El otro no se fue
Margarita D’Amico
En 1979 invité a Claudio Perna a la Muestra de Video del
Festival de Caracas, en la que participaban artistas como Diego Rísquez, Luis
Villamizar, Carlos Zerpa, entre otros, con mucho éxito. Él no fue.
En años posteriores aparecía, desaparecía, reaparecía. Como
siempre estaba concentrado en su trabajo que llegó a ser cada vez más variado,
más contundente, más poderoso.
Después no supe más nada de él hasta el día 11 de febrero de
1997, cuando El Nacional publicó “El obrero del arte cerró la fábrica de la
vida”. Firmado Rubén Wisotzki.
Puede ser que ese obrero del titular periodístico haya
muerto, pero el otro no. El Claudio Perna que está en mi mente y en los
sentimientos de las personas que lo conocieron y aprecian su arte, ése
permanecerá.
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