El Enmascarado de Plata
Ni tanto que queme al santo, ni Santo contra las momias.
El Santo decía: Siempre critican a la lucha libre que porque es de payasada, que porque no es de verdad; claro que la lucha libre tiene mucho de teatro, pero el teatro se lo da el luchador. Y según el teatro que pueda hacer un luchador arriba del ring, en un cuadrilátero, es bueno o malo el espectáculo. Al igual que un torero, porque un torero sin condición física no vale nada, le tiene que echar arte a su torear. En la lucha cada quien tiene su personalidad, como en el toreo,la agilidad del luchador, es tal y como se mueve arriba de un ring y tal como le gusta al público. Para ser un payaso arriba de un ring necesitas antes que ser payaso ser un luchador. Un luchador puede ser muchas cosas. Hacer poses teatrales, ballet arriba del ring, puede haber mucha plasticidad en las llaves... “La Lucha Libre es un Arte”.
¿Pero que hace que una persona oculte su rostro detrás de una mascara? Los luchadores enmascarados (y las luchadoras también) llevan puestas “SIEMPRE” sus mascaras, aun fuera del ring, aun en su vida privada; van al mercado con ellas, se casan con esas mascaras puestas…
Supe que cuando murió El santo, El enmascarado de Plata, la gente hacia largas filas, largas colas para verlo en su ataúd, todo México fue a ver a su héroe enmascarado por ultima vez; acostado en su ataúd, vestido de traje oscuro, camisa blanca y corbata y con su mascara plateada puesta, porque El Santo pidió ser enterrado con su mascara puesta y así se hizo; porque El Santo era enfático cuando hablaba de si mismo y siempre con su mascara plateada puesta: ¡“Santo, El Enmascarado de Plata”! Así dice mi pasaporte, así dicen todos mis papeles y mi licencia de manejar… y la foto que aparece en todos mis papeles de identidad es la misma; soy yo con mi mascara plateada puesta. Cuando viajo al extranjero, a Guatemala, Venezuela, España, USA. O a cualquier país del mundo, me monto al avión con mi mascara puesta, llego con todo y máscara a migración. Ahí me pasan con el oficial encargado, con el principal. Entro en su oficina, nada más él y yo, me mira bien hablamos y me sella mi pasaporte y paso sin ningún problema ¡hasta sin aduana!... Yo soy el único Santo, éste que tienes aquí frente a ti, la gente no se deja engañar, me reconocen, el cuerpo del Santo es inconfundible, la gente lo sabe. Una vez, un cuate se ofreció a salir por mí cuando ya nos íbamos y la gente me esperaba afuera; el cuate se puso la máscara y salió, todos se fueron atrás de él, pero inmediatamente se dieron cuenta que no era el Santo. Las suplantaciones me las han hecho. Hasta en Beirut donde soy muy popular, en el extranjero, en la provincia. Pero si un cuate se para a luchar con mi nombre lo linchan.
El mundo infantil es una maravilla y esta lleno de fantasía, los superhéroes de la televisión y de los comics hacen que los niños quieran emularlos, cuando el niño ve una historieta de Batman o del Hombre Araña, se forma una idea muy importante sobre esos personajes. ¿Qué niño no quiere ser como su héroe?
Yo he visto en México muchos niñitos encarnar al Santo, que se ponen una capita, una máscara plateada, sus botitas de tela metálica, su malla y trusa de luchador, luego caminan y se ponen en guardia tal cual como El Enmascarado de Plata, es fabuloso de verdad; hay una gran sinceridad en como se asume el personaje, el niño disfrazado de su héroe se siente de verdad y encarna al héroe, dejan de ser ellos y se transforman al instante en un Power Ranger, en una tortuga Ninja, en Supermán o en el Santo, El Enmascarado de Plata.
.El Santo nos dice: Yo comencé como rudo. Luego me puse el nombre de batalla “El Santo” para que hubiera un contraste; al comienzo me iba a llamar Ángel porque al principio tenía miedo de llamarme “Santo” porque la gente iba a pensar que me estaba burlando de Dios o algo así, pero luego me aceptaron y el nombre gustó y así ha sido hasta ahora, porque yo me siento identificado con este nombre y la misión que tengo en esta vida es la de acabar con los malos y mandarlos al mismísimo infierno, porque aunque algunos me critiquen, yo si creo en el infierno. Porque debe haber algo para unos y algo para otros. ¿Cómo es eso de que la gente mala que se ha portado mal se vaya al mismo lugar que uno que se ha portado bien? Debe de haber infierno y creo que lo que dice Dante en La Divina Comedia es cercano a como es ese lugar; Aunque ahí hay cosas que no pueden ser, los que creemos sabemos que a lo mejor es así, aunque no igual.
¿Y que de los sueños y las pesadillas? Pues esto lo dejaremos en boca de nuestro héroe “Santo el Enmascarado de Plata”… el dice: Tengo un sueño que se repite. A veces sueño que subo a una montaña muy alta y que me caigo desde lo más alto. Me veo volar primero muy rápido, caigo y luego más lento, voy cayendo hasta lo más hondo. Primero rápido y luego despacio, pero nunca me pasa nada, siempre despierto antes de que nada suceda…
Jajá jajá. Mis pesadillas son mis hijos… Jajá jajá.
Ni tanto que queme al santo, ni Santo contra las momias.
El Santo decía: Siempre critican a la lucha libre que porque es de payasada, que porque no es de verdad; claro que la lucha libre tiene mucho de teatro, pero el teatro se lo da el luchador. Y según el teatro que pueda hacer un luchador arriba del ring, en un cuadrilátero, es bueno o malo el espectáculo. Al igual que un torero, porque un torero sin condición física no vale nada, le tiene que echar arte a su torear. En la lucha cada quien tiene su personalidad, como en el toreo,la agilidad del luchador, es tal y como se mueve arriba de un ring y tal como le gusta al público. Para ser un payaso arriba de un ring necesitas antes que ser payaso ser un luchador. Un luchador puede ser muchas cosas. Hacer poses teatrales, ballet arriba del ring, puede haber mucha plasticidad en las llaves... “La Lucha Libre es un Arte”.
¿Pero que hace que una persona oculte su rostro detrás de una mascara? Los luchadores enmascarados (y las luchadoras también) llevan puestas “SIEMPRE” sus mascaras, aun fuera del ring, aun en su vida privada; van al mercado con ellas, se casan con esas mascaras puestas…
Supe que cuando murió El santo, El enmascarado de Plata, la gente hacia largas filas, largas colas para verlo en su ataúd, todo México fue a ver a su héroe enmascarado por ultima vez; acostado en su ataúd, vestido de traje oscuro, camisa blanca y corbata y con su mascara plateada puesta, porque El Santo pidió ser enterrado con su mascara puesta y así se hizo; porque El Santo era enfático cuando hablaba de si mismo y siempre con su mascara plateada puesta: ¡“Santo, El Enmascarado de Plata”! Así dice mi pasaporte, así dicen todos mis papeles y mi licencia de manejar… y la foto que aparece en todos mis papeles de identidad es la misma; soy yo con mi mascara plateada puesta. Cuando viajo al extranjero, a Guatemala, Venezuela, España, USA. O a cualquier país del mundo, me monto al avión con mi mascara puesta, llego con todo y máscara a migración. Ahí me pasan con el oficial encargado, con el principal. Entro en su oficina, nada más él y yo, me mira bien hablamos y me sella mi pasaporte y paso sin ningún problema ¡hasta sin aduana!... Yo soy el único Santo, éste que tienes aquí frente a ti, la gente no se deja engañar, me reconocen, el cuerpo del Santo es inconfundible, la gente lo sabe. Una vez, un cuate se ofreció a salir por mí cuando ya nos íbamos y la gente me esperaba afuera; el cuate se puso la máscara y salió, todos se fueron atrás de él, pero inmediatamente se dieron cuenta que no era el Santo. Las suplantaciones me las han hecho. Hasta en Beirut donde soy muy popular, en el extranjero, en la provincia. Pero si un cuate se para a luchar con mi nombre lo linchan.
El mundo infantil es una maravilla y esta lleno de fantasía, los superhéroes de la televisión y de los comics hacen que los niños quieran emularlos, cuando el niño ve una historieta de Batman o del Hombre Araña, se forma una idea muy importante sobre esos personajes. ¿Qué niño no quiere ser como su héroe?
Yo he visto en México muchos niñitos encarnar al Santo, que se ponen una capita, una máscara plateada, sus botitas de tela metálica, su malla y trusa de luchador, luego caminan y se ponen en guardia tal cual como El Enmascarado de Plata, es fabuloso de verdad; hay una gran sinceridad en como se asume el personaje, el niño disfrazado de su héroe se siente de verdad y encarna al héroe, dejan de ser ellos y se transforman al instante en un Power Ranger, en una tortuga Ninja, en Supermán o en el Santo, El Enmascarado de Plata.
.El Santo nos dice: Yo comencé como rudo. Luego me puse el nombre de batalla “El Santo” para que hubiera un contraste; al comienzo me iba a llamar Ángel porque al principio tenía miedo de llamarme “Santo” porque la gente iba a pensar que me estaba burlando de Dios o algo así, pero luego me aceptaron y el nombre gustó y así ha sido hasta ahora, porque yo me siento identificado con este nombre y la misión que tengo en esta vida es la de acabar con los malos y mandarlos al mismísimo infierno, porque aunque algunos me critiquen, yo si creo en el infierno. Porque debe haber algo para unos y algo para otros. ¿Cómo es eso de que la gente mala que se ha portado mal se vaya al mismo lugar que uno que se ha portado bien? Debe de haber infierno y creo que lo que dice Dante en La Divina Comedia es cercano a como es ese lugar; Aunque ahí hay cosas que no pueden ser, los que creemos sabemos que a lo mejor es así, aunque no igual.
¿Y que de los sueños y las pesadillas? Pues esto lo dejaremos en boca de nuestro héroe “Santo el Enmascarado de Plata”… el dice: Tengo un sueño que se repite. A veces sueño que subo a una montaña muy alta y que me caigo desde lo más alto. Me veo volar primero muy rápido, caigo y luego más lento, voy cayendo hasta lo más hondo. Primero rápido y luego despacio, pero nunca me pasa nada, siempre despierto antes de que nada suceda…
Jajá jajá. Mis pesadillas son mis hijos… Jajá jajá.