Claudio Perna
Por Carlos Zerpa
Es el conceptualista más puro del grupo, se presenta como
escultura viviente en la vitrina de la librería La Cruz del Sur… es la
presencia del propio artista leyendo un libro en “Una Escultura Viva para
Incitar al Diálogo”, utiliza también diapositivas cual anteojos sobre sus ojos,
es el cuerpo sin vida para ser demarcado en tiza en el piso, como “Escultura
Psicológica”. Sin dudas es un artista comprometido con las nuevas artes,
trabajó con otro gran artista, con el español
Muntadas, realizó una serie de “infiltraciones”, proyecciones y
exploraciones en las que utilizaba su cuerpo y otros medios", es geógrafo,
es fotógrafo, es instalador, es también el atril para el chelo que tocará
Charlotte Moorman, en un Performance ideado por Joseph Buys, con la música de
John Cage, aquí en Caracas y luego en Tucácas.
Claudio, intervendría un “volante” mío el 17 de abril de
1980 en donde había una figura de Jesucristo, del Sagrado Corazón de Jesús que
tenia en sus manos una botella de whisky y con un lema que decía: “Solo dos
personas de cada cien que lean este anuncio, son capaces de distinguir un Scoth
de otro.” ¿Es capaz usted de distinguir esta diferencia?
Este papel fue entregado por mí en un Performance titulado “Cristo
Scotch” que hice en el Museo de Arte Contemporáneo de Caracas, en 1979. Estaba
en ese Performance parado en el museo y le obsequiaba (con cara de pocos
amigos) el papel a todas las personas que entraban al lugar, incitándolos a que
participaran de la prueba de los catadores del sabor del whisky.
Perna escribió la palabra ARTE sobre la botella de whisky y
dibujó un embudo en su pico escribiendo: “Solo dos personas podrían profundizar
en los efectos relativos al embudo y sus leyes”… lo pegó luego sobre el anverso
de un cartel de él, de su arte en vitrina de 1976, en donde hay una fotografía
del Perna leyendo un libro en la vitrina de la Librería La Cruz del Sur,
haciendo un Performance, una escultura viviente… escribiría él, sobre el papel
a manera de una carta personal: Solemnemente declaro este papel la obra más
trascendente de Carlos Zerpa, vienen a mi (escribe Claudio) los recuerdos de
muchas cosas gratas y entre ellas tu sobresaliente envío para el segundo “Arte
en Vitrina” (diapositivas de mi rostro maquillándome y pintándome los labios,
como Rose Selavy en homenaje a Marcel Duchamp, con un collar de perlas en mi
cuello) así como me lo dijo alguna vez Alejandro Otero, “más vale el que sabe
que el que ve” Firmándola, sellándola, con su número de cedula de identidad
8224364 y de su teléfono 328492…
Claudio Perna me diría: “En el trabajo está la base de todo, no lo olvides jamás”. Y no lo olvido Claudio ni tampoco te olvido a ti… Hablaba una vez con mi amigo Claudio Perna en un bar de Sabana Grande en Caracas, mientras tomábamos ese peligrosísimo cocktail llamado Manhattan, yo sabía que por tomar burbon, por tomar ese whisky gringo, se había enloquecido Jack Nicholson en el film “The Shining”, había alucinado a un bartender-fantasma que le servía de este Whisky para luego salir con un hacha a perseguir a su hijo para matarlo a hachazos, por eso le tenía y le sigo teniendo miedo; lo que le tengo al burbon es culillo, sin embargo tras la insistencia del pana Perna, pedí yo también un Manhattan, preparado con una parte y media de Jack Daniels Tenese Whiskey, media parte de vermouth dry y media parte de vermouth dulce, quemando unas conchitas de naranja y sumergiéndolo en Grand Marnier, se ponen luego dos cubos de hielo en una coctelera de vidrio, se le agrega el Jack Daniel`s, el vermouth seco y el vermouth sweet, también el Grand Marnier, con tres gotas de amargo de Angostura, se bate fuertemente y se sirve en un vaso helado, se le agregan las pieles quemadas de naranja y dos cerezas en marrasquino… and enjoy. La receta de este cocktail, esta verdadera bomba de tiempo le fue suministrada a este bar Caraqueño por el barman del “Green Bar” de Nueva York, y aquí se tropicalizó la formula original al estilo Perna, Con un “HEART FULL OF BOURBON” como decían los Yardbirds,
And I know if she had
me back again,
well I would never make
her sad.
I´ve gotta heart full
of soul.
Sick at heart and lonely, deep in dark despair.
Escuchar a Claudio Perna hablar era de por si una lección
de arte actual, de arte contemporáneo, tomábamos Manhattan y el decía: “Vivimos
en las fronteras de dos expresiones culturales: una local, espiritual e
histórica, otra planetaria, materializada y actual. Lo que no vemos y oímos es
más importante de lo que está a la vista. La atención debe centrarse más en las
relaciones que en el lenguaje puro”. Se ponía serio y entonces le pedía al
mesonero otra ronda del Newyorkino cocktail.
“Las bellas artes están encerradas en un sistema, en que una
manifestación es respuesta de la anterior”. La vida… hoy… se subía entonces a
la silla y parado sobre ella decía: “se sumerge en exigencias que demandan del
artista mayor libertad e independencia. Las experiencias conducen a nuevas
bases teóricas. Hoy es más importante una idea acerca del arte que una obra de
arte. Alrededor de la primera se enriquece la vida, cerca de la segunda parecen
gestarse buenos negocios. La tecnología es un imperio que nace y se desarrolla
sin consideraciones ecológicas y ambientales”. Y en tono “arrecho” decía: “Hoy
se trabaja para destruir todos los milagros humanos. De nada sirven los nuevos
medios sin la atención y el estudio de nuevos temas. Tanto medios como temas
pertenecen al planeta, integrado por la acción tecnológica. Los elementos
plásticos culminan en la composición. La actividad artística de hoy se centra
en la descomposición”. Se baja entonces de la silla y enciende un cigarrillo,
un rubio con filtro, toma unos tragos de su vaso y dice: “La atención se
asienta en el proceso. La participación es más amplia que la requerida por un
orden simplemente estético y con frecuencia decorativo. Los artistas de ayer
comunicaban con sus obras las manifestaciones más raras e individuales; los
artistas de hoy se preocupan por las expresiones más frecuentes y colectivas.
Los factores urbanos y culturales están afectando la vida del hombre consigo
mismo y con sus semejantes. La riqueza natural se sustituye por la riqueza pasajera.
Habitar la Tierra, mientras se fabrican nuevos moldes, nos expone a otros
enfoque y aproximaciones”. seguimos tomando Manhattans y Claudio continua con
su magistral monologo que en verdad es una clase sobre arte conceptual e ideas…
“En Arte, es arte lo que no lo era. Arte
y vida son procesos sin fin. La vida reintegra todo y todo se reformula. Los
artistas reciclan también, y dejan otra vez sin mentir al principio universal
de que ni se crea ni se destruye, solamente se transforma".
Claudio nos dejó el legado de sus enseñanzas, fue un buen
amigo y un pionero del arte de vanguardia, hoy dejó su cuerpo y se fue en
espíritu.
Descanse en paz querido amigo… brindo con un Manhattan por
tu recuerdo, desde las aguas termales de “Las Trincheras” en donde siempre nos
encontrábamos. amén.
Nacimiento 20 de diciembre de 1938, Milán - Italia
Fallecimiento 10 de febrero de 1997, Holguín - Cuba