo que más resalta es que siendo Carlos Zerpa un hombre tan joven, ya ha cumplido varias etapas en su vida.
“Él se deja ver por la diversidad de su obra, pero lo que más me llamó la atención fue el conjunto de obras y lo que significan cronológicamente hablando. Debo agregar que la exposición está muy bien montada, muy bien iluminada y todo muy bien dispuesto. La obra que me gustó más fue la Última Cena como conjunto, pues la creación de un artista no puede ser mutilada; el esqueleto que es el comensal, los platos y cada uno de los elementos que la conforman, me agradaron mucho”, dijo.
Por su parte, Wladimir Zabaleta, reconocido artista plástico, destacó que la de Zerpa “es una obra que se enmarca en la influencia de muchas corrientes, él va de lo popular, autóctono, latinoamericano, lo colorido de las casas de Maracaibo, la lucha libre, a la ambición del poder; se inspira en una especie de mitología o glorificación de lo inglorificable. Al igual que el Pop Art, tomó objetos utilitarios norteamericanos y del primer mundo, tomó lo popular nuestro y a partir de ahí hace una gran ironía ensamblando cosas. Este artista es una persona que ha realizado importantes aportes a las artes, porque a pesar de tener la misma filiación Pop Art, no es un artista Pop Art, él se diferencia por tener una gran imaginación y logra imponerse por su creatividad única”.De hecho -puntualizó-, Zerpa ha sido reconocido en Latinoamérica como uno de los creadores más importantes que tenemos en este momento.
Rafael Castro, director de la Casa Alejo Zuloaga, señaló que conoce la obra de Carlos Zerpa desde sus inicios, “he visto el progreso de su trabajo y me parece muy importante su propuesta. Sigue manejándose de la mejor manera, tiene siempre algo que decir. Del montaje, debo decir que es excelente, como todo lo organizado en el CCEAS, y también es interesante resaltar que la capacidad de convocatoria del Centro Cultural y de Carlos Zerpa es evidente, ya que hay una gran presencia de público”.
Luis Enrique Torres Agudo, coleccionista y experto en arte, hizo lo propio y expresó su opinión sobre la exposición. “La grandeza del trabajo de Carlos Zerpa se evidencia toda vez que este gran artista tiene la capacidad de crear con materiales totalmente distintos y los usa con una finalidad plástica. Es verdaderamente creativo, no se queda en la repetición ni lo convencional, él tiene su propia personalidad y la refleja en su obra”.
Agregó que el artista reúne una serie de movimientos y estilos, dándoles una connotación de sí mismo. “Recordemos que inició con la agresividad de la forma y el color de los años sesenta, luego con aquellas maravillosas vitrinas, como una manifestación y recuerdos de su infancia y su punto de vista acerca de lo religioso, social y político. Esas vitrinas causaron furor dentro y fuera de Venezuela, luego con su trabajo con los animales en los que mostró la fiera que llevamos por dentro, todo ello lo conllevó a esta maravillosa muestra que hoy abrió sus puertas”, concluyó.
Una obra para el públicoEs importante destacar que esta exposición, donde el espectador podrá apreciar cinco décadas de trabajo ininterrumpido del artista valenciano Carlos Zerpa, estará abierta al público hasta el domingo 16 de abril. Los horarios en los que podrá ser visitada es de lunes a viernes de 8 de la mañana a 6 de la tarde, y los días sábados y domingo de 11 de la mañana a 2 de la tarde. La entrada es totalmente gratuita y puede ser visitada por personas de cualquier edad
martes, julio 04, 2023
APUNTES SOBRE LA VIDA
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jueves, junio 08, 2023
Mi amiga Antonieta Sosa
Mi amiga Antonieta Sosa
Carlos Zerpa18 mayo, 2011
Se presenta con su ¿Y por qué no? rompiendo vidrios y más vidrios (quebrando tazas, vasos, floreros de Muráno, ceniceros y perritos de porcelana Lladro), uniendo la danza al sonido gutural y a la escultura viviente, es una composición musical, un trabajo de catarsis y la creación de una instalación sonora… es una “situación” creada por Antonieta Sosa con vidrios y mas vidrios… Este Performance-Instalación fue presentado en la Gobernación del Dto. Federal, y se tituló, ¿Y por qué no?, una «situación» en la que Antonieta Sosa realizaba actos de equilibrismo con objetos de vidrio mientras sonaba una música tocada por Ricardo Teruel con instrumentos de cristal. Dice Antonieta: “¿Y porque no? Es mi primera composición musical, la primera imagen que me acercó a este trabajo fue imaginarme una copa parada sobre mi frente, después vino el trabajo de romper los vidrios y deje caer sin ninguna causa, sin excusa ni motivo, una taza que tenía en la mano, la cual se quebró al llegar al suelo… Luego ya en plena acción, empezamos a quebrar todo, porque al final la idea estaba en que camináramos entre los fragmentos de vidrio por un camino que nos conduciría hasta la salida, mientras escuchábamos una grabación que nos devolvía al inicio de la acción, mi participación corporal consistía en un juego de equilibrio y desequilibrio de objetos de vidrio sobre distintas partes de mi cuerpo. Se lanzaron los objetos de vidrio que habían sido previamente recolectados. Se puso mucho énfasis en filmar los objetos de vidrio, los gestos corporales de los participantes, el estallido del objeto contra el piso, los fragmentos, las expresiones de los rostros antes y después de lanzar los objetos ”.
En 1969 comienza sus acciones de calle como parte del Taller Experimental, el día de la clausura de la exposición en el Ateneo de Caracas, Antonieta, quema públicamente una de sus obras. La Performance se transforma rápidamente en una acción colectiva al sumársele los otros participantes, artistas y transeúntes, con una manifiesta protesta contra la participación oficial de Venezuela en la Bienal de Sao Paulo. “¿Sabe usted lo que es un Happening? Yo tampoco pero lo presiento”.
También Antonieta Sosa se presenta con “Conversación Con Baño de Agua Tibia”, un Performance en el que envolvía su cuerpo con papel higiénico y espuma de afeitar por Helena Villalobos, luego todo este material iba siendo retirado con agua tibia, mientras podía oírse una conversación previamente grabada entre el artista Héctor Fuenmayor y el compositor Alfredo del Mónaco sobre la obra de arte como una forma discursiva o una manera de pensar.
Dice Antonieta: Mi aprendizaje de las técnicas de Grotowsky sobre los resonadores de voz me permitió llevar estas técnicas a mi expresión personal. Ese sonido no es necesariamente un grito, es mucho más sutil que eso: pueden venir teñidos de ternura, de rabia, o sonidos de pájaros o insectos u otros animales. No es algo que yo controlo con la mente. Es algo que una vez que logro conectarme, sucede.
Hace luego un rancho de ladrillos rojos y lo instala dentro del museo de Bellas Artes en Caracas, después lanza por una de sus ventanas, más de veinte copas que se quiebran al chocar contra el piso. A la querida Antonieta recientemente la hemos visto, tejiendo y destejiendo a dos agujas, una larguísima bufanda con los colores de la bandera nacional, con el amarillo, el azul y el rojo… ¿tejiendo y destejiendo al país Antonieta? Dice: “A veces me siento a tejer la banda con los colores de la bandera, cuando siento que el lugar es propicio. Total, es un tejido al infinito”.
Antonieta Sosa relata cómo fue hecha una acción intima, cuando estudiaba Arte en California, ella me dice:
Cuando estaba en California, me puso un profesor a pintar sobre un lienzo blanco, así que me puse a mezclar el óleo con una espátula para comenzar a pintar, en verdad lo que estaba disfrutando era mezclando la pintura al óleo con una espátula en un gran platón de peltre, en vez de hacerlo sobre una paleta de madera como lo hacen los pintores tradicionalmente, mezclaba y mezclaba y luego con la misma paleta ponía ese color terciario sobre el lienzo tensado, esparcía con la espátula la mezcla sobre la tela tal cual como lo hacen los albañiles con su cuchara para alisar el cemento, yo no pintaba en el sentido tradicional, frisaba un muro, alisaba el piso con cemento tal cual como lo hacía un albañil, eso sentía, eso era lo que tenía en mi mente al pasar la espátula… Un tiempo después leí que Joseph Albers decía, que para él, el acto de pintar sus homenajes al cuadrado, eran como ponerle mantequilla al pan… y así mismo me sentía yo, poniéndole cemento fresco al piso… perdón… al lienzo
martes, mayo 30, 2023
EL CONEJO/CANCION CON RONDA
EL CONEJO/CANCION CON RONDA
domingo, mayo 28, 2023
FELIPE EHRENBERG; TRAFICANTE DE IDEAS
FELIPE EHRENBERG; TRAFICANTE DE IDEAS
Santiago Espinosa de los Monteros / Agosto 2017
Dedico estas palabras
con todo mi cariño
a Lourdes Hernández, La Bebis
Conocí a Felipe hace muchísimos años. No me acuerdo ni en
dónde ni de qué manera. Pero cuando vine a darme cuenta, como el dinosaurio de
Monterroso, Felipe ya estaba ahí. Y a partir de entonces me di cuenta de que
era uno de esos personajes que están todas partes, al mismo tiempo y de
distintas maneras. Si abrías el periódico había una nota suya. Si ibas al cine
te lo encontrabas actuando. Si te subías a un avión él era uno de los
pasajeros. Si asistías a una colectiva de chavos él era uno de los expositores.
Si te invitaban a una cena él era uno de los comensales. Si participabas en una
asamblea de lo que fuera, él era uno de los ponentes. Si te casabas, él era uno
de los testigos de tu boda. Doy fe.
Felipe tenía uno de esos extraños dones que hacen que la
persona te caiga bien aunque te esté poniendo como lazo de cochino. Él sabía
como nadie dar un zape bien puesto y decirte un par de cosas rudas. Pero luego
daba un apapacho y se moría de la risa. Así era él. Y podría decir que así
aprendimos a quererlo; sería falso asegurar que ese aprendizaje se dio
voluntariamente. Lo aprendimos porque él así era. Es lo que había. Se tomaba el
paquete completo o no se tomaba nada.
Para seguir documentando su omnipresencia, traigo a
colación la película Cronos dirigida por Guillermo del Toro. El diseño del
diario queconserva los secretos del funcionamiento del famoso escarabajo de
metal, fue hecho por Felipe Ehrenberg.
Tengo muchísimas historias y recuerdos de Felipe. Sin
pretender hacer un follaje de anécdotas, sólo contaré unas cuantas. Yo
trabajaba en Caracas, Venezuela. Había sido nombrado Agregado Cultural en esa
misión diplomática un par de años antes. Felipe asistió a invitación de
instancias locales y de la Embajada de México. Las cosas ya desde entonces
estaban revueltas en Venezuela. La inestabilidad política era total. En febrero
de 1992 Hugo Chávez intentó por primera vez un golpe de Estado. Fue capturado y
puesto preso. Unos meses después, el 27 de Noviembre para ser exacto, Hugo
Chávez dirigió desde la prisión un segundo intento de Golpe de Estado,
sustancialmente más violento y poderoso que el primero.
Felipe Ehrenberg estaba ahí. En mitad de la refriega y pese
al toque de queda nos subimos a mi auto y circulamos por las calles de Caracas
llenas de tanquetas, hombres armados, retenes; sólo nos protegían las placas
diplomáticas que nos fueron abriendo camino y salvando la vida hasta mi
oficina. Ya en ella, desde las ventanas mirábamos las persecuciones de aviones
que se disparaban unos a otros balas reales, haciendo de Caracas una especie de
letal campo de batalla aérea real y del que fuimos testigos reales.
Todos mirábamos sorprendidos y aterrados detrás de los
vulnerables vidrios del edificio. Corríamos de un lado a otro de la oficina
buscando los mejores emplazamientos. De pronto notamos la ausencia de Felipe.
Conociéndolo, lo primero que temí fue que hubiera salido a la calle a
integrarse a algún bando de la lucha armada o a conversar con leales o contras
sobre su posición. Felipe no estaba por ninguna parte.
De pronto una secretaria gritó ¡Aquí está! Y nos
encontramos a Felipe encerrado en mi oficina. Había tomado cuanto lápiz,
plumil, marcadores y todo lo que tuviera tinta para hacer un mural en las
paredes ¡junto a mi escritorio!. Así estuvo buen rato mientras por encima de
nuestras cabezas se oían los aviones rasantes y en tierra las ráfagas aisladas
de armas de fuego.
Se abocó a pintar un divertido mural de calaveras
bailarinas, golpistas, aviones humeantes, una ciudad evocada, esqueletos que
igual danzaban o que tocaban algún instrumento mientras un avión como los que
en ese momento inundaban el cielo de Caracas, era sostenido por una nube, como
si con ello se quisiera evitar su avance, congelar su letalidad, fijarlo ahí en
el cielo para que nada pudiera hacer en contra de los esqueletos bailarines.
Sobre esta escena, colocó el conocido grito de los salones de danzón que llaman
al público a la pista: “¡¡Hey Familia!!”
A mi salida de Venezuela unos años después, vi que esa
pared se conservara. Era tablaroca, por lo que hubo que emprender un delicado
trabajo de recuperación y consolidación para que la pieza quedara como parte
del acervo de la Embajada. Desde aquí agradezco al Embajador Antonio de Icaza
por el apoyo moral y presupuestal para que eso sucediera.
Y traigo a colación esta historia porque, aunque en
realidad sea sólo un atisbo a su personalidad, nos deja ver también el
constante actuar de Felipe como ser social, como artista y, en el caso de
Venezuela, como una persona de gran influencia en ese país. Tanto es así, que
el reconocido artista Carlos Zerpa le dedica un importante espacio en su libro
ENVENA que se presentó en México en el año 2009. La selección de intercambios
epistolares y recopilación de artículos de Ehrenberg, nos permiten ver a un
creador interactuando con sus pares en otras latitudes siempre de manera
intensa, nutrida, revisando el día a día de los temas del momento y aventurando
reflexiones sobre las diferentes plataformas en las que él siempre se movió: el
arte, lo social, lo político.
Felipe mismo fue también años después Agregado Cultural en
Brasil. A decir de él mismo y como apunta en una conversación con Guillermo
Gómez Peña recogida en el libro Manchuria, ese fue tal vez su performance más
largo: “Quizá la pieza más ‘situada’ que yo haya hecho sea la obra El
Diplomático, que empecé a construir el 7 de mayo del 2001, cuando llegué a
Brasil, y que terminó el 31 de mayo del 2006.” comenta.
Aquí encontramos un claro perfil de Felipe Ehrenberg. Los
espacios en los que se desarrolló profesionalmente nunca fueron los
condicionantes para marcar su posición. Si había que estar en la diplomacia,
como fue el caso de Brasil, pues se estaba sin que el acartonamiento y
culifruncidismo de muchas misiones diplomáticas pudiera hacer mella en sus
intereses personales. Al poco de estar en Brasil, y paralelo al farragoso y
burocrático llenado de informes y consecución de metas trazadas por la
Secretaría de Relaciones Exteriores, Felipe había tendido ya una red de
complicidades con los pensadores y actores culturales más relevantes, entre
ellos, su viejo amigo Gilberto Gil, mítico músico y compositor quien, por
azares del destino, era ni más ni menos que el Ministro de Cultura en el
entonces esperanzador gobierno de Luiz Inácio Lula Da Silva.
Felipe nunca hizo antesalas en las casas editoriales. Si
había que publicar algo, él se convertía en su propio editor. Si había que
distribuirlo, él mismo lo hacía de mano en mano. Sin duda los años londinenses
de la Beau Geste Press fueron definitivos en este terreno. Y cuando hubieron
diferencias con sus cogeneracionales, eran entre otras cosas justamente por su
molestia de que dependieran de un mercado, de un coleccionismo, de no saberse
mover a tiempo de los reflectores. “Cuevas podría ser el Julio Iglesias de la
plástica y yo el Rubén Blades” decía Felipe.
Felipe tendía redes, hacía telarañas invisibles (y visibles
también en algún performance temprano), que ponían en contacto a comunidades
completas. Recuerdo cuando en 1996 participamos juntos en el festival Telling
Stories, Telling Tales en el Banff Center for the Arts, en Alberta, Canadá. Entre
los invitados estábamos él, quien ya se encontraba ahí cumpliendo con una
residencia, Alberto Ruy Sánchez y Maris Bustamante. A nuestra llegada y durante
los primeros minutos de nuestro encuentro fue justamente Felipe quien nos
presentaba a personas de diversas partes del mundo, al tiempo que las
autoridades del Banff Center se quedaban mirando sin poder ejercer, de acuerdo
a protocolos, su labor de anfitriones. Rebasados, optaron por dejar en Felipe
el resto no sólo de las presentaciones, sino de algunas explicaciones de la
mecánica de trabajo que seguiríamos en los siguientes días.
En esa ocasión, escribimos en los muros de la galería una
serie de cartas en las paredes. El trabajo de Felipe estuvo plagado de dibujos,
ocurrencias, guiños, humor, maestría. Mientras tanto, la instalación de
vaquitas de látex en el jardín afuera de la cafetería, obra de Maris
Bustamante, amaneció destrozada por los cuernos de enormes Elks quienes durante
la noche intentaron copular con ellas. Las carcajadas de Felipe inundaron
Calgary y alrededores.
Para la frontera de México - Estados Unidos, en Tijuana,
Felipe concibió una de las piezas más potentes sobre este tema: del lado
mexicano, miles de veladoras encendidas. Del lado norteamericano, cientos de
linternas alumbrando al vecino del sur.
La influencia de Felipe Ehrenberg ha sido desde hace muchos
años definitiva en ya varias generaciones de creadores contemporáneos. Aún sin
saberlo, claramente existen dinámicas de trabajo y aproximaciones al hecho
creativo que denotan de inmediato un origen que nos lleva, irreductiblemente, a
mucho del quehacer de Felipe a lo largo del tiempo. Consciente o no, pero ahí
está presente.
En 1971, por ejemplo, Felipe hizo el siguiente esquema para
la participación una colectiva en Londres. Ehrenberg escribió:
“CROMOYECTO
Programado para el Festival 71 de Arte, Camden Borugh,
Londres.
-Para ser repetido por los vecinos habitantes de los
edificios situados alrededor del Festival 71.
-Siendo simplemente un catalizador
-Abriendo la posibilidad a eventos baratos, realizables y
divertidos comunalmente.
Materiales:
-Programa de instrucciones será repartido a la vecindad.
-Cápsulas de humo y anilinas de colores.
Procedimiento:
-El día fijado, los vecinos cubrirán todas las ventanas que
dan hacia el festival con color (manteles brillantes, batas de color, papel
manila, lo que sea)
-Habiendo sido distribuidas las cápsulas de humo, se
activarán para que el humo de color salga de las chimeneas u orificios.
-Las anilinas serán distribuidas dentro del Festival para
que los visitantes las chorréen, dispersen o gotéen en los terrenos del
festival.
COOPERACIÓN COMUNAL CREARÁ UN AMBIENTE EFÍMERO QUE ROMPA LA
MONOTONÍA ACOSTUMBRADA.
-Invitamos al público a hacer sugerencias para otros
eventos. Éstas serán recogidas en un quiosco dentro del Festival.
Ese mismo año, 1971, el MoMA en Nueva York, en un esfuerzo
por darle cabida a las nuevas voces de la creación contemporánea, dedicó un ala
de su edificio para contener “lo más reciente del arte contemporáneo”. A este
espacio y a lo que sucedería en su interior le llamaron simplemente “Projects”.
22 años después de esta iniciativa del MoMA, en 1993, un mexicano ocuparía ese
espacio haciendo con su participación un valioso ejercicio comunitario para
involucrar a los vecinos colindantes al museo.
La pieza se llamó “Home Run” y el artista era Gabriel
Orozco. Y aunque “Home Run” era parte de una exposición más grande titulada
“Projects 41”, Orozco pidió a los ocupantes de los edificios adyacentes al
MoMA, como en su momento Felipe lo hizo en Londres con los vecinos cercanos al
Festival 71, que colocaran naranjas en sus ventanas, (Felipe pidió manteles
brillantes y batas de color), a fin de que el espectador se encontrara con la
exposición incluso después de dejar el espacio normalmente definido por el
museo. De este modo “Home Run” quebrantó la noción tradicional de la exposición
como espacio de visualización y desdibujó, como lo venía haciendo Ehrenberg
desde los años sesenta, la línea entre el arte y la vida. Diferentes momentos,
distintas intenciones, dinámicas de trabajo disímbolas, pero en el fondo una
intención similar.
Felipe logró fusionar en una sola su vida y su obra. Su
producción se convirtió casi desde sus inicios en su lenguaje. No me refiero al
lenguaje usado para desarrollar su trabajo, me refiero al que le era
indispensable para relacionarse con el mundo cotidiano y lo que había en él
pasando por países, instituciones, personas, comunidades, colegas… Nos queda
claro que Felipe Ehrenberg fue siempre un artista de procesos, más que de
productos. Abrió vías. Puso brújulas. Marcó caminos. Dio luces. Parecía
disperso; no lo era. Parecía polémico; lo era. Le encantaba su voz; sí, y qué.
Y cuando te veía por encima de los anteojos para decirte algo serio, te miraba
fijamente a los ojos y lograba ser aterrador. Sucede que Felipe iba siempre por
la vida como quien siempre lo sabía todo. Su fórmula era muy sencilla: aunque
no lo supiera, lo sabía.
Creo que en el fondo era un gruñón impostado. Sus modales
al tratar a los demás marcaban claramente lo que sentía por el otro. A pocos he
visto tan cálidos y deferenciales con las personas sencillas. Vendedores
ambulantes, camareros, marchantes del mercado, taxistas, artesanos… Había para
ellos una montaña de afecto y empatía. Ante los políticos y “encumbrados”
víctimas del mareo sobre un ladrillo, esgrimía una elegantísima distancia que
marcaba la diferencia de pensamiento y no pocas veces la divergencia de
opiniones. Fernando Llanos lo ha dicho muy bien: “Ha sido tachado de ser
políticamente incorrecto en su forma, pero será recordado –estoy seguro-, por
ser poéticamente correcto en su contenido”.
Felipe Ehrenberg era en realidad un traficante de ideas. Se
convirtió en marginal (hoy pomposamente le dirían “Outsider”), por haberse
opuesto voluntariamente a los tradicionales circuitos de circulación del arte y
a las adustas instituciones acartonadoras más preocupadas por poner a salvo los
renglones oficiales que por dar espacio a la vastedad creativa. Si Ehrenberg
estaba ahí, ahí había propuesta, impulso. Nada estaba a salvo de sus
reflexiones y las estructuras en apariencia más inamovibles se cimbraban con
sus cuestionamientos. Él siempre estuvo en el inicio de algo, no siempre
sabíamos qué daría comienzo, si una nueva carpeta de gráfica, el diseño de un
performance, dibujos eróticos, recopilación de chácharas o una diatriba. Era un
perpetuo iniciar de cosas.
Queden estas líneas desordenadas para recordar a Felipe
Ehrenberg. Al amigo, al maestro, al cómplice, al exigente, al compañero de
viaje, al hospitalario habitante de sus casas. Y ya en un tono personal,
gracias Felipe por la respuesta que les diste a mis hijos pequeños cuando te
preguntaron por qué te habías pintado así tu mano izquierda, y tú sencillamente
les respondiste: ¡Pos porque me gusta que me lo pregunten! Gracias también
porque tus dibujos en LA OVEJA NEGRA Y DEMÁS FÁBULAS de Augusto Monterroso en
la edición de Martín Casillas Editores, dejó en mis hijos un mundo distinto que
tú les ayudaste a construir con tus ilustraciones. Bien sabes Felipe que eras
tan inasible como inabarcable. Dígalo si no nuestra presencia en esta mesa.
Aquí nos convocaste Felipe. Y aquí nos tienes, reunidos en tu nombre y
abrazándonos unos a otros.
Muchas gracias.
jueves, mayo 25, 2023
los 4 fantásticos en Azul Sostenido... más allá del verde.
EL 25 FESTIVAL NUEVAS BANDAS.
los 4 fantásticos en Azul Sostenido... más allá del verde.
Performance/Fusión Música y Pintura in situ. Horacio Blanco,
Caplis y Danel Sarmiento (Desorden Público) con Carlos Zerpa en la Sala
Experimental del Centro Cultural Chacao bajo la producción de Proyecto 3.50 pm martes
14 de Julio
¿podrás escuchar?
Horacio Blanco
(Desorden Público)
Horacio Blanco, Danel Sarmiento, Caplis y Carlos Zerpa.
Centro Cultural Chacao
Caracas 14 Julio 2015
Nosotros, todos
víctimas del amor a este valle hermoso infernal único loco
divino
declaramos, en pleno uso de nuestras facultades
que aborrecemos los cerros de basura acumulados en esquinas
y calles
mismos esos que se derriten en las laderas de
hipertrofiadas colinas rojo ladrillo
que detestamos el olor corrompido
de manos de quienes no hacen su trabajo
que más les vale hacerse de algún cargo
ganarse mucha plata a costa quién sabe de cuáles bolsillos
peor que zamuros, viles, bellacos vampiros
y que les vale madre
si quiera plantear que los desechos pudiesen ser
reciclables
o que otros materiales reusables menos malditos
nos serían tan amables
asimismo
detestamos la vergüenza histórica de quienes lanzan sus
ascos a la acera
nos entristecemos con nosotros mismos
por temor a la furia de un tiro
que es otro tipo de contaminación
muy sucia, también
¡recoge tu mierda desgraciado!
que mi casa no la ensucias tú
ni ninguno de esos nadies
porque es un nadie quien repugna
sin dolor sin arrepentimiento por desgano o ignorancia o
por cansancio
escupimos hacia arriba
vomitamos orinamos asesinamos raíces y embriones
y ese río que algún abuelo creyó imaginarlo de un color
distinto a ese triste marrón, gas metano, putrefacto, sus
olores
pensar en verde no es solo matanza de ballenas
barcos arponeros japoneses
deshielo de los polos
hectáreas arrasadas
por la tala por la quema
en selvas que se desangran en la maldición de sus tesoros
pensar en verde es poner ahí
en el mismo suelo que tus pies caminan
una oreja
que oiga
y que te diga…