TONFA-MEX-MANIACOS

TONFA-MEX-MANIACOS
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En el aeropuerto de la ciudad de México, en el pasillo de entrada, un musculoso guardia totalmente vestido de negro, con casco y lleno de protectores de cuero, rodilleras, hombreras y coderas, casi un “Robocop” casi un “Darkbader”, jugaba dándole vueltas en sus manos con una TONFA y nos miraba con cara de pocos amigos… en un anuncio en un muro detrás de él, estaban dibujadas navajas, cuchillos, pistolas, “TONFAS y estrellas Ninjas”, cruzadas por bandas rojas que las tachaban, bajo un letrero que decía: “Artículos restringidos para su portacion en áreas estériles del aeropuerto y/o en las aeronaves”, un gran listado acompañaba a los dibujos, así como también folletos del programa “seguridad de los aeropuertos”, este listado enunciativo, entre pistolas, escopetas, gas lacrimógeno, granadas, paralizadores eléctricos, pólvora y explosivos, entre tantas y tantas cosas obviamente peligrosas, también incluía una peculiar lista de objetos prohibidos, nunca antes visto por mi en listados de este tipo, tales como: espadas, katanas, arrojadizas o no de artes marciales, porras, manoplas, aporreadotes, toletes, kubatanes, látigos, estrellas Ninjas y TONFAS… ¡¡¡Como ha cambiado el mundo, me dije!!!… años atrás, encontrar información sobre armas de Artes Marciales en los aeropuertos, para el conocimiento público o para el uso de la policía era un imposible, esto no era factible, ya que su uso y conocimiento, estaba restringido a los “grandes maestros marciales” y a los miembros de las sociedades secretas.
De ciudad en ciudad, de hotel en hotel y de aeropuerto en aeropuerto, fue mi deambular por tierra Azteca, entendí entonces el como y el porque Frank Zappa había escrito la música de su film “200 moteles”… me fui del Distrito Federal a Xalapa, de Guadalajara a Puebla y de Tecate a Tijuana en Baja California… fui entonces fijándome en que los guardias de los hoteles, de los aeropuertos, de los centros comerciales, de los museos, de las tiendas y ventorrillos, así como en los mercados populares, que todos ellos usaban TONFAS, para protegerse de los ladrones y delincuentes, me di cuenta que todos los guardias privados a las entradas de los hoteles llevaban tambien en sus cinturas TONFAS, que toda la policía las utilizaba como arma reglamentaria, la policía privada, la policía auxiliar, la policía militar, la policía turística, la policía de punto, la policía nacional, la policía municipal, la guardia antinarcóticos, los cuerpos de seguridad publica, los de seguridad ciudadana, los agentes del orden y hasta los Ángeles guardianes, todos, si todos utilizaban TONFAS… esto ya era para mi una obsesión, veía TONFAS en todos lados, comencé a soñar con ellas, veía que todos las cargaban y las esgrimían. Al preguntarles sobre ellas, algunos me decían al entrevistarlos que SI habían tomado cursos para entrenarse con las TONFAS, otros me decían que NO sabían como usarlas y para ellos eran como rolos o porras… las vendían por doquier, en negocios de ventas de uniformes militares o de policiales, en las tiendas de deportes y en las de artes marciales, TONFAS en madera de nogal o de roble, al natural o laqueadas en negro, de fibra de vidrio, de goma dura y compacta, de acero inoxidable, de plástico, hasta las vi vendiendo en un puesto al aire libre en plena plaza del Zócalo en el DF, estas eran de goma compacta y estaban en plena calle, junto con estrellas Ninjas, libros de defensa personal y el infaltable Tao del Jeet Kune Do del maestro Bruce Lee.
El TONFA es un palo de madera que tiene una empuñadura lateral, el cual en sus orígenes, en el siglo XVII, fue un instrumento para la agricultura utilizado en Okinawa, el cual después devino en un arma de guerra para protegerse los antebrazos de los sablazos o para golpear haciéndola girar sobre su empuñadura… y al que hoy en día, las fuerzas del orden del mundo utilizan en contra de la delincuencia, adiestrándose para ser expertos en el uso de ella.
Justo el día de mi regreso a Caracas, me informaron que un malabarista, en la Zona Rosa del DF, hacia malabarismos no con pelotas, si no con seis TONFAS que lanzaba al aire, este hombre con pequeños anteojos redondos, como los de John Lennon, lanza y mantiene girando en una órbita, seis TONFAS de cristal transparentes, que se desplazan en el espacio siguiéndose unas a las otras, a una gran velocidad como si dibujaran en el aire mismo, el símbolo del infinito… pero en verdad ya iba en un taxi rumbo al aeropuerto, a tomar mi avión hacia Venezuela y me fue imposible ir a ver esta maravilla.
He entendido en este viaje, que México le declara al mundo, su amor a las TONFAS y que todos ellos son en verdad unos TONFA-MEX-MANIACOS.