sábado, mayo 20, 2006
¿Cómo caminar con un cuchillo clavado en tu nuca o en tu espalda?
¿Cómo caminar con un cuchillo clavado en tu nuca o en tu espalda?
Una tarde mientras dictaba un seminario de Arte NO Convencional en Caracas, un alumno me hizo una pregunta que me dejó por unos segundos básicamente desconcertado… ¿Cómo se puede caminar con un cuchillo clavado en tu nuca o en tu espalda? Me preguntó y me hizo reflexionar sobre este asunto al que en verdad antes no le había prestado atención.
La gran mayoría de los libros de artes marciales y de las revistas especializadas que he leído, te explican y te enseñan las más variadas y sobre todo espectaculares técnicas de defensa y ataques contra afilados cuchillos, luego los lectores muy confiados, en que tan solo por leerlas ya están preparados para repeler la agresión de un atacante armado con un arma blanca y envalentonados al ver como lo hacen de fácil los artistas en el cine, se enfrentan una tarde o una noche a un agresor con un cuchillo, consiguiendo con esto, tan solo salir heridos con cortaduras o en el peor de los casos muerto… ¿Pero como es posible… Si Van Dame y Segal lo hicieron tan bien en la película?
He leído y releído estos textos y ninguno de ellos te explica cómo actuar cuando te clavan un cuchillo, por que hay que estar claros que si nos enfrentamos a un individuo armado de un afilado cuchillo, aunque uno esté muy bien entrenado y tenga una cinta negra en artes marciales o sea experto en cualquier otro estilo de defensa personal, hay muchas posibilidades de que uno sufra una cortadura o un apuñalamiento.
Dicen quienes han vivido esta terrible experiencia, que en un principio no se nota que el cuchillo haya penetrado en tu cuerpo, dicen que la sensación que se tiene es como la de un fuerte puñetazo aunque el dolor es más profundo… El peligro mayor está en que si el atacante retira el cuchillo de seguro se ocasionará una hemorragia, además que si él saca el arma de tu cuerpo de seguro te la clavará otra vez… Quizás en verdad seas un experto y puedas desarmar a tu oponente, pero tienes que saber que existen muchas posibilidades de obtener una cortadura o de ser acuchillado, el objetivo básico entonces es evitar una lesión mayor, ya que una persona bien entrenada, incluso tras ser apuñalada una vez, puede desarrollar y aplicar las técnicas de defensa y ataque que ha practicado y practicado durante años…(Repitámoslo, que ha practicado y practicado durante años) Tenemos entonces que reaccionar rápidamente, alejándonos unos metros del atacante para coger distancia de seguridad, para poder utilizar las patadas, también cubriendo nuestro brazo con una tela gruesa, nuestro saco quizás y prepararnos para atacar contundentemente con todo, con el máximo KIME, sillas, palos, tubos y piedras incluidas ya que no se trata de un combate amistoso si no que de un combate de vida o muerte… Dicen los expertos “Nunca te rindas ni pierdas tu espíritu de lucha, la primera puñalada no es el fin”, lo importante es hacer todo lo posible para sobrevivir.
¿Cuál es el daño que puede ocasionar una cuchillada? Pues todo depende del tamaño del cuchillo, de su forma, de la profundidad de la herida infringida y del lugar del cuerpo en donde se ha producido el ataque, depende del desarrollo de los músculos que tienes o no tienes y si el atacante te produjo cortes, tajos o una penetración… Depende de quien esgrime el arma, ya que es diferente si el que te ataca es un loco, un delincuente, un fanfarrón, un borracho o un experto en cuchillo de combate, ya que si el ataque es ejecutado por un experto, puede ser suficiente para causarte la muerte, ya que va dirigido sin dudas a cortar gargantas o arterias, pero de no ser así, puedes sobrevivir después de sufrir varias puñaladas ya que una persona puede permanecer viva e incluso con fuerzas para huir o llegar hasta un hospital… Hay que recordar siempre tres consejos claves en todo este asunto del ataque con cuchillos,
1- Quien saca un cuchillo de seguro está dispuesto a utilizarlo.
2- La pelea que se gana es la que se evita.
3- Si te ves obligado a pelear, debes entonces atacar de la forma más brutal, rápida y decisiva que puedas, arrasando y concentrándote solamente en acabar con tu oponente… Como dice el maestro Leung Ting.
La pregunta que me hizo el alumno al comienzo de este artículo es directa:
¿Cómo se puede caminar con un cuchillo clavado en tu nuca o en tu espalda?
Y la respuesta va al grano también:
Lo que tienes que entender si tienes un cuchillo o algún elemento punzo penetrante clavado en tu espalda o en otra parte de tu cuerpo, es que de ningún modo debes tratar de removerlo y sacarlo pues al hacer esto, sin duda agravaras la hemorragia interna y morirás desangrado a los pocos minutos, de hecho el arma blanca clavada en tu cuerpo actúa como tapón del flujo de sangre, igual como un clavo en la llanta de tu vehículo no puede ser removido para que esta no se desinfle… Haz que te ayuden y de inmediato ve a un hospital que los médicos se encargarán de salvar tu vida…
Recuerdo una caricatura de humor negro, en donde un hombre con un enorme cuchillo clavado en su espalda va a ver a un medico y este le pregunta al paciente - ¿Le duele? Y el herido responde – “Solo cuando respiro”.
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3 comentarios:
En una ocasión me ocurrió algo parecido...
Caminaba por Candlemaker Street, en Edimburgh, y me veo a un tío enorme con dos tremendos pepinos (cucumbers, poco habituales por esas latitudes)
insertados en cada oído. Me ataca la empatía, un frío de cojones, y le
comento si puedo ayudarle en algo, y responde: "What's the matter whit
you?", chillando.
Insisto, le comento que si puedo ayudarle en algo, y contesta otro "¿Qué?"
chillando de nuevo. Vuelvo a insistir, y repite lo mismo. Lo intentó otra
vez, y entonces se quita los dos pepinos de los oídos y me contesta,
perdona, chico, qué dices?... es que tenía estos dos pepinos metidos en los
oídos y no oía un pijo!
Lo que demuestra que la vida es una puta broma, porque lo anterior os
aseguro que es absolutamente cierto...
Salud!
J V Campos.
¡Verga, Carlos, qué belleza!
Eres genial Zerpa
Tus escritos me absorben y podría pasarme la noche entera leyéndote. El de como caminar con un cuchillo en el cuello es muy bueno. Siempre me ha gustado la gente que sabe algo de defensa personal, sin hacer gran aspaviento de ello. Una vez un amigo polaco me contó que al llegar a su casa en la calle Veracruz, del barrio de La Condesa, un par de chamacos se acercaron a preguntar la hora. Al extender el brazo para ver su reloj uno de ellos sacó un cuchillo y amenazó a Krzstof. Esté que era un hombre ágil y de buen carácter, pero también muy severo. Echo dos pasos para atrás, se quitó la chamarra y se envolvió el brazo izquierdo con ella. Se soltó el cinturón y enrollo la lengüeta en su mano derecha, dejando la hebilla libre. Como un gladiador empezó a girar el cinturón, cubriéndose con el brazo izquierdo y la chamarra. Los dos bandido intentaron en vano acercársele y en un momento dado logró impactar con su hebilla el rostro de uno de ellos, que sólo acertó a correr despavorido. El otro intento en vano rasgar el escudo de mi amigo. Al darse cuenta de que se enfrentaba a un rival decidido a eliminarlo también optó por correr. Lo interesante de la historia es lo que sigue. Krzistof le da alcance y lo somete en el piso. Le quita el cuchillo de la mano y lo mantiene con la cara hacia el asfalto sujetándolo del cuello y del brazo izquierdo por la espalda. Luego de razonar con él por espacio de unos minutos, lo suelta. El ladrón se incorpora y pide disculpas. Krzistof lo invita a su casa a tomar una cerveza y le devuelve el cuchillo agresor. Así pasaron dos horas, platicando. Por esa anécdota recuerdo a ese artista polaco que hoy vive en Varsovia como un asceta, dedicado a su arte y creyendo en la no violencia.
Bueno, Zerpa, estamos en contacto.
John Springer
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