Las balas no le hacen nada al Hombre Gato de los Techos.

Las balas no le hacen nada al Hombre Gato de los Techos.
El “Hombre Gato” mide mas de dos metros de altura, viste totalmente de negro, lleva una capa como si fuese el Zorro, tiene los ojos completamente rojos, lleva las uñas largas como de tigre y aúlla a media noche cual hombre lobo, de verdad es terrorífico ese ser que pega unos saltos de 15 metros de largo y hasta 10 metros de alto sin tomar impulso, como si tuviese un cohete en el culo.
Un vecino de la zona del Arenal aseguró que le disparó 17 veces con su pistola automática al llamado “Gato de los Techos”, sin que las balas le hicieran el menor daño, las balas lo atravesaban como si fuese de plastilina sin provocarle dolor ni muerte, mientras el individuo misterioso no hacía otra cosa que provocarme sacándome su lengua negra como de perro “Chow Chow”, aullando como un animal en celo o llorando como un niño desesperado, daba pasos de baile sobre los techos de las casas en los que camina como si fuera el “Violinista en el Tejado”, nos dijo.
Los habitantes de la ciudad Argentina de Santa Fe (476 km al norte) están aterrorizados por la presencia de este misterioso hombre a quien se le atribuyen características sobrenaturales de "Hombre Gato" y que puede, por ejemplo, cruzar las calles saltando de techo en techo practicando saltos acrobáticos y trepar por paredes lisas de 20 metros de altura.
"Se ha generado una psicosis general", afirmó el comisario mayor Gabriel Legstra, de la policía santafecina al ser consultado sobre la versión local de ese ser sobrenatural. "Todo comenzó con una serie de llamadas a la comisaría en las que se denunciaba a una persona vestida de negro que podía cruzar la calle, saltando de techo a techo y dando brincos acrobáticos que podían ser de hasta diez metros de altura por quince de largo, algo en verdad insólito. El comisario aclaró que hasta ahora no se habían dado denuncias por delitos "más allá de una violación de domicilio o alguna intimidación". Aseguró además que una mujer le había dicho, que una noche se le presentó el sujeto frente a ella y en un momento "este desapareció de su vista". Mientras que otra mujer declaró que ese ser "le apuntó con el dedo y la congeló". Otra vecina relató que en la madrugada del lunes pasado, en momentos en que llovía intensamente, el fantasma logró trabar las puertas de un auto con siete personas adentro que estaban armadas esperando darle caza.
Alrededor de las 12 de la noche, el alarido que soltó Elsa Morandi, recorrió la calle Entre Ríos en toda su extensión y a todos en el vecindario les puso la piel de gallina, tanto que hasta los curtidos y rudos muchachos de la “Banda del Pasillo” se llenaron de alarma y les hizo temblar las piernas.Elsa, una peluquera con un local instalado en pleno corazón de barrio San Lorenzo, salió a la calle rodeada de sus nietos a contarles a quien la quisiera escuchar que cuando bañaba al más pequeño de sus adorados nietecitos, el fantasma se le apareció en el segundo piso de su vivienda pegando su rostro al vidrio de la ventana del baño, mientras en actitud amenazante le mostraba las garras, sacaba su negra lengua y clavaba en ella una mirada fulgurante con unos ojos rojos inyectados de sangre, cosa que la hizo gritar con todas las fuerzas de su vida.
Ante este nuevo relato todos en el barrio quedaron en suspenso pero enseguida, (quienes seguramente habían estado en vela de armas), aparecieron los vecinos en gran número empuñando linternas, pesados garrotes, además de filosos machetes, estiletes, martillos, tenedores, palos, tubos, cabillas, picahielos, alicates, palas, picos, punzones, cortaplumas, humildes cuchillos de cocina, gomeras, cruces de diferentes tamaños, fotografías de Diego Armando Maradona y oscuras intenciones, con ánimo de emparejar las cuentas con ese ser de ultratumba, todos salieron en búsqueda del aparecido, mientras distintas patrullas policiales llegaban al lugar con intención de evitar un posible linchamiento o cualquier fatídica confusión entre los propios justicieros.La mayoría de los vecinos hablan de un ser que parece salido de los cómics, de gran estatura, un tipo que luce una larga y enrulada cabellera, que no sólo anda por los techos sino que también cruza las calles de un solo salto y hasta trepa paredes lisas de veinte metros de altura. "Es el Diablo", “Viene de Otro Planeta”, “Es el Primo del Chupacabras”, se animan a afirmar los más atrevidos, o los más imaginativos.El misterioso personaje apareció por primera vez en el barrio Centenario, pero luego se lo vio en otros lugares, como El Arenal, San Lorenzo, Chalet y Santa Rosa de Lima, el martes pasado llegaron a la oficina de policía tres llamadas a la vez. Es decir que lo estaban viendo en tres lugares distintos al mismo tiempo... Se enviaron entonces carros patrullas con valientes policías armados hasta los dientes, pero no se encontró nada.Los cuerpos policiales indicaron, que pese al intenso rastrillaje de la zona en el que participaron decenas de efectivos, no se pudo dar con el sujeto y les recomendó a los vecinos mantener la calma, ya que hubo algunos que armados con escopetas, pistolas y rifles, intentaron matarlo a tiros. Mario Di Lorenzo, párroco de la ciudad de Santa Fe, aprovechando la misa del domingo y en medio de la liturgia les dijo a sus feligreses:
¿Cómo se explican ustedes, que este espectro trepe una pared lisa de veinte metros de alto?,
¿Cómo se puede explicar que ese ser de ojos rojos cual Drácula, cruce la calle de techo a techo de un solo salto?,
¿Como se explica que a ese horripilante sujeto que viste de negro de los pies a la cabeza, que va por los tejados “bailando como un loco” con una larga y enrulada cabellera no le hagan daño las balas?,
¿Cómo no darse cuenta que ese personaje espectral, ese engendro fantasmagórico, ese “Hombre Gato de los Techos” no sea otra cosa que el mismísimo Demonio, el Diablo, el Satanás, el Belcebú, el Leviatán, la Bestia 666, la Serpiente?.
Mientras tanto el “Hombre Gato de los Techos” sigue haciendo de las suyas en las noches Argentinas, extendiendo el área de sus apariciones ya que además de Santa Fe, se le ha comenzado a ver también en Buenos Aires.