ZZ…Continúo aun hoy en día, escuchando buen Rock and Roll y con la misma idea de cambiar el mundo…ZZ

domingo, enero 21, 2024

Señor, Dios, soy Alicia


 

Señor, Dios, soy Alicia

Carlos Zerpa

MX 24

Como te dije antes, yo era súper zanahoria en Venezuela en los años 70s, aunque sí probé fumar marihuana, y tomar ácido… Bueno también tomé pastillas de Qualude y de esas llamadas Osolin Pero nunca me dio un verdadero placer así que fue por curiosidad y no lo hice más, no era lo mío. Luego cuando me mudé a Miami le agarré el gusto a la cocaína, y porque además era muy fácil de conseguir. Uno de mis vecinos, que era hijo de cubanos, estaba muy metido en eso y me la regalaba, me daba bolsitas con 10 gramos, pero yo no lo visitaba muy a menudo porque, ya sabía que siempre me quería dar. Dejé de visitarlo por un tiempo, porque no me quería volver adicta, para luego enterarme en el periódico que lo habían matado a tiros a él y a su novia, les metieron tiros hasta que acabaron con sus cuerpos, los dejaron llenos de huecos como coladores. Yo estaba contenta que no estaba visitándolo, porque de haber estado ahí, también me hubiesen matado a mí. Bueno luego cuando me mude a Boston, también tenía un par de amigos que la conseguían y me la regalaban, estamos hablando de los años 80s cuando estaba de moda. Hasta qué una noche yo estaba con mi novio en una fiesta de Halloween (él era completamente zanahoria) y yo me fui con otra amiga en un cuarto a meternos coca. Otro amigo de Nueva York, nos había dejado un montón de líneas listas sobre el tocador con un billete de cien dólares enrollado como pitillo, y yo hablando con mi amiga y riéndonos ya un poco borrachas de vodka, no me di cuenta de cuantas líneas me había metido, pero fueron más de 6. Yo sentía que la cabeza me explotaba, empecé a temblar y a apretar la mandíbula, mi novio se dio cuenta que yo no estaba bien, y me llevó fuera de esa fiesta. Estuve hasta la madrugada con taquicardia y masticando tuercas, pensando que me moría de una sobredosis, y juré que sí me salvaba más nunca iba a meterme coca, y no he vuelto a hacerlo, eso fue en el 89 y nunca más me he metido perico.

Cuando era una carajita, en verdad una niña de 13 años, mi papá me tenía prohibido pasar por la plaza del Washington Square Park, y casi no me dejaba salir porque él decía que en ese lugar se reunían los latinos y los negros, a Rapiar, a hacer Hip Hop, bailar Brake Dance a fumar drogas y a follarse a las mujeres en los bancos de esa plaza. Por eso yo me empecé a escaparme en las noches cuando aún tenía 13 años, casi para 14, Ja, ja, ja, ja, me escapé por tres años, hasta los 16 cuando me fui a vivir fuera de Nueva York. Al principio le metía a mi papá un Ativan, dos Lexotaniles o un par de Valium de 1mg en su jugo de manzana natural. Yo trituraba las pastillas y se la daba a la empleada para que se lo metiera en la bebida. Comíamos como a las 8 de la noche, nos sentábamos a ver una novela en la televisión y como a las 9 nos acostábamos. Yo me metía en mi cuarto y esperaba que comenzara a roncar, lo cual lo hacía rapidísimo. Pero yo siempre me esperaba hasta las 10 para salir. Bajaba muy callada las escaleras y salía de la casa. Era entonces libre para ir a las fiestas, a los bares y a las discos, me encontraba con mis panas y salíamos juntos con una actitud verdaderamente Punk. Éramos todos cómplices de la locura, las fiestas y de las rumbas. Un par de veces salí solita porque quería ir a la disco y a los antros, en verdad amaba Save The Robots y el Lime Light. Solita caminando hasta Soho, había un sitio estupendo llamado Tunel, Ja, ja, ja, ja. Mi papá me había regalado un revolver 38 un Smith & Wesson, del especial, como ese que aparece en la canción Pedro Navaja, pa que me libre de todo mal, me lo dio para mi defensa personal (en la casa). Pero yo me lo llevaba en el bolso. Me sentía acompañada con el arma. Una vez paré en casa de mi mejor amiga Norma Jaén (se llamaba como Marilyn) hermana de Vilma, ella vivía en el edificio en donde estaba el museo de la Coca Cola, ahí me encantaba ver una botella de vidrio de coke, llena de diamantes. Bueno quería ver si Norma quería venir conmigo, pero no podía. Me preguntó si yo no tenía miedo de andar sola de noche por el village, y yo saqué el arma y se la mostré. Grande plateada, cañón corto, con una cuña marrón, poderosa. Ella me dijo que estaba loca y se asustó. Yo solamente me reí y luego me fui sola a los antros a disfrutar de la música New Wave. Esa noche me fui al CBGB a escuchar a Los Dead Boys. Pensar que antes de cumplir mis 17 años, ya le había disparado tres balazos en el estómago a un maldito hijo de puta Puerto Riqueño que me quería violar en la parte de atrás de un taxi. Esa es la razón por la cual tengo una bala 38 mm tatuada en mi muslo y a poca distancia de mi totona Uffffff!!!

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ZZ…En el arte definitivamente hay que atreverse, hay que participar de una subversión por la libertad total como dijo el querido maestro Frank Zappa…ZZ