ZZ…Continúo aun hoy en día, escuchando buen Rock and Roll y con la misma idea de cambiar el mundo…ZZ

jueves, mayo 11, 2023

Apuntes sobre el Sr. Conejo.

 


Apuntes sobre el Sr. Conejo.

Luis Romero y Carlos Zerpa

Con notas de Fedosy Santaella, Lucila Morales y Milena Saqui.

Venezuela - México

2012 – 2023

 


Hay una historia bonita con ese conejo y como se quiso venir conmigo

Carlos Zerpa

Era el conejo de un mago llamado “El Gran Henrry”, lo acompañaba en todos sus actos. Ese mago venezolano al que yo veía de niño en la televisión.

Un día, cuando iba pasando por el bulevar de Sabana Grande en Caracas, casualmente, vi en una tienda de magia a un conejo gigante (mide dos metros de alto) que en seguida me cautivó por la “buena energía” que desprendía.

Me tomé una “selfie” con el conejo y me salí de la tienda.

Caminé media cuadra y me paré en seco, pues me di cuenta que tenía que comprarlo, en verdad quise comprárselo al dueño de la tienda, al mago Henry, el más famoso ilusionista venezolano, para incorporarlo a mi próxima exposición "Espinas de Acero", en la galería “D´Museo” de Caracas, di unos pasos, pero me regresé a comprarlo, pero no lo vendían, pues era el conejo del mago, su compañero de magia durante muchos años y no estaba a la venta, ya que formaba parte de su acto de magia y además era un atractivo para la tienda.

Entonces, me reuní con el mago y le expliqué todo lo que quería hacer con el conejo, hablamos y hablamos y hablamos.



Le dije que me acompañaría en mis exposiciones en las galerías y museos, que estaría a la entrada de la FIA, la feria internacional de Arte de Caracas, que viajaría conmigo por toda Venezuela y también por el extranjero.

Entonces, el “Mago Henry” le dijo a su ayudante o a su hijo, que lo metiera en una caja y me lo vendiera.

Supo que conmigo seguiría viviendo y supo que apenas él, como mago muriera, iba el conejo, a terminar metido en una caja, en un depósito y se quedaría ahí olvidado.

De hecho, el "Mago Henry", falleció en el año 2024, hablé con su hijo que tambien es mago y me dijo que su papá recordaba todo ese encuentro amistoso entre él, el Conejo y conmigo, que estaba feliz de habermeelo legado y saber que el Sr. Conejo estaba muy activo, haciendo de las suyas. Porque travieso es. Descanse en paz "Mago Henry" el Conejo está en buenas manos o quizas sea yo quien está en las manos peludas de él. ¡¡¡Hummmm!!!

MUY CARO me lo vendió, pero me lo vendió y desde entonces el Señor Conejo me acompaña como un personaje y como un proceso creativo en sí mismo.

Y listo, cobró vida el Sr. Conejo, ahora es mi pana y vive aquí en mi casa, ahora es una obra de arte y anda a media noche en una motocicleta, trepado a una escalera, paseando en el metro o seduciendo conejitas.

Ahora lleva pantalones de muay thai (boxeo tailandés), guantes de 16 libras y un cinturón de campeón mundial de boxeo, con los rostros de Saúl Álvarez “El Canelo” y Julio César Chávez.

Ese Conejo es mi amigo, casi mi alter ego y se vino a vivir a México conmigo, ahí está sentado en el sofá de mi sala, esa es la historia, así de sencilla.

 


Luis Romero.

Mientras yo bajaba a toda carrera, lo vi subiendo despacio las escaleras, casi ausente, bueno, ¿Quién era? ¿Qué hacía a esa hora de la noche, en el viejo edificio donde vivía con mi novia?

Yo iba a la calle, el entraba...

 


 

Luis Romero.

El encuentro fue real, ¿en verdad conversó conmigo o era un sueño? ¿y él en vigilia?

No estoy seguro y todavía su recuerdo me atormenta, su imagen de estrella fugaz está presente en ese rincón de nuestra casa

 


Luis Romero, nos habla del Sr. Conejo.

Sentada en su silla de ruedas, en silencio, apenas lo mira.

La macula en sus ojos tampoco se lo permitiría

Lo conoce en detalle, vestido de blanco siempre, caminando dos o tres pasos siempre, al lado de ella.

La acompaña en la larga noche de los últimos años, sin intercambiar saludos o señas.

Lo conoce en detalle, vestido de blanco siempre.

 


Luis Romero.

Sentado, ¿espera?

Ha violado normas y batallado abiertamente, desgarrado mucosas, masticado cartílagos, desgraciado almas.

No quedan rastros en sus manos y brazos, ha lavado la sangre.

Ya no grita

Su garganta está seca,

Su pie blanco armiño y sus pestañas negras ébano.

Le pesa la soledad de los muertos

No clama.

Tiene un boquete en la mitad del esternón y por ahí se derrama su voz y su tiempo.

¿espera?

Cuenta las espinas de acero que perdió en la refriega.

Sentada en su silla de ruedas, en silencio, apenas lo mira, la macula en sus ojos tampoco se lo permitiría, lo conoce en detalle.

Vestido de blanco siempre, caminando dos o tres pasos siempre al lado de ella

la acompaña en la larga noche de los últimos años, sin intercambiar saludos o señas.

Lo conoce en detalle, vestido de blanco siempre.

 


Fedosy Santaella

Ahí está el Señor Conejo, al fondo de la Galería Metropolitana de la UAM. Quien sabe de dónde ha venido caminando. En la Roma no es raro que esté, la colonia ha visto de todo y ha sido de todo, desde un barrio de clase alta a principios del siglo XX, por allá por los tiempos finales del porfiriato, hasta el refugio de un par de dementes geniales como Jack Kerouac y Williams Burroughs. Acá, en un apartamento del 122 de la calle Monterrey, Burroughs jugó borracho a hacer de Guillermo Tell, le puso a su mujer un vaso en equilibrio sobre la cabeza, luego le disparó y la mató accidentalmente. Así que no tiene nada de particular que me digas que el Señor Conejo anduvo por la Roma Norte y luego se instaló al fondo de esta galería.

El Señor Conejo esa criatura enigmática de unos dos metros de altura, también se divierte. En esta oportunidad, Zerpa le ha puesto guantes de boxeo de dieciséis libras, unos pantaloncitos de muay thai y un cinturón de campeón en el que lucen los rostros de Saúl Álvarez “El Canelo” y Julio César Chávez.


Carlos Zerpa

Confieso que los paseos, por la casa, del Señor Conejo, a media noche, me ponían lo pelos de punta. Estar dormido, sentir una presencia y al abrir los ojos descubrir que está al lado de mi cama mirándome fijamente, era algo que en verdad me perturbaba... lo siento, pero a mi cuarto, el Sr. Conejo, definitivamente no va a regresar.



¿Seguir al conejo blanco? ¿Seguir al Sr. Conejo? muy pronto todos estaremos viviendo en Matrix.

Dicen los psicólogos, que seguir al Conejo Blanco describe el acto de seguir a algo o a alguien ciegamente, y cuya persecución desemboca en aventuras y descubrimientos. Eso sin dudas es lo que pasa con el Sr. Conejo.



El Sr. Conejo, dice.

Sepa usted querida, que este no es el país de las maravillas, ni usted es Alicia.

Milena Saqui acota.

¿Por qué Alicia en el País de Las Maravillas, no es de lectura obligatoria para todo el que pretenda saber algo en la vida? Yo pienso que una reflexión sobre los espejos y sobre los conejos se hace necesaria.

Albert Camus, en la novela El Extranjero.

“Dijo que yo era raro, que me amaba por eso. Pero yo sé que un día me odiará por las mismas razones”.

Lucila Morales, informa.

El conejo aun no identificado se ha dado a la fuga seguido por otros conejos gritando palabras como: puyas, espinas, dolor, acero, sufrimiento... Todo era un alboroto en la frontera. Se teme un complot entre conejos. El DNA del sospechoso o la sospechosa se está examinando para determinar la identidad y el sexo de conejo.

Tenía tiempo que no sabía del Sr. Conejo. Pensé que se había desaparecido. No se si estaba escondido, esta penoso, camuflageado de vendedor de rábanos o estaba modesto. Peludo si estaba.

EL CONEJO/CANCION CON RONDA

(A mi querida prima Inés Zerpa Reques, quien me enseñó esa canción, cuando éramos niños).

El Conejo no está aquí, ha salido esta mañana a las 12 ha de venir…

¡¡Ah!! Aquí está, el Conejo, el Conejo. ¡¡Ah!! Aquí está, el Conejo, el Conejo.

Vuelve Conejo del alma haciendo una reverencia, y sacará a la niña preferida y sacará a la que le guste más.

Esto sucedía en el jardín, frente a la casa de nuestros abuelos, Francisco Zerpa y Pura Malpica, en la urbanización El Viñedo de Valencia, aproximadamente en los años 1961/62.

Todas las primas (eran más de 15) hacían un círculo, cantando y aplaudiendo. En el centro una de ellas era "El Conejo", bailaba, cantaba y luego escogía a una de las niñas del círculo, para que tomara su lugar en el medio de la pista... Esto se repetía una y otra vez con mucha felicidad. Los niños, como éramos hombres, no participábamos, pues era un juego de niñas, solo las veíamos jugar y reíamos)



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ZZ…En el arte definitivamente hay que atreverse, hay que participar de una subversión por la libertad total como dijo el querido maestro Frank Zappa…ZZ