Bob Flanagan, Happines in Slavery.
Flanagan encontró en el masoquismo la fórmula para desviar el dolor y la miseria de fibrosis quística, una enfermedad incurable, con esa obsesión por todos los objetos capaces de inflingirle dolor: martillos, clavos, tenazas, hasta que un día decide atravesarse el pene con un clavo y un martillo, fijándolo a una tabla y, una vez desclavado, dejando gotear la sangre sobre el lente de la cámara, coserse los genitales con hilo y aguja, para terminar clavándolos en un tablero con clavos muy grandes… o el Performance titulado "NAILED", donde muestra manipulaciones corporales, cortes con cuchillos, suspensiones de cadenas y también clavarse los genitales sobre otra tabla. Fue Flanagan quien participó en el videoclip "Happines in Slavery" de la banda Nine Inch Nails, donde se le puede ver torturado por una máquina infernal, amarrándose a sí mismo a esa máquina metálica con taladros que le perforan la carne, garras casi robóticas que lo pellizcan o se le clavan produciéndole profundas heridas que subsecuentemente le dan placer, lo torturan y finalmente lo mata.
Flanagan encontró en el masoquismo la fórmula para desviar el dolor y la miseria de fibrosis quística, una enfermedad incurable, con esa obsesión por todos los objetos capaces de inflingirle dolor: martillos, clavos, tenazas, hasta que un día decide atravesarse el pene con un clavo y un martillo, fijándolo a una tabla y, una vez desclavado, dejando gotear la sangre sobre el lente de la cámara, coserse los genitales con hilo y aguja, para terminar clavándolos en un tablero con clavos muy grandes… o el Performance titulado "NAILED", donde muestra manipulaciones corporales, cortes con cuchillos, suspensiones de cadenas y también clavarse los genitales sobre otra tabla. Fue Flanagan quien participó en el videoclip "Happines in Slavery" de la banda Nine Inch Nails, donde se le puede ver torturado por una máquina infernal, amarrándose a sí mismo a esa máquina metálica con taladros que le perforan la carne, garras casi robóticas que lo pellizcan o se le clavan produciéndole profundas heridas que subsecuentemente le dan placer, lo torturan y finalmente lo mata.
1 comentario:
Flanagan ....uffff... demasiado... paso.....
Andres Mastrangelo
Publicar un comentario