La aparición del Doctor José Gregorio Hernández en el apartamento 8B

La aparición del Doctor José Gregorio Hernández en el apartamento 8B

La aparición del Doctor José Gregorio Hernández “el siervo de Dios” se produjo en el apartamento 8B de la familia de Irina a eso de las 3 de la madrugada… Justo hoy que hay luna llena.
Irina estaba durmiendo en su cuarto con migraña, con un fuerte dolor de cabeza, cuando de pronto sintió un resplandor a los pies de su cama y sintió un aire muy frío y una presencia.
Al abrir los ojos no pudo dar crédito a lo que veía, pues pensó que estaba soñando.
Un señor de traje negro, con corbata, sombrero, bigotes y las manos detrás en su espalda la estaba mirando fijamente.

Irina aterrorizada, lógicamente no hizo otra cosa sino que gritar fuertemente, gritar y gritar.
El Santo entonces sin pronunciar palabra, con las manos aún detrás de la espalda, salió corriendo del cuarto de Irina rumbo al pasillo y a la salida.
Los padres de ella estaban consternados.

¿Qué hacía Irina, una muchacha de 17 años, con un hombre mayor en su cuarto y en la madrugada?
¿Cómo se lo ocurrió a Irina meter a un hombre a la casa de sus padres y llevárselo a su cuarto en medio de la noche?

Por más que Irina intentó explicar la aparición milagrosa del siervo de Dios en su cuarto, no tuvo éxito, nadie le creyó. Su misma madrastra le exigió que no llevara hombres a su cuarto o si no era preferible, que se fuera a vivir sola, sobre todo por aquello del irrespeto y del “qué diran” los vecinos.
A través de la señora de servicio la noticia se regó y pasó de boca en boca a todos los del edificio, quienes la veían con picardía y se sonreían con Irina.
El novio de Irina se enteró y tuvo que romper sus relaciones con ella porque ya no aguantaba los chistes de “cuernos” de sus compañeros de trabajo, quienes además lo apodaron “el Venao” y le cantaban: “Que no me digan en la esquina… el Venao, el Venao… Que eso a mi me mortifica”

Irina aun con migraña, en vez de convertirse en devota de José Gregorio Hernández en lo único que pensaba era en él y en el por qué le había echado esa tremenda vaina!.