Bichos, Bichos, Bichos
Performance art para Cine Súper
8.
Realizado para la clase de
diseño de Bruno Munari
Scuola Politecnica Di Design
Carlos Zerpa
Milano – Italia 1977
Munari va en un viaje aéreo,
desde Japón a Italia y al pasar sobre el polo norte, se da cuenta que “El
amanecer y el atardecer son la misma cosa, vistas de dos puntos diversos”
Bravo por el Munari.
Bichos, Bichos, Bichos
El título se refiere a la idea
de unir cosas, como insectos, animalitos (bichos) diferentes.
Primero sale un hombre con un
pantalón acampanado de color blanco y la cámara lo enfoca de la cintura hasta
los pies.
Está parado sobre una base
cuadrada de formica blanca de un metro por un metro que tiene una pequeña
inclinación.
Esta imagen inicial del medio cuerpo del
hombre se repite con múltiples variaciones, creando una serie.
La primera variación es el
hombre con blue jeans que tocan el piso y botas marrones.
Desaparecen las botas y se ven
los jeans sobre los pies desnudos.
Desaparecen los jeans y están
los pantalones blancos sobre los pies desnudos y el público ve que mueve los
dedos.
Luego, desaparecen los pantalones,
y solo se ven unas piernas desnudas y unas botas trenzadas hasta la rodilla.
Desaparecen las botas y las
piernas están cubiertas por unas medias panty de algodón rojo.
Desaparecen las medias y se
ven las piernas desnudas, los pies desnudos y la ropa interior.
En toda esta serie de tomas,
los pies siempre han estado en la misma posición.
Se trata de un collage de
imágenes que tienen y no tienen nada que ver unas con otras, como contar
cincuenta historias al mismo tiempo.
La cámara sube y se detiene
justo en la entrepierna del hombre, haciendo un close up.
Se ve lo abultado del pene del
hombre y cómo se orina, manchando la trusa blanca de amarillo.
Después, un líquido azul
resbala por la pierna, manchando la trusa blanca de azul.
Los líquidos, que provienen de
la parte interna del cuerpo, también manchan la base blanca.
Hay una mancha amarilla y una
azul, y en algunas partes la mancha ya se va haciendo de color verde.
La cámara, que había ido
siguiendo el líquido azul hasta la base manchada, se acerca al charco
amarillo-azul-verde, tomando un close up desde arriba.
Más tarde, desaparecen los
pies y aparecen unos pies, calcos de los originales, pero en yeso.
A continuación, las tomas de
los pies vivos de yeso están intercaladas con el charco, que se hace de color
rojo.
Termina con una toma de los
pies vivos.
El color es clave. Los
colombianos, mexicanos y los venezolanos teníamos muchos problemas en la clase
de la materia color, del profesor Conti en La Scuola Politecnica di Design… Él
no podía entender nuestra gama de colorinches; le impresionaba que, en nuestros
trabajos, los colores cálidos danzasen armoniosamente con los fríos, en una
verdadera ensalada tropical de frutas.
En Bichos, bichos, bichos me
interesaba resaltar el uso de los tonos caribeños, tropicales en una ciudad
como Milano, donde en pleno invierno todo era color azul marino y verde oliva.
Entre los pies aparece una
gallina muerta y desplumada.
La cámara se acerca con un
close up de la gallina y toma un primerísimo plano de la cabeza de la gallina.
Le sigue una cabeza de mujer
de perfil, con los ojos cerrados, sobre una estructura plana blanca.
La boca se abre y sale
lentamente un líquido de color morado que resbala por el plano blanco hasta el
piso.
Se repite el movimiento
anterior dos veces más.
La boca se abre y sale un
líquido de color verde y después otro naranja, que resbalan por el plano
blanco.
Con los líquidos que han
salido de la boca de la mujer casi se forma un arco iris en el piso.
Acto seguido, se añade un
nuevo elemento: la cámara baja y se ve en el piso una cartulina negra con
manchas moradas, verdes y naranjas.
Al lado de cada color hay un
círculo pintado del mismo color de cada mancha.
La cámara sube de nuevo y,
esta vez, cuando la mujer abre la boca, le sale lentamente un líquido viscoso:
la clara de unos huevos de gallina.
Abre más la boca, y comienzan
a resbalar por el plano seis huevos de gallina, uno detrás del otro.
Los huevos, al resbalar,
borran el rastro de los colores antes vertidos.
La cámara baja y congela la
imagen de los huevos sobre la mancha: una cartulina negra con manchas morada,
verde, naranja, y seis huevos crudos.
Los huevos crudos siempre han
producido un rechazo en las personas, quizás por la viscosidad y por lo
desagradable que resulta tener un huevo crudo en la boca, su textura, sabor,
olor causa repulsión.
Bruno Munari
Munari fue muy importante en
mi vida, fue mi profesor y mi amigo. Más allá de ser un diseñador, él fue un
tipo demasiado volado. Con él empezamos a hacer cine Super-8. Con él quemábamos
las diapositivas, las perforábamos, nos enseñó a trabajar con el decollage, a
utilizar la luz polarizada. Munari, en forma sabia, me enseñó la relación
Arte-Vida y me aproximó al camino del Zen. Le estoy muy agradecido al maestro,
que me dio la libertad de ser lo que soy y que aún hoy en día me acompaña en
espíritu.
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