Este sábado se inaugurarán las últimas tres exposiciones y obra huésped del 2017 en el Museo Rayo, en Roldanillo.
Siguiendo su política de mostrar a artistas colombianos significativos del siglo 20 y 21 entre los internacionales y los de otras épocas, Miguel González, curador del museo proporciona, para cerrar el año, muestras de tres colombianos insurgentes e iconoclastas: Álvaro Barrios, Nadín Ospina, Marco Mojica y el venezolano, Carlos Zerpa.
Estas exposiciones que son apoyadas por el Ministerio de Cultura, Programa Nacional de Concertación Cultural, estarán abiertas al público a partir del domingo 12 de noviembre, de 9:00 a.m. a 6:00 p.m. en jornada continua, hasta enero.
Además de la exposición que se estrenará, también podrá visitar los diferentes espacios que ofrece el Museo Rayo.
Álvaro Barrios, barranquillero
Álvaro Barrios compone sus pinturas con destreza y colorido.
La dota de humor y sarcasmo y se adhiere a la estética del cómic para transmitir imágenes que desafían su propia integridad y están dirigidas a inquietar y movilizar conciencia. Su pintura resulta tan formal como conceptual, promulgando un estilo optimista y desenfadado, capaz de generar en el espectador reflexiones al interior del arte valiéndose igualmente de su historia.
Nadín Ospina, obras precolombinas
Esta exhibición se concentra en obras elaboradas desde 1998 a 2014, todas citando elocuentemente las culturas precolombinas y enmarcando en cada pieza tanto a Mickey Mouse, Daisy, Pluto, el Pato Donald y Homero Simpson.
Produciendo una iconografía donde la extrañeza, el enfrentamiento cultural, los relámpagos de la sociedad de consumo y la transgresión gozan de un tratamiento privilegiado. Las piezas, unas en piedra y otras en bronce tienen una factura impecable y se presentan contundente exponiendo con toda claridad la hibridación a que han sido sometidas.
Carlos Zerpa (obra huésped)
Esta pintura en gran formato y de impactante colorido produce una
peculiar impresión en el espectador. Una mujer tatuada, con escudo,
manilla con taches, togada y con un puñal en la mano cabalga sobre un gran cerdo morado. Esta peculiar amazona se encuentra próxima a varias de las insignias de la pasión de Cristo como la columna, el látigo, el divino rostro y el gallo de la negación. Se puede ver parcialmente en un extremo una calavera. El fondo es una noche estrellada con constelaciones incluidas y una cenefa de hojas amarillas enmarca a la manera de arco la parte superior de la composición.
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